Lunes en la Ciencia, 4 de junio del 2001



 
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Yolanda Lastra

La lucha por la sobrevivencia de las lenguas indígenas

lastra_yolanda1Las lenguas indígenas están en peligro de extinción. No obstante, también pueden revitalizarse a través de su estudio, valoración y uso, considera Yolanda Lastra, especialista que se desempeña en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

"Aunque procesos como la globalización ponen en peligro la permanencia de nuestras lenguas indígenas, éstas tienen una vitalidad que se ha aferrado durante cientos de años para no perderse".

Yolanda Lastra, maestra en lingüística por la Universidad Georgetown, en Washington, y doctora en la misma área por la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, advierte que el estudio de estas lenguas finalmente debe trascender en que aquellos que las hablan, las quieran, puedan conservarlas y trasmitírselas a sus hijos.

Desde hace más de 30 años la investigadora ha recorrido diversas partes de México y Sudamérica, camino en el que ha realizado estudios sobre el quechua de Cochabamba, en Bolivia, el náhuatl de San Bernardino Teotitlán, en Oaxaca y el de Texcoco, y el otomí, entre otros. Sin embargo, cuenta y sonríe al reconocer que ha pospuesto trabajar más profundamente en su área favorita, que es el chichimeco jonaz, que se habla sólo en San Luis de la Paz, Guanajuato.

El chichimeco es una lengua que se está acabando, ya que es hablada por una población muy pequeña y si alguien no lo describe pronto, probablemente se pierda, refiere Yolanda Lastra, quien enfatiza, "nada más termino mi proyecto actual y ahora sí me dedico a ello".

Y es que la investigadora siempre ha sido solicitada para emprender proyectos pioneros en lingüística e incluso elaborar material que nunca antes habían sido recopilado. Este es el caso de la sociolingüística -la relación entre la sociedad y la lengua- sobre la cual no existían libros de estudio en español a principios de los 60, cuando se empieza a delinear esta rama.

Cuando Yolanda Lastra empezó a dar clases sobre el tema, decidió hacer una antología de estudios de sociolingüística; esta edición contenía una traducción de los artículos más importantes publicados en otros países. Posteriormente escribió sociolingüística para hispanoamericanos. Una introducción. Libro pionero en el contexto mexicano.

lastra_yolanda2Referente a su incursión en el estudio del náhuatl, la doctora Lastra realizó -junto a otros investigadores- una descripción de los dialectos de la lengua y en un estudio general presentó "Las áreas elementales del náhuatl moderno". En este se estructuraron mapas para ubicar cómo se decía una misma palabra en distintos lugares geográficos. Así se conjuntó una referencia del palabras, oraciones y algunos de los principales puntos gramaticales, de distintos dialectos.

Posterior a estas contribuciones, la lingüista continuó con la descripción del otomí. Este trabajo se integró a una colección llamada El archivo de lenguas indígenas de México, iniciado por Gloria Bravo Aguja y Jorge Suárez, esposo de la doctora Lastra.

"El objetivo era comparar las lenguas a partir de un mismo parámetro. Es decir, existían libros sobre el otomí, náhuatl u otras lenguas, pero en cada uno se hacia el estudio de palabras de manera arbitraria. En la colección se reúnen las mismas frases en todas las lenguas".

Actualmente, la investigadora se dedica al estudio de un proyecto titulado "Historia externa de la lengua otomí", el cual se enfoca a los cambios que ha sufrido la lengua -su transformación o pérdida de elementos- en relación a las personas que la hablan y los eventos que a estas les han ocurrido.

De acuerdo con la doctora Lastra, esta investigación busca escribir la historia del pueblo, pero enfocándola desde la lengua, la cual se habla en varios estados de la República: Hidalgo, México, Tlaxcala, Veracruz, Puebla, Querétaro y Guanajuato.

"Este trabajo no es ningún descubrimiento. Sin embargo trata de juntar lo que incumbe propiamente a los otomíes, y presentarlo con una estructura y lenguaje sencillo, para que los propios otomíes lo puedan leer y tengan una idea de su propia historia y su importancia y quiénes son, para que de este modo deseen conservar su lenguaje y sus costumbres". (Mirna Servín) (Fotos: María Luisa Severiano)

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