SABADO Ť 2 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La empresa aumentó su oferta de incremento salarial a 9%; es insuficiente: Barrales

Solicitó Aeroméxico a la JFCA declarar inexistente la huelga de sobrecargos

Ť Jornada de intensas negociaciones, pero nulos resultados; ambas partes de acusaron de irresponsables

FABIOLA MARTINEZ

Sin acuerdo, concluyó ayer una intensa jornada de negociaciones entre directivos de Aeroméxico y la representación sindical de los sobrecargos de esta aerolínea, quienes estallaron la huelga en el último minuto del jueves en demanda de incremento salarial "de por lo menos 11 por ciento" y la reparación de dos violaciones a su contrato colectivo.

Antes del inicio del conflicto Aeroméxico ofreció 8.5 por ciento de aumento y a casi 24 horas de la huelga los ejecutivos de la empresa incrementaron su oferta en medio punto, para alcanzar 9 por ciento directo al salario, oferta que fue rechazada de inmediato por la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA). Alejandra Barrales, dirigente de la organización, calificó la oferta de "insuficiente" en el contexto de una negociación "de regateo absolutamente fuera de lugar".

Ni las pérdidas de 40 millones de pesos diarios para esta aerolínea a causa del paro y mucho menos el optimismo que dejaron ver en el transcurso del día funcionarios de la Secretaría del Trabajo, dirigentes sindicales de la Unión Nacional de Trabajadores y las partes involucradas, fueron suficientes para alcanzar un acuerdo y por el contrario se vertieron acusaciones mutuas de "irresponsabilidad" y "posiciones simplistas", esta última pronunciada por el director de mercadotecnia de Aeroméxico, Alejandro Iberri, hacia Barrales.

Buena voluntad

Los involucrados en la negociación manifestaron una y otra vez disponibilidad al diálogo y voluntad de solución; sin embargo, la empresa hasta el momento se niega a reconocer las supuestas violaciones al contrato colectivo denunciadas por ASSA; este gremio no cede en su postura y continúa latente la eventual declaratoria de inexistencia legal de la huelga, tras la demanda que presentó la empresa en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

La decisión del gobierno federal de no aplicar la requisa no suavizó el ambiente ni permitió un aumento de oferta salarial. Barrales reconoció que esta primera jornada de pláticas, ya con la huelga en marcha, representó una "frustración" para los trabajadores, porque "es difícil entender que lo ofrecido al sindicato de sobrecargos se convierta en un parámetro a la baja para las revisiones salariales".

Ante ello, la negociación se reanudará este sábado a las 10 de la mañana en las instalaciones de la Secretaría del Trabajo, con la mediación de Carlos Abascal, yaeromexico_huelga3 dos hora más tarde se celebrará la audiencia incidental de calificación de huelga en la JFCA.

Del optimismo a la frustración

Por la mañana se informó que la representación jurídica de Aeroméxico solicitó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje la inexistencia legal de la huelga de sobrecargos. El trámite se realizó en el plazo que estipula la ley y se programó una audiencia -denominada incidental de calificación de huelga- para que la autoridad laboral definiera esta situación.

La noticia fue recibida con mesura por el sindicato de sobrecargos, ya que por un lado desvanecía el optimismo por la no aplicación de la requisa, y a la vez, los colocaba en alerta ante una posible declaratoria oficial en contra de este movimiento.

Ya verificada la colocación de banderas rojinegras y la confirmación de "pequeños incidentes en los aeropuertos del país", la ASSA acudió nuevamente a la Secretaría del Trabajo para intentar establecer un diálogo con los representantes de la empresa.

Desde el mediodía empezó el ir y venir de ejecutivos y comisiones sindicales de un edificio a otro de la dependencia y hacia la oficina del secretario del Trabajo, Carlos Abascal. Los directivos de Aeroméxico aseveraron que la vía para solucionar el conflicto sería la "conciliatoria y legal" y reiteraron que el aumento solicitado por los sobrecargos, "de entre 11 y 15 por ciento", estaba fuera del contexto de la realidad del país y de la empresa.

Aseguraron que las percepciones mensuales de los sobrecargos es de 22 mil pesos, menos 24 por ciento de impuestos, así como casi 8 mil pesos de viáticos; luego, calificaron de injusto que se dañe la imagen de la aerolínea con un tercer movimiento laboral de este tipo en cuatro años.

También desde temprana hora dirigentes del Congreso del Trabajo y de la Unión Nacional de Trabajadores manifestaron su solidaridad con el gremio en huelga y exigieron al gobierno su intervención para flexibilizar la oferta de Aeroméxico, así como la necesaria presencia del director de la aerolínea, Alfonso Pasquel, en la mesa de negociación.

Los cetemistas Javier Pineda Serino y Netzahualcóyotl de la Vega manifestaron su beneplácito por el respeto al derecho de huelga y su solidaridad hacia los sobrecargos. "Nos alegramos por esa decisión del gobierno".

En principio, el sindicato afirmó que su pliego petitorio representa apenas 1.18 por ciento respecto a las pérdidas diarias por la huelga en esta empresa (cerca de 40 millones de pesos). "En realidad, a esta empresa siempre le sale más caro el caldo que las albóndigas", resumió Barrales.

Sin embargo, dejó en claro que no renunciarían a lo que ellos consideran como violaciones al contrato colectivo: permitir que los sobrecargos pernocten al llegar a Lima, Perú, procedentes del DF, antes de iniciar su retorno a nuestro país por tratarse de una jornada de 14 horas con 25 minutos, comprendida en el lapso de salida a las 5 de la tarde y retorno a las 7 de la mañana siguiente.

Además, exigen el pago del llamado DH (Dead Head), esto es cuando un tripulante se traslada de un punto a otro en calidad de pasajero para iniciar desde un lugar determinado su jornada laboral; esto se establece en la cláusula 8 de su contrato en denominaciones y servicio de pasajero y tiempo efectivo de vuelo.