Ť Nueva línea de investigación sobre La Cacha, centro clandestino de detención
Ordena Garzón procesar a otros 43 militares argentinos por crímenes de la dictadura
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 4 de junio. El juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, ordenó hoy el procesamiento de otros 43 militares argentinos que presuntamente participaron en delitos de torturas y secuestro en los años de la dictadura militar (1976-1983).
El magistrado español abre una nueva linea de investigación en este sumario, en el que da cuenta de las actividades delictivas ocurridas en un centro clandestino de detención y tortura conocido como La Cacha, situado a las afueras de la ciudad de la Plata, que operó entre 1976 y 1978, y por donde pasaron unas "3 mil personas" que sufrieron vejaciones y muchas de ellas se encuentran todavía desaparecidas.
Entre los nuevos militares procesados por Garzón destacan, por su rango, el ex ministro del Interior, Albano Harguindeguy, los generales Carlos Guillermo Suárez Mason, Santiago Omar Riveros, Juan Bautista Sasiain y Jorge Olivera Rovere, así como los comisarios de policía Miguel Etchecolatz, Rodolfo González Conti y Ovidio Pablo Richeri.
Además, el juez español ordenó el procesamiento de algunos de los oficiales que operaron en el citado centro clandestino de torturas. La mayoría de los nuevos procesados por Garzón fueron enjuiciados en Argentina durante los años 80, pero gozan de impunidad gracias a la aprobación de la ley de Obediencia Debida.
Garzón imputa a estos presuntos genocidas los delitos de secuestro, privación ilegal de la libertad, tortura, desaparición de personas y usurpación de estado civil (es decir, robo o apropiación de menores).
Esta nueva vía abierta por Garzón responde a la petición hecha hace dos semanas por la Acusación Popular, que solicitó se imputara a la cadena de mandos militares y policiales que pusieron en marcha La Cacha, llamada así en alusión al nombre de un personaje infantil de dibujos animados -la Bruja Cachavacha- que tenía la capacidad de hacer desaparecer a las personas que tocaba.
La Cacha formó parte de una red clandestina de 20 centros similares, como El Olimpo, El Vesubio o Arano, donde los militares torturaban con total impunidad.