MARTES Ť 5 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La falta de agua y leña las tiene "desesperadas"; desean sembrar la milpa

Reubican su refugio 110 familias pro zapatistas desplazadas después de la matanza de Acteal

Ť "No es un retorno"; en nuestra tierra están los paramilitares, señala un simpatizante rebelde

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

Yaxgemel, Chis., 4 de junio. "Desesperadas" por la falta de agua y leña, 110 familias pro zapatistas de Chenalhó que permanecieron refugiadas en la comunidad de Poconichim, acordaron reubicar su campamento en terrenos de Yaxgemel, de donde salieron huyendo en mayo de 1997 por la violencia que ese año culminó con la matanza de 45 tzotziles en Acteal.

"Nuestro peregrinar aún no acaba, porque el gobierno no quiere cumplir los acuerdos de San Andrés", afirmó Mariano Pérez Pérez, mientras decenas de hombres, mujeres y niños -bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)- construyen sus casas de madera en un terreno de cinco hectáreas que les ha prestado "un compañero" simpatizante rebelde.

Aseveró: "Que quede claro: este no es un retorno como lo ha manejado el presidente municipal (priísta) de Chenalhó (Antonio Pérez Arias), nosotros no estamos regresando a nuestras casas ni tierras originales porque ahí están los paramilitares; sólo estamos reubicando nuestro campamento". Su nuevo refugio se localiza a dos kilómetros del poblado.

El indígena informó que después de cuatro años de haber permanecido en Poconichim, la leña y el agua han escaseado y por ello las 110 familias (unas 600 personas) acordaron trasladar su campamento a un terreno de cinco hectáreas ubicado a la entrada de Yaxgemel, su comunidad de origen.

"Amenazas de los priístas"

Es en Yaxgemel donde el 24 de mayo de 1997 -fecha en que este grupo se desplazó- con el asesinato del profesor pro zapatista Cristóbal Pérez Medio, comenzó la ola de violencia en el municipio de Chenalhó, que culminó con la masacre de Acteal. De hecho, de ese mes a los días previos de la matanza (menos de siete meses) fueron asesinadas por lo menos 27 personas, de las cuales 18 eran priístas y el resto bases de apoyo del EZLN.

Estos hechos motivaron el desplazamiento de miles de indígenas, tanto zapatistas y priístas como miembros de la organización civil Las Abejas. En el caso de los pro zapatistas este es el primer grupo que abandona su refugio original.

Desde hace ocho días en que tomaron la decisión de abandonar Poconinchim comenzaron a desarmar sus casas de madera, misma que en camiones es trasladada a este lugar, junto con láminas y otras pertenencias. Pero no están solos en su nueva tarea. "Muchos compañeros bases de apoyo de otras comunidades nos están ayudando a construir las casas". Con palas, picos, azadones y machetes, hombres, mujeres y niños limpian, escarban, siembran horcones y acarrean la madera y las láminas de sus anteriores viviendas.

"Nos tuvimos que venir para acá por la necesidad", insistió Mariano, quien, al preguntarle si no tienen miedo respondió: "No, porque nosotros no estamos molestando a nadie, no venimos a provocar problemas". Aquí, aseveró, cuando menos hay leña y agua y habrá donde sembrar la milpa.

Comentó que, en contraparte, "se oyen rumores y amenazas de los priístas que no están de acuerdo en que nosotros nos reubiquemos en Yaxgemel. Quizá por eso cuandodesplazados1_(1) pasan por acá mejor se agachan". A menos de un kilómetro de los barrancos donde están edificando sus viviendas, se localiza un campamento del Ejército Mexicano, cuyos soldados patrullan el lugar para evitar problemas.

Pérez Pérez dijo desconocer si el Comité Internacional de la Cruz Roja continuará otorgando ayuda humanitaria a este grupo, como lo hacía cuando estaba en Poconichim, a diez minutos en vehículo del nuevo asentamiento.

Mientras tanto, el alcalde Antonio Pérez Arias declaró el pasado fin de semana que las autoridades municipales "estamos orgullosas por el retorno de nuestros hermanos a sus lugares de origen", lo que significa que "ya están dadas las condiciones para que regresen todos los desplazados", que desde 1997 abandonaron sus viviendas por la violencia desatada en sus parajes.

En un documento que le dirigió al secretario de Pueblos Indígenas, Porfirio Encino, el munícipe le solicitó su "intervención inmediata para dialogar con el señor Bartolo Gutiérrez Vázquez, presidente del concejo autónomo de Polhó, pues los militantes zapatistas, al construir (sus nuevas viviendas) ponen guardias encapuchados y armados, por lo que los pobladores de Yaxgemel temen por su vida".

Pérez Arias, cuyos padres, bases de apoyo del EZLN, se encuentran desplazados en Polhó, hizo un llamado a los simpatizantes zapatistas y a los miembros de Las Abejas, para que retornen a sus lugares de origen toda vez que -enfatizó- no existe impedimento para ello.

Los indígenas pro zapatistas que construyen sus casas aclararon este día que su desplazamiento a este lugar "no es retorno" y negaron las acusaciones del edil de que hay hombres armados y encapuchados cuidando el lugar. "Son sus mentiras de los priístas".