LUNES Ť 4 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Del Hoyo de Dona está extrayendo el doble del gas que se obtiene en todo México
La política energética de EU busca controlar las riquezas naturales de varios países
Ť Impulsa la cooperación y que los países vecinos abran sus sectores a la inversión privada, advierten especialistas e investigadores de El Colegio de México
NOTIMEX
El investigador del Colegio de México, Miguel García Reyes, alertó que la política energética estadunidense, que ha ido de la mano con su carrera armamentista, implica ''un proyecto de nación para tener el control de las riquezas naturales de varios países''.
García Reyes, especialista en temas petroleros, afirmó que la llegada a la Casa Blanca de George W. Bush ''no es casual ni circunstancial''. Relató que George Bush (padre), empresario texano dueño de una compañía petrolera que trabajó en México con el ex director de Pemex, Jorge Díaz Serrano, se encargó de abrir la industria petrolera de la Unión Soviética y se apoderó del Golfo Pérsico con la guerra de 1991. Dos años antes, en 1989, dio conocer el nuevo programa de energía de Estados Unidos, en el cual propuso que su país dependiera menos del petróleo árabe y se acercara más al crudo de América Latina, específicamente Venezuela y México. Este último proyecto hoy es punto nodal del programa estratégico de energía del mandatario estadunidense.
Con la llegada de Clinton se interrumpió el proyecto energético. Ese presidente logró componer la economía, pero relegó la industria petrolera estadunidense, le dio poco énfasis e impulso a la armamentista que se había visto favorecida con Reagan mediante la venta de cohetes a los rusos.
El 17 de mayo pasado, cuatro meses después de instalarse en la Casa Blanca, George W. Bush dio a conocer el plan de energía de su administración, con el cual pretende resolver la crisis del sector por la que atraviesa su país a través del aumento en la producción nacional de petróleo, carbón, gas natural, electricidad y energía nuclear y destinar 10 mil millones de dólares para la conservación del medio ambiente.
Una de las alternativas energéticas del plan es aumentar la cooperación y desarrollo de proyectos de energía con los países de América Latina, pero de manera especial con Canadá y México en la producción de gas natural.
Lo que quiere Estados Unidos es que sus dos vecinos abran sus sectores de gas natural a la inversión privada para modernizar y ampliar su capacidad de este derivado, como parte del plan de cooperación de América del Norte.
García Reyes menciona que Bush destacó el hecho de que Estados Unidos importa a diario el 52 por ciento del petróleo que requiere (600 mil barriles de crudo), lo cual representa una vulnerabilidad para la seguridad nacional.
Por su parte, la especialista del Centro de Estudios sobre América del Norte de la UNAM, Rocío Vargas, se refirió a la segunda megacuenca petrolera del mundo en el golfo de México, conocida como Hoyo de Dona, y consideró que el real peligro para los recursos energéticos mexicanos en esta zona está en la posibilidad de que Estados Unidos pueda succionar el hidrocarburo por medio del ''efecto popote''.
Para Fabio Barbosa, quien realiza junto con otros investigadores un seguimiento de lo que Estados Unidos está haciendo en la parte que le corresponde del golfo de México, aseguró que los estadunidenses tienen 700 campos petroleros, de los cuales extraen más del doble del gas que los mexicanos ''sacamos en todo el territorio nacional y en la zona marina''.