martes Ť 5 Ť junio Ť 2001
Marco Rascón
Austeridad moral
La austeridad es una moral que da moras... La austeridad se ha convertido en discurso moral de los gobernantes locales y federales, pues el cambio es morigerado y gradual. La forma de vida sencilla y sin ostentación de los gobernantes se ha convertido en la carta de presentación para legitimar la nueva democracia. El funcionario público debe ser austero por definición y no usar lo que ofrece el poder y que mueve a la envidia; debe ser sinónimo de sacrificio sin anhelar obtener frutos personales.
A diferencia del viejo régimen, los gobernantes hoy se aplican la austeridad en sí mismos, para luego, como buenos ejemplos, aplicársela a sus gobernados; porque la austeridad debe ser pareja, igual para todos, salvo los que tengan su propio capital y no estén sujetos a los principios del presupuesto público, lo cual es una diferencia entre Vicente Fox y López Obrador, porque el primero es un empresario y el segundo sólo ha sido político. Sin embargo, siendo los dos austeros, atrás quedó la vieja austeridad del FMI y el Banco Mundial que envenenó al priísmo y que aplicó discrecionalmente las políticas de ajuste, creando envidia y revanchismo entre las mayorías asalariadas. Hoy la austeridad es pareja para gobernantes y gobernados.
Al margen de la vida que quieran llevar los gobernantes y aplicarla a sus familias, hay que preguntarse: Ƒpor qué recortar un presupuesto ya asignado y creado por la sociedad entera?, Ƒa quién beneficia la austeridad y a quién perjudica?
El jefe de gobierno del Distrito Federal decidió tomar medidas macroeconómicas y autorrestringir unilateralmente la aplicación del presupuesto, desviarlo y subejercerlo con fines de ahorro. Su impaciencia por decidir la política económica del país lo condujo a pensar que restringiendo la aplicación del presupuesto local tendría más recursos para ayudar a los pobres, aunque la contracción fabricara miles de ellos en las calles y en los mismos centros de trabajo del gobierno. La moral austera de los gobernantes se hizo política pública y tomando como ejemplo las ostentaciones de los políticos del viejo régimen, se aplicó una de las decisiones más injustas creadas por el neoliberalismo para escamotear el presupuesto a las sociedades producto de su mismo trabajo y esfuerzo, mediante el gancho de la vida recatada y monacal del gobernante de moral fuerte.
La austeridad republicana hecha vanguardia fue aceptada de inmediato por el gobierno federal, pues la instrucción global para ayudar a la recesión estadunidense es otra forma de austeridad y contracción de los gastos del Estado y el presupuesto. Si a ello unimos un peso sobrevaluado para mantener dinámico el aparato exportador de Estados Unidos hacia México, estaremos ayudando a que la economía global mantenga su funcionamiento, no importa que nosotros pospongamos indefinidamente el bienestar y la bonanza y aceptemos vivir por siempre en una economía débil y sumisa.
La austeridad es una contribución de facto a la economía global y un compromiso con los intereses financieros del exterior, pues debilita no sólo al gobierno, sino a la sociedad, así como su capacidad para generar recursos para el bienestar general. La austeridad cierra el camino a las políticas sociales públicas y lo abre a la filantropía, la caridad, el clientelismo y la manipulación de necesidades, pues la austeridad es la madre de las políticas discrecionales y arbitrarias, y no para construir una sociedad con derechos.
Visto de esa manera no hay razón para aplicar una política de austeridad con un presupuesto asignado, pues, por el contrario, el subejercicio es profundamente inmoral, ya que los recursos públicos pertenecen a la sociedad y el gobierno debe regresárselo en obra pública, salarios, crédito, fomento al desarrollo urbano y a la actividad mercantil. ƑDónde nació el contubernio entre el gobierno de la ciudad y el federal para impulsar una política de austeridad? ƑPor qué una política de austeridad en la capital donde se genera más de 20 por ciento del PIB? ƑPor qué no regresar a los ciudadanos lo que les pertenece? ƑA quién beneficiará la austeridad y de qué sirve un ahorro de un recurso ya creado y disponible?
El gobierno del Distrito Federal va derechito al subejercicio y eso sí es inmoral. El jefe de gobierno podrá dormir en una hamaca en su despacho y soñar durante la siesta con la banda presidencial, pero no tiene derecho a contener y a no ejercer los recursos que llegaron a sus manos por decisión del Legislativo, ya que son de la sociedad y debe aplicarlos eficientemente. Un buen gobierno es el que gasta bien, el que reclama recursos, no para acariciar un ahorro, sino para moverlos fomentando un desarrollo económico para todos y los nuevos contribuyentes.
La austeridad de los gobernantes podrá ser una carta de presentación moral de su persona, pero aplicada al presupuesto es un robo a la ciudadanía, al pagador de impuestos, a la sociedad y no demuestra ética, sino ineptitud.