Ť Tras la derrota de 4-0, el Tricolor se despide de la Confederaciones

Nueva humillación a México; esta vez fue Francia

Ť La preocupación ahora son los 3 partidos decisivos para las eliminatorias rumbo al 2002

Ulsan, Corea del Sur, 3 de junio. México se despidió hoy de la Copa Confederaciones con otra humillante derrota, al ser goleado 4-0 por Francia, y con la preocupación de que los golpes sufridos a lo largo del torneo al que llegaba como campeón pueda afectarlo en los tres partidos decisivos que deberá jugar por las eliminatorias rumbo al Mundial 2002.

Ante 19 mil espectadores en el estadio Munsu, el partido comenzó como los dos anteriores: con México sometido ante su rival, en este caso el campeón mundial y europeo, que destacaba por su superioridad atlética.

Francia, que asistió sin sus principales figuras, se clasificó para las semifinales como líder del grupo. El gol de Wiltord en la primera parte fue completado por las tres dianas de la segunda mitad, dos obra de Eric Carriere y una de Robert Pires.

"Canta y no llores", entonaron algunos hinchas franceses desde la tribuna, pero México tiene razón para llorar: se le vienen tres partidos decisivos por las eliminatorias y si dentro de un año quiere regresar al Lejano Oriente, la excursión que culminó hoy no pudo ser peor en términos de la confianza necesaria para tal objetivo.

Francia dominó desde el primer minuto, cuando Nicolas Anelka recibió un pase en el área, pero no pudo pegarle con comodidad. Segundos después el mismo Anelka lanzó un centro que no fue gol por un acertado lance de Oswaldo Sánchez.

A los 6, el guardameta mexicano volvió a lucir al desviar otro disparo peligroso. Pero dos minutos más tarde, Willy Sagnol lanzó un centro desde la derecha que Sylvain Wiltord -remplazante de último momento de Christophe Dugarry- empalmó a la perfección para el 1-0.

Así transcurrieron 20 minutos más, con Francia como amo y señor del campo y México sin encontrar una alternativa para superar la media cancha; tanto así, que el primer corner del Tri llegó hasta los 28.

Esa jugada pareció despertar algo a los mexicanos, movidos por los jóvenes Cesáreo Victorino y Octavio Valdez, aunque sin fuerza en los metros finales del ataque.

Pável Pardo y Duilio Davino se hicieron más fuerte en defensa y la parte final del primer tiempo vio a México con más autoridad y dominio del balón.

La jugada más aplaudida llegó a los 40, con una gran acción de Marco Antonio Ruiz que no terminó en empate porque José Manuel Abundis se tardó en definir.

Jared Borgetti -todavía con dolor en el cuello tras el golpe sufrido en el partido del viernes ante Corea-, entró en lugar de Antonio de Nigris al comenzar el segundo tiempo y a los pocos segundos justificó el cambio, con un tiro que pasó ligeramente desviado, tras un contragolpe.

El portero Oswaldo Sánchez siguió siendo la figura del equipo, al realizar oportunas salidas ante varias incursiones francesas, que sin embargo a los 62 determinaron el 2-0 con gol perfectamente ejecutado por Eric Carriere, tras un pase de Robert Pires.

Fue éste mismo el encargado de poner cifras de goleada a los 71, cuando en un contrataque, que generó dudas de posición adelantada, superó con un sombrerito primero a Claudio Suárez y otro a Sánchez.

El 3-0 reflejaba la diferencia entre uno y otro equipo. A los 79, Víctor Ruiz mostró toda su rabia e impotencia lanzado un misil que rozó el palo derecho del portero Mickael Landreau.

Pero las cosas podían ser aún peores en la noche del partido internacional número 160 en la carrera de Suárez, que tuvo la mala fortuna de marcar su récord en una pésima racha de México.

Con el Tricolor lanzado a un ataque franco en busca del gol del honor, Francia llegaba cada vez más fácil a los dominios de Sánchez, que se multiplicaba para contener el bombardeo, pero no pudo hacer nada ante una nueva combinación de Pires con Carriere, quien puso el 4-0 a los 83.

"Canta y no llores", siguieron entonando los fanáticos franceses, pero los mexicanos ya sumaron tres derrotas en los tres partidos del torneo, con 8 goles en contra y uno a favor, además de un total de cuatro caídas en once días, luego del 4-0 ante Inglaterra.