lunes Ť 4 Ť junio Ť 2001

Samuel Schmidt

šQué chulada de negocio!

Compre usted un banco, quiébrelo, consiga apoyo gubernamental para limpiarlo y véndalo. Esta operación le permitirá que varias generaciones después de usted, sus familiares, no necesiten saber lo que es trabajar. Me olvidé, el componente básico es: hágase amigo del presidente en turno.

Esta es la historia de los banqueros nacionales entre los que destacan varios encarcelados, otros fugados, otros luchando contra la extradición, aunque el más destacado es Roberto Hernández, socio de Banamex, el banco que supuestamente era la joya de la corona.

Este banquero creció modestamente en sus negocios, hasta que el secretario de Hacienda le recomendó que compitiera por Banamex. Con 3 mil 500 millones de dólares lo compró, aunque había varios socios invisibles que se sospecha son miembros de la familia presidencial.

El neobanquero siguió la conducta usurera y abusiva de sus colegas y contribuyó a sumir al país en la peor crisis bancaria de su historia y a comprometer el futuro nacional con el rescate bancario, que se ha convertido en un gigantesco desfalco, de donde salieron 3 mil 500 millones de dólares para Banamex; esto le permitió vender el banco en 12 mil 500 millones de dólares. Chulada de negocio.

Lo interesante de la historia es que Ernesto Zedillo no niega las versiones de que Roberto Hernández financió parte importante de su campaña, lo que puede configurar un delito, porque podría mostrar que rebasó los topes impuestos por la ley. Que el presidente fuera con frecuencia a bucear en la isla caribeña del banquero no es ilegal, aunque pudo haber facilitado el trato bondadoso del Fobaproa a ese banco.

Vicente Fox tampoco niega las versiones de que Roberto Hernández haya financiado su campaña, con lo cual cae en el agravante legal de Zedillo y también vacaciona en esa isla, lo que pudo haber influido para bloquear la fusión con Bancomer, porque en una de ésas ya veían hacia Citigroup y una posición mucho mejor.

Hernández parece ser el eslabón perdido de la muy rumorada maniobra de Zedillo para entregar el poder al PAN, y sugeriría que podría haber un pacto secreto entre el ex presidente y Fox, que explicaría la inacción frente a los fuertes rumores de corrupción del pasado reciente. Reconozcamos que hay mucho ruido y pocas nueces. El secretario de la Contraloría anuncia sistemáticamente sobre el descubrimiento de hechos ilícitos, pero hasta ahora nadie ha pisado la cárcel y mucho menos los hombres cercanos a Zedillo. ƑHabrá fuertes lazos que le aten las manos al contralor? Pero si está usted interesado en el futuro, ponga mucha atención sobre los huéspedes de la famosa isla y tal vez entienda usted la nueva dinámica de la sucesión presidencial para el 2006.

Frente a este cuadro usted puede dejar de lado, o tal vez no, las acusaciones que un periodista le hizo a Hernández de que en su isla se había encontrado droga, porque lo que transpira de esta historia es una fuerte complicidad entre el poder presidencial y los negociantes para defraudar a la nación.

La lógica, o será la decencia, dicen que si el gobierno, o será mejor decir el pueblo, los ayudó a hacer el negocio de su vida, lo correcto/ético sería que de la gigantesca/pantagrúelica ganancia que han recibido le devuelvan su parte a la nación.

Como negocio, Roberto Hernández y socios pusieron 3 mil 500 y recibieron 12 mil 500, rendimiento mucho mejor que el que tendrán los changarros que dice querer apoyar el presidente Fox. Lo correcto es que de hacerse el negocio, la autorización los obligue a devolver el equivalente al negocio que les permitió vender y lo mismo debe hacerse respecto a los otros bancos, porque este modelo lo ejercieron los demás banqueros que se lanzaron con alegría a los brazos del capital extranjero.

Una nota sobre la extranjerización de la banca. Frente al argumento que necesitamos consolidarnos para entrar con éxito a la globalización, lo cierto es que poner nuestro dinero en manos extranjeras implica dos procesos inevitables:

1) Las ganancias de los bancos, incluidos los intereses que pagará el IPAB, abandonarán México. Así hacen todas las empresas que invierten en otro país. Esos recursos dejarán a la economía mexicana, como lo hicieron los de la industria del turismo y la inversión extranjera durante tantos años. ƑCuándo empezarán a leer libros de historia estos neoliberales?

2) La circulación del dinero que capten los bancos no será estrictamente nacional, sino que los pesos mexicanos encontrarán su camino a otros mercados. Esto implica que no necesariamente habrá más dinero y que podrá haber fuertes presiones sobre el dólar, porque los bancos exportan dólares, no pesos, aunque el presidente Fox crea que nuestra moneda es de las más fuertes del mundo.

El Congreso tiene otra importante oportunidad para demostrar que dispone esta vez; puede ahorrarle muchos recursos y dolores de cabeza a la nación; ojalá que abra los ojos y abandone la miopía del interés de cortísimo plazo.

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