El
equipo argentino Rosario Central llegó ayer a la ciudad de México,
en medio de un fuerte dispositivo de seguridad por parte de las autoridades
del aeropuerto capitalino, que impidió la labor de la prensa.
Ť Se marginó a la prensa
En silencio llegaron los argentinos al DF
ROSALIA A. VILLANUEVA
El
equipo argentino Rosario Central llegó ayer a la ciudad de México,
en medio de un fuerte dispositivo de seguridad por parte de las autoridades
del aeropuerto capitalino, que impidió la labor de la prensa.
La escuadra sudamericana se concentró en seguida en Toluca, para realizar un campamento de altura con miras al encuentro del próximo jueves con el Cruz Azul, en el partido de ida de las semifinales de la Libertadores.
Flanqueados por el entrenador Edgardo Bouza y el goleador Juan Antonio Pizzi, los rosarinos descendieron del avión de Mexicana por la parte trasera para ser transportados en un autobús a la capital mexiquense.
Fueron observados de lejos por una treintena de reporteros y fotógrafos que desconocían la orden de la Policía Preventiva, de evitar contacto directo con los jugadores luego de los desmanes suscitados la semana anterior con la llegada del River Plate.
Pese a que uno de los acompañantes del equipo que se disponía a presentar los pasaportes en migración había accedido hablar con los medios, el oficial Armando Carranza (PFP) evitó que los comunicadores se acercaran.
En forma prepotente encaró a los reporteros con el argumento de que tenía órdenes de que los argentinos no proporcionaran entrevistas.