20 AÑOS CON EL SIDA
Ť Cada día se contagian unas 16 mil personas, pese a los medios de prevención: OPS
En 20 años han muerto 21 millones por el sida; hay 37 millones de infectados en el mundo
Ť En América, 100 mil individuos perdieron la vida tan sólo durante el año 2000; surgen 20 mil nuevos casos cada mes
AFP
Washington, 4 de junio. Cien mil personas murieron por causa del sida en América durante el año 2000, y cada mes se producen unas 20 mil nuevas infecciones, aunque hace más de diez años que existen medios eficaces de prevención, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A 20 años de que la enfermedad fuera identificada por el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas (CDC) de Atlanta, Georgia, unas 37 millones de personas en el mundo viven infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/sida), de las cuales 2.7 millones son de América.
En la actualidad hay 1.4 millones de personas con VIH/sida en América Latina, 390 mil en el Caribe y casi un millón en Norteamérica, según cifras compiladas por la OPS.
En América, 20 mil infectados cada mes
Más de 15 años después de que se identificaron los mecanismos de transmisión, y a 10 años de que se desarrollaron estrategias científicas sólidas de prevención y control, cada día en el mundo se infectan con el virus unas 16 mil personas. En América, los casos alcanzan cifras de 20 mil por mes y un cuarto de millón por año.
Alrededor de 1.8 por ciento de los casos en la región son pediátricos, incluyendo niños hasta los 15 años de edad.
En el Caribe, la gran mayoría de las personas contraen el VIH durante relaciones heterosexuales sin protección. Se estima que una de cada 50 personas que viven en el Caribe está infectado por el VIH, siendo Haití donde la tasa es más alta.
En América Central, Honduras concentra la mitad de los casos de la subregión.
Como en el Caribe, la vía principal de transmisión en Centroamérica es la relación heterosexual sin protección, a excepción de Costa Rica y Panamá, donde el modo más común es la relación homosexual sin protección entre hombres (HSH).
La subregión andina es donde la epidemia es menos evidente. Desde el principio la población más afectada fueron los homosexuales.
En el Cono Sur la mayoría de infectados son homosexuales, pero también los usuarios de drogas inyectables (UDI), y Brasil es el país con las tasas más altas de infección.
En Norteamérica -incluyendo México- 90 por ciento de los casos reportados corresponde a HSH o UDI, y sólo 10 por ciento a relaciones heterosexuales sin protección.
En los últimos cinco años se registraron grandes avances en la prevención y el control del VIH/sida, destacando en particular los tratamientos con drogas antirretrovirales, que desde 1996 han reducido hasta en 90 por ciento la mortalidad en los países industrializados.
También hubo progresos en aquellos países en desarrollo donde la atención integral fue combinada con estrategias exitosas de prevención y comunicación social, como por ejemplo Brasil y Cuba, precisó la OPS.
Ť Se ha dejado de hablar de una cura total contra el mal
DPA
Nueva York. En un escueto informe clínico sobre cinco homosexuales enfermos de pulmonía en Los Angeles, el 5 de junio de 1981 salió por primera vez a la luz pública el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Veinte años después de esta indicación casual del Centro de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta, el sida es la peor epidemia que recuerda la humanidad desde la peste negra que asoló a Europa en el siglo XIV.
Al comienzo, la misteriosa enfermedad pareció afectar sólo a cuatro grupos de la población en Estados Unidos, llamados "las cuatro H": homosexuales, haitianos, homofílicos y heroinómanos. Pero la realidad superó muy pronto tanta ingenuidad.
El sida, descalificado al comienzo como "cáncer de homosexuales", ha cobrado ya 21.8 millones de vidas humanas, incluyendo tanto a homosexuales como a heterosexuales, a negros, a blancos y a drogadictos, pero sobre todo a personas que jamás han estado en contacto con la heroína.
En 1984, científicos de Francia y Estados Unidos identificaron el agente de la enfermedad, el virus de inmunodeficiencia humana (HIV), responsabilizándolo de la destrucción de las defensas inmunitarias naturales, y dejando al paciente indefenso, expuesto al ataque de toda clase de agentes patógenos.
La ciencia lucha desde entonces por el desarrollo de una vacuna que permita poner freno a esta devastadora enfermedad. Hasta ahora se ha ensayado ya con éxito prometedor varias vacunas en monos, pero se ignora si tendrán efectividad en seres humanos. Incluso si ello es efectivo, pasarán años antes de que una vacuna esté disponible para su aplicación.
Entre tanto, activistas antisida acusan a investigadores y a políticos de no haber tomado en serio el peligro y de haber reaccionado demasiado tarde.
"El mundo ha reaccionado de manera increíblemente lenta a esta epidemia", reconoce en Ginebra el director del Programa Anti-sida de Naciones Unidas (Unaids, por su acrónimo en inglés).
Insuficiente ayuda
El presidente estadunidense, George W. Bush, puso recientemente 200 millones de dólares a disposición de Naciones Unidas para la lucha contra ese mal. No obstante, los críticos estiman esto como apenas una gota sobre un hierro al rojo.
Para el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, la donación es el monto inicial de un fondo global contra el sida, para el cual espera más apoyo en la asamblea especial de la ONU de este mes.
Con pocas aplicaciones del AZT, un medicamento relativamente barato contra el sida, es ya actualmente posible bloquear la transmisión del virus de la madre al hijo al momento de nacer. Una decena de otros medicamentos permite mantener bajo control durante años, y quizás durante decenios, el virus de inmunodeficiencia adquirida. Ya nadie habla, sin embargo, de una curación de mal.
Pese a la disponibilidad de exitosos "cocteles" de medicamentos, en muchos países, como Estados Unidos, está nuevamente decayendo la alerta pública frente al peligro que representa el sida.
En Estados Unidos hay seropostivos que se resisten a un tratamiento regular. 40 mil personas se infectan cada año, y entre los jóvenes homosexuales negros de los grandes centros urbanos, uno de cada tres está contagiado de sida.
Phill Wilson, director del Aids Policy and Training Institute, recomienda a Estados Unidos tomar como ejemplo la estrategia que han seguido contra el sida países como la república africana de Botsuana.