SABADO Ť 2 Ť JUNIO Ť 2001

Ť El candidato latino a la alcaldía de Los Angeles está 11 puntos abajo de James Hahn

Se desploma la candidatura de Villaraigosa

Ť A cuatro días de las elecciones, el voto hispano podría ser la salvación para el dirigente

JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS

Albuquerque, 1o. de junio. Antonio Villaraigosa, quien hace un par de semanas parecía estar a la puerta de ser el primer alcalde latino de Los Angeles en más de un siglo, ahora está en peligro de perderlo todo a cuatro días de las elecciones.

Aunque tanto simpatizantes como opositores no descartan que la elección será muy cerrada con Villaraigosa su posible triunfador, analistas señalan que el desplome que ha sufrido su campaña, según las ultimas encuestas, pone en jaque sus posibilidades.

Hace dos semanas, las encuestas (sostenidas durante tres semanas) daban una ventaja de cuatro puntos a Villaraigosa sobre su opositor James Hahn, pero hubo un giro en las tendencias, y esta semana una encuesta sorprendió a su campaña con la noticia de que está 11 puntos abajo.

025f1.jpgEste cambio de 15 puntos en 14 días, o una pérdida de más de un punto por día, en la recta final está provocando alarma entre los simpatizantes de Villaraigosa.

"Si algo no cambia, Villaraigosa perderá el martes," advirtió Antonio González, presidente del Instituto Willie Velázquez en Los Angeles, la organización más importante de empadronamiento latino.

Para González, este giro tiene que ver con un solo factor: Villaraigosa podría ser víctima de la guerra antidrogas; su contrincante inundó los medios televisivos con un anuncio en el que acusa a Villaraigosa de aceptar contribuciones del padre de un joven encarcelado por traficar cocaína, interceder a su favor al solicitar que el entonces presidente Bill Clinton lo perdonara y luego negar su participación, y después continuar aceptando contribuciones del padre.

El anuncio, que comenzó a ser transmitido hace una semana, ha sido el factor más claro en el desplome del apoyo a Villaraigosa, indicó González en entrevista con La Jornada. Antes del anuncio, dijo, Villaraigosa ganaba por 49 contra 45 por ciento, y ahora está perdiendo 54 a 43 por ciento.

Tendencia difícil de revertir

El estratega político-electoral Bill Zimmerman dijo hoy a este diario que "cuando las encuestas se desploman así de rápido, no es nada fácil revertir esa tendencia".

Explico que la pugna electoral entre Villaraigosa y Hahn gira ahora en torno al voto conservador blanco --todo depende de su nivel de participación--, y este ataque con el tema de drogas puede ser sumamente efectivo en esa comunidad.

Al mismo tiempo, Zimmerman consideró que es muy difícil obtener una evaluación precisa del voto latino, clave para Villaraigosa, ya que el electorado de esa comunidad frecuentemente no se interesa hasta los últimos días de una elección, y es así que Villaraigosa aún tiene la posibilidad de contar con un voto más elevado de lo que registran las encuestas.

Maury Weiner, ex subalcalde de Los An-geles, está de acuerdo con la evaluación de Zimmerman, y agregó en entrevista con La Jornada que estaba desilusionado porque Hahn haya decidido utilizar el tema de las drogas para ganar apoyo a su candidatura.

Incluso la representante federal por Los Angeles Maxine Waters, simpatizante de Hahn, pareció incómoda por el uso del te-ma de las drogas para atacar a Villaraigosa. "No me gustan las campañas negativas", señaló hoy a estos corresponsales.

En un debate trasmitido por televisión en Los Angeles esta semana, Villaraigosa acusó a su contrincante de promover una campaña "de temor", y sus simpatizantes señalaron que el traficante mencionado en la publicidad de Hahn también recibió apoyo ante Clinton por parte del arzobispo y del sheriff de Los Angeles.

Villaraigosa también contratacó y cuestionó si Hahn había recibido asistencia ilegal de tribus indígenas que difundieron propaganda negativa de Villaraigosa.

Hahn negó las acusaciones, y también cuestionó si la campaña de Villaraigosa ha-bía recibido apoyo ilegal.

Pero, para líderes latinos como González, es parte de una nueva versión de una de las tácticas políticas más viejas del país: "Las drogas son el nuevo anticomunismo; antes se usaba la etiqueta de comunista para neutralizar a luchadores por un cambio social y la justicia, ahora se hace lo mismo al acusarlos de estar vinculados con el narco".

Agregó el dirigente hispano en Albuquerque, durante un foro que analiza la reforma a las políticas de la guerra contra la droga: "Aquí tenemos el caso de un candidato cu-ya propuesta era unificar una ciudad herida y dividida por violencia, brutalidad policíaca, políticas antinmigrantes; su tema de campaña era curar estas heridas. Todo ese intento está en jaque por este ataque".

"Ahora, esto podría causar la derrota de la máxima expresión latina en la política estadunidense", señaló por último