Ť Respeto a los problemas planteados y seriedad en su tratamiento, claves para el éxito
Escuela para padres, 10 años de orientación
Ť Los temas parten de una investigación de dos meses, afirma la conductora Lilia Silvia Hernández
MONICA MATEOS-VEGA
Aprender a convivir entre padres e hijos y tener una buena comunicación en familia no es una tarea fácil para muchas personas. Esto es algo que sabe muy bien el equipo de producción del programa Escuela para padres, el cual forma parte de la barra Diálogos en confianza, que se transmite en Canal Once.
La emisión cumple 10 años esta semana, fiel a su propósito inicial de orientar a sus televidentes en la aparentemente fácil, pero ardua y a veces complicada vida familiar. Las herramientas principales han sido el respeto hacia los problemas planteados y la seriedad en la búsqueda de soluciones, señala la conductora de la serie Lilia Silvia Hernández. Cada tema tratado requiere hasta dos meses de investigación, añade, para tener bases sobre las cuales debatir y escudriñar en los orígenes de los malestares. La comunicadora explica que la preocupación común de quienes acuden a exponer sus casos es estar bien con los demás, algo que suena sencillo, pero que algunas personas no saben cómo se logra.
El programa ofrece herramientas para tratar de hallar el camino al entendimiento familiar y esa es la gran satisfacción que anima al equipo de trabajo, el cual también recibe lecciones pues "trabajamos con emociones y no somos ajenos a estas".
Talk show consciente
Si bien el programa, al igual que los otros cuatro que conforman la barra de Diálogos en confianza, tienen el formato de talk show, en nada se parece a las emisiones que bajo esa etiqueta popularizaron en México Televisa y Televisión Azteca.
En Escuela para padres los testimonios sirven como punto de referencia para la opinión de especialistas, no para promover el morbo o denigrar a los involucrados. Como alguna vez afirmó María Eugenia Tamez, productora de Diálogos.., en esta serie se ve al televidente como persona, no como consumidor.
Hernández explica que se han presentado temas fuertes que en su momento han irritado a algunas personas del auditorio, como cuando se trató la situación de madres lesbianas. Pero en general, "hay bastante tolerancia.
La familia mexicana ha cambiado mucho, cada vez es más fuerte la participación de las mujeres, y los jóvenes tienen mucha información acerca de temas que antes les eran negados".
Puntualizó que resulta paradójico que los medios informen tanto acerca de política o de economía cuando existe un gran desconocimiento acerca de las relaciones humanas: "En los hogares también hay una gran necesidad de democracia, pero no se sabe cómo conseguirla. En este sentido, por ejemplo, siempre tratamos de estar a la vanguardia de la información que le puede ser útil a los padres para saber cómo relacionarse con sus hijo adolescentes, o cómo enfrentar las adicciones. El cómo tener una buena comunicación en la familia es una de las preocupaciones recurrentes del público, algo que siempre nos piden que tratemos".
La comunicadora asegura que entre la población existe una gran necesidad de información acerca de temas como sexualidad, el dolor que causa la infidelidad o la violencia intrafamiliar que, desafortunadamente, la mayoría de los medios no cubren o lo hacen sin respeto.
Otro de las satisfacciones de Escuela para padres es que a nadie se le paga por ir a contar su historia. El programa capitaliza la necesidad que tiene la gente de hablar de lo que le sucede, pues "aquí siempre va a encontrar un escucha atento a sus problemas."