MARTES Ť 5 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Signa un convenio con la planta Hyundai para recuperar la marina mercante mexicana
''Somos un gobierno de negocios'', expresa Vicente Fox a la cúpula empresarial coreana
Ť Estamos en un siglo diferente y hoy tenemos que ser y pensar diferente, afirma
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
seul, 4 de junio. Una canasta de acuerdos y de compromisos en materia económica llenó el presidente Vicente Fox Quesada durante su estancia en Corea. De la buena cosecha levantada, el mandatario destacaría el convenio con el gobierno de este país y la planta de astilleros Hyundai para ''recuperar'' la marina mercante mexicana, el compromiso coreano de mayor apertura a las exportaciones mexicanas en los ramos agropecuario y de alimentos, y el ofrecimiento por parte de los inversionistas de la nación asiática de participar en el Plan Puebla-Panamá, en el desarrollo de infraestructura, tecnología y aportación de capital y financiamientos.
''šSomos un gobierno de negocios, entendemos de negocios y queremos servirle (a los empresarios) para hacer juntos negocios!'', expresó el mandatario, convencido de que en este nuevo rumbo, México se encuentra en una posición ''verdaderamente envidiable'' en el mundo.
En el balance final de esta visita de Estado, luego de reunirse con el presidente de Corea, Kim Dae Jung, el titular del Ejecutivo mexicano se mostró entusiasmado: ''Me lo ha dicho el presidente Kim -y así lo subrayó-, ninguna de las reuniones de Estado que ha tenido, šninguna!, ha sido tan fructífera, productiva, amistosa y de tantos resultados prácticos como la que tuvimos'' este lunes cerca del mediodía.
Ante los representantes de las organizaciones cúpula del empresariado coreano, Fox Quesada agregó optimista: ''Estamos en un siglo diferente y hoy tenemos que ser y pensar diferente... y hoy, de manera libre e inteligente, hemos decidido Corea y México escogernos (sic) como naciones de proyecto estratégico, como naciones que entramos al siglo XXI ša ganar! Y si bien en el futbol perdimos con Corea, en negocios vamos a ganar los dos...''
Las puertas de México están abiertas
Y ya encarrerado, exclamó: ''šEntramos como jóvenes deseosos de éxito! šEntramos hambrientos de generar mejor calidad y mejor nivel de vida para nuestros pueblos! šEntramos al siglo XXI con el compromiso de generar empleos y de generar calidad de vida!''
En el salón Dynasty, del hotel Shilla de esta ciudad capital, Kim Kak Choong, presidente de la Federación Coreana de Industrias; Park Yong Sung, de la Cámara de Comercio de Corea; Kim Jae Chul, de la Asociación Coreana de Comercio Internacional, y Kim Young Soo, de la Federación Coreana de Pequeñas y Medianas Empresas, escucharon la invitación de Fox Quesada: las puertas de México están abiertas, les dijo, y ''les deseo toda clase de éxitos, porque de su éxito depende el éxito de nuestros países; aprovechen la situación de México y cada que nos visiten cuenten con una cita con el Presidente, si gustan en el rancho (de San Cristóbal) de manera informal, o en Los Pinos, de manera formal. Y nos vamos a asegurar que su visita a México termine con acuerdos, con decisiones y con resultados''.
Los empresarios coreanos, a decir de Kak Choong, no miraron con malos ojos el ofrecimiento del gobierno mexicano, sobre todo ahora que buscan salidas a su capital ante la previsible caída de la economía de su país, en donde algunos analistas no descartan una nueva crisis, similar a la que sufrieron en 1997, cuando tuvieron que recurrir incluso a un paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional.
De aquella crisis financiera que afectó a prácticamente todo el continente asiático, los coreanos se estabilizaron y a partir de una serie de reformas estructurales dirigidas a la estabilización y disciplina de la economía nacional, alcanzaron en 1999 un crecimiento de 10.7 por ciento anual. Al año siguiente, y a pesar de los altibajos provocados por el atraso en la reestructuración de los sectores financiero y corporativo, fluctuaciones del mercado de valores; inestabilidad en los precios del petróleo y el creciente descontento laboral en las industrias automotriz y de la construcción, mantuvo un ritmo de crecimiento de 8.9 por ciento anualizado.
Sin embargo, para este año las expectativas de la economía de Corea no son nada optimistas y, de acuerdo con lo que aquí se dice, si acaso alcanzará un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento anual.
Por eso, tal vez, la buena aceptación de los empresarios de este país a la oferta foxista en la visión de Kim Sang Soo, presidente de LG Electrónica -con plantas en Guanajuato y Mexicali-, quien consideró a México ''un punto de producción estratégico muy importante para desplegar nuestros negocios en América del Norte y América Latina''.
Acuerdos y compromisos
Luego de cumplir la cita con los empresarios, el presidente Fox ofreció una conferencia de prensa, en la que siguió con el ''positivo'' balance de su paso por estas tierras, esta vez precisando los logros y los acuerdos pactados:
En la alianza estratégica con Corea, expuso, vamos a empezar por aprovechar su experiencia y solidez en la construcción de embarcaciones de gran calado, para ''recuperar'' la marina mercante mexicana.
''Tanto con los astilleros Hyunday, como con el presidente Kim Dae, quedó amarrado el compromiso de ir a México y buscar afanosamente esa alianza que nos permita recuperar nuestra marina mercante; para recuperar nuestra capacidad de construir embarcaciones desde medianas y pequeñas, para la pesca, atuneros, camaroneros... hasta grandes embarcaciones como las que vimos (el domingo en la planta de Hyunday de la ciudad de Ulsan, la más grande del mundo), y hacerlo para América Latina y para México, todo apoyado en la idea de que Petróleos Mexicanos (Pemex) va a ser el punto de partida para recuperar esta capacidad de transporte, en lugar de entregarla sólo al extranjero'', indicó.
Vamos a buscar, pues, ''por todos los caminos'' para que haya una marina mercante mexicana, ''y que ésta sea la que transporte los productos de Pemex'', y que además sea un respaldo real ''a los 350 mil millones de dólares que vale el intercambio comercial de México con el mundo''.
Otro de los acuerdos tiene que ver con el equilibrio en la balanza comercial de los dos países, que actualmente es muy desfavorable para México, ya que 95 por ciento son exportaciones coreanas y sólo 5 por ciento son exportaciones mexicanas.
Para revertir esta tendencia, informó el mandatario, ''hay el compromiso del gobierno coreano de procurar una mayor apertura, mucho más apoyo y soporte a las exportaciones mexicanas, sobre todo en alimentos y el sector agropecuario''.
De igual forma, México promoverá que Corea pueda participar con capital en el Banco Interamericano de Desarrollo, con la finalidad -que busca el presidente Kim Dae- de hacer aportaciones de capital con destino tecnológico para América Latina.
También, Fox hizo el compromiso con su homólogo de impulsar la participación de Corea en el proyecto Puebla-Panamá, sobre todo para solventar inversiones en infraestructura y tecnología, y aportaciones de capital y financiamientos para el desarrollo regional.
En este proceso de integración y de alianzas estratégicas -Fox por lo pronto descartó la viabilidad de un tratado de libre comercio con Corea-, el mandatario se comprometió asimismo a agilizar los trámites para la expedición de visas a los ciudadanos coreanos que deseen ir a trabajar a México.
Y Fox, que hasta un video trajo para presentarlo a los inversionistas y empresarios coreanos (México, puente de encuentros, se tituló), confió ante los reporteros: ''Creo que hoy tenemos una posición verdaderamente envidiable, extraordinaria en materia económica... cunde más y más el mensaje, la información de que México es un excelente lugar para la inversión en este momento, por su estabilidad política, su estabilidad económica, su consolidación de una economía fuerte, sin inflación y con tasas de interés bajas...''
Así, pues, Fox Quesada vendió en Corea la nueva realidad mexicana. Con una definición final, clara, precisa del nuevo rumbo por el que dirige al país: ''šSomos un gobierno de negocios, entendemos de negocios y vamos a servir (a los empresarios) para hacer juntos negocios!''
Llegada a Tokio
El presidente Vicente Fox llegó este martes por la mañana a Tokio, Japón, para cumplir otra etapa de su gira por Asia, que concluirá el miércoles. El mandatario fue recibido por el emperador Akihito, quien le ofreció un almuerzo en el palacio imperial.
Fox Quesada llegó a Japón con la idea de retomar las negociaciones que empezó Ernesto Zedillo para establecer un acuerdo de libre comercio con esta nación. Por supuesto -precisaron integrantes de la comitiva presidencial-, no se pueden esperar avances sustantivos en estos dos días, lo importante será poner nuevamente sobre la mesa la posibilidad del tratado.
Con este fin, por la noche Fox Quesada tendrá un encuentro privado con el primer ministro de Japón, Junichiro Koyzumi, quien además ofrecerá al visitante una cena en la residencia oficial.
Por otra parte, Fox programó sendos encuentros con el presidente y director general de la empresa automotriz Nissan, Yoshikazu Hanawa, y con los integrantes del Consejo de Administración de Toyota.
La noche de este martes, Fox se entrevistará con los dirigentes de las organizaciones cúpula del sector empresarial japonés, entre los que se encuentran Nobuhiko Kawamoto, del Comité Bilateral de Hombres de Negocios México-Japón, y miembro del Consejo de Administración de Honda, así como Noboru Hatakeyama, presidente ejecutivo de Jetro. Al término de este encuentro privado, el Ejecutivo mexicano será invitado a participar en el foro empresarial que organiza aquí la Federación de las Asociaciones Económicas y la Organización para el Comercio Exterior de Japón.
El presidente Vicente Fox llegó la mañana de este martes al aeropuerto internacional de Haneda. Su comitiva está integrada por los secretarios de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda Gutman; de Economía, Luis Ernesto Derbez; el jefe del Estado Mayor Presidencial, general Arturo Tamayo, y la vocera de Los Pinos, Martha Sahagún Jiménez. Acompañan también al mandatario mexicano sus hijos mayores, Ana Cristina y Vicente.
Fueron recibidos en la terminal aérea por el director general para América Latina de la cancillería japonesa, Yoshihiro Nishida, y el embajador de México en Japón, Carlos de Icaza.