MARTES Ť 5 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Villaraigosa representa a un movimiento que crecerá sin importar quién gane, sostiene
La elección en Los Angeles, lo más cercano a una revolución social en EU: estratega sindical
JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Los Angeles, 4 de junio. "Los Angeles representa hoy la cosa más cercana a una revolución social en Estados Unidos. Ya ocurre, ese es el punto. No va a suceder si Antonio Villaraigosa es electo como alcalde. Su elección es más bien una manifestación de lo que ha estado ocurriendo, no es lo que la está causando", afirma David Koff, estratega del sindicato de trabajadores de hoteles y restaurantes de esta ciudad.
Si vence el candidato a la alcaldía Antonio Villaraigosa en las elecciones de este martes, esta "revolución social" gozará de nuevos espacios políticos para desarrollarse. Pero incluso si es derrotado, líderes de las fuerzas del cambio social señalan que su movimiento se inició mucho antes de esta campaña y que crecerá gane quien gane.
Miguel Contreras, dirigente de la federación laboral de Los Angeles, que representa a sindicatos con un total de 800 mil trabajadores, indica que una nueva alianza entre latinos, inmigrantes, sindicatos y diversas fuerzas se consolidó hace cinco años para dar una respuesta social a la famosa y antinmigrante propuesta 187. "Ahí empezó lo que vemos hoy, cuando todos dijimos, nunca más", dice.
En entrevista con La Jornada Contreras explicó que la alianza "latino-laboral" no se centró sólo en la relación con inmigrantes, sino también con progresistas afroamericanos, judíos y asiáticos, y se han logrado varios triunfos, tanto en el plano electoral como en el social. Cuenta de varios candidatos latinos y progresistas han sido electos a nivel municipal y estatal; que en el plano social se han sindicalizado a más de 115 mil trabajadores en los últimos 24 meses en Los Angeles.
"Todo eso sirvió para prepararnos para esta elección, y (la campaña de Villaraigosa) es máxima expresión de este movimiento", afirma Contreras. Pero señala que si no gana su candidato, "sigue la lucha, porque es un movimiento y esta elección es nada más un momento en su evolución".
En las camisetas de los sindicalistas que promueven el voto a favor de Villaraigosa se lee que cada familia vota "a ciento por ciento" (o sea, todos deben votar), pero también afirman la lucha por los derechos humanos de todos, y por la amnistía.
Las diversas luchas sociales en Los Angeles se están vinculando entre sí, desde la defensa de los inmigrantes, contra el racismo, la brutalidad policiaca, las leyes antidrogas que han encarcelado a demasiados jóvenes negros y latinos (California ha enviado a más de su población a la cárcel que cualquier otro estado), a la exigencia de más transporte público -en la capital de la cultura al automóvil y la autopista-, y la naciente lucha de los consumidores contra los efectos de la privatización eléctrica.
Dirigentes como María Elena Durazo, del sindicato de hoteles y restaurantes (HERE), y el propio Contreras, están al centro de esta efervescencia laboral, que incluye a los gremios del sector alimenticio y de supermercados (UFCW, que acaba de lograr la sindicalización de las nuevas tiendas de Gigante aquí), pasando por el de servicios (SEIU) y su novedosa campaña de "Justice for janitors" (Justicia para limpiadores), como tantos otros, forman ahora el eje del cambio social en Los Angeles.
Parte de este cambio ha sido el surgimiento de una nueva generación de sindicalistas y de líderes de las comunidades latinas y negras que empiezan a resucitar el movimiento comunitario y sindical. También es el resultado del cambio demográfico y sus expresiones en diversas partes de Los Angeles, sobre todo el efecto de los inmigrantes mexicanos y centroamericanos y más recientemente sudamericanos.
Adolfo Gámez, organizador en la campaña de Janitors for justice de la sección 1877 de SEIU, refirió a este diario que llegó a Los Angeles desde Guerrero y obtuvo trabajo limpiando en una tienda. Ahora es organizador gremial, también participante en la lucha por justicia social para los inmigrantes, y uno de los coordinadores de los miles de sindicalistas que promueven el voto para Villaraigosa. En México, señala, jamás participó en política. Ahora es uno de miles que está transformando el mundo político estadunidense.
"ƑPor qué se les ha negado a tantos el derecho a la dignidad? Por ser indocumentados, se les ha negado un salario justo, salud, educación, sólo por ser indocumentado, por eso entramos a esta lucha. Ahora queremos elegir a alguien que se preocupe por nuestras familias, por los que se han sacrificado día y noche por un mejor futuro para nuestros hijos. Antonio (Villaraigosa) es una respuesta a lo que engendró Pete Wilson, y ahora la gente desea obligar a que se les respete, y hacer entender que podemos hacer grandes cambios", explica Gámez.
Así, gane o pierda Villaraigosa, no es ni el principio ni fin de este movimiento social. En la ciudad de sueños fabricados por Hollywood, escondido debajo del lujo de Beverly Hills, expresándose cada día más en español como inglés, comunicándose también en los idiomas indígenas de Oaxaca y en los asiáticos, meciéndose al ritmo de gospel negro, salsa, rancheras y cumbia, apenas se empezó a soñar con un futuro diferente.