DOMINGO Ť 3 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Piden hoteleros aprobar las reformas a la Ley Federal de Juegos con Apuestas y Sorteos

Cerca de mil casinos clandestinos evaden al fisco 500 mdd anuales

Ť Durante el 2000, casi 300 mexicanos dejaron una derrama de 200 mdd, sólo en Las Vegas

Ť Un grupúsculo se opone a legalizar casinos porque se les va el negocio, dice Miguel Torruco

HUMBERTO ORTIZ MORENO

Reportes del Buró de Visitantes y Convenciones de Las Vegas, Nevada, revelan que, sin opciones seguras ni similares en nuestro país, un puñado de mexicanos gasta cuantiosas fortunas en los casinos de la capital mundial del juego.

Las estadísticas son elocuentes: unos 300 connacionales dejaron una derrama de 200 millones de dólares (casi 2 mil millones de pesos) durante el año 2000, apostando a la suerte y disfrutando de los placeres de la fastuosa ciudad, mientras en este país el gobierno federal aplica recortes al gasto público, cuenta apenas con 200 millones de pesos para su programa de microcréditos y su Cámara legislativa de origen, el Senado, sostiene precariamente sus necesidades operativas y administrativas con 234 millones de pesos.

Es por ello que Miguel Torruco Márquez, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), apela a la visión estratégica del Poder Legislativo para que apruebe cuanto antes la iniciativa de reformas a la Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos, porque en Estados Unidos, específicamente en Las Vegas y Atlantic City, autoridades y empresarios "esperan que continuemos discutiendo el tema durante 20 o 30 años más, porque no les conviene que traigamos para acá un mercado de mexicanos que gusta de ir a los mejores lugares, con excelentes restaurantes y salas de juego".
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En tanto, México se debate en la irregularidad y la corrupción a partir de la creciente demanda de cierto tipo de inversionistas, turistas y hombres adinerados, sin que sea reconocida por el Estado, desde que en 1934 el general Lázaro Cárdenas, entonces presidente de la República, prohibió la operación de casinos.

Es así como se han asentado paulatinamente juegos y sorteos institucionalizados: la Lotería Nacional, el Jai-Alai de Tijuana, Acapulco y la ciudad de México; los galgódromos en la franja fronteriza y los concurridos palenques diseminados en toda la República, donde "las apuestas al giro y al colorado", dice Torruco, son motivo de indiferencia y simulación de quienes las supervisan y de los gobiernos estatales.

El dirigente de la AMHM asevera que nadie ha querido darse cuenta de que en el país trabajan unos mil casinos clandestinos que generan ingresos y, por tanto, una evasión al fisco calculados en aproximadamente 500 millones de dólares anuales.

"Se ha solapado todo tipo de actividades ilegales, y hay un grupúsculo de vivales que no quieren que los juegos se transparenten, porque acabaría con un gran negocio para ellos", advierte.

Los casinos operan en 140 países del mundo, cuyos gobiernos los conciben como un complemento adicional de todo un menú de atractivos turísticos. De ellos, 20 son competencia económica y comercial de México. Para demostrar su rentabilidad, un dato: durante el año 2000, 20 millones de turistas visitaron las islas del Caribe, de los cuales 25 por ciento (5 millones) acudió porque cuenta con ese tipo de negocios.

"Por eso en Estados Unidos ven como un problema la instalación de casinos en México", aduce Torruco y acalla las voces preocupadas porque esos establecimientos, bien regulados, pudieran generar prostitución y vicio, pues las estadísticas comprueban que Las Vegas y Atlantic City son las ciudades más vigiladas y seguras.

Pero si continúan en la clandestinidad, seguirán rondando las drogas y la corrupción.

Según el líder hotelero, los casinos serían instalados en la zona fronteriza. Primero en Ciudad Juárez, Chihuahua; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Tijuana, Baja California, y Reynosa, Tamaulipas, para después continuar con la ciudad de México, pero en las afueras; Guadalajara; y los destinos de playa de Acapulco, Los Cabos, Cancún, Nuevo Vallarta y Veracruz, mediante una inversión inicial de 2 mil 40 millones de dólares.

La recaudación anual sería cuantiosa, explica: 2 mil 680 millones de dólares y los ingresos, por otros conceptos, ascenderían a mil 342 millones de dólares. Con cada casino instalado, habría 5 mil empleos directos que beneficiarían a una población de 85 mil habitantes, asegura el presidente de los hoteleros.