SABADO Ť 2 Ť JUNIO Ť 2001
Ť El retiro de publicidad podría propiciar pactos sobre cuestiones de fondo, señala
Confía Diego Fernández en que haya acuerdo para la reforma fiscal antes de septiembre
Ť Fox se ve obligado a hacer cambios ante el rechazo generalizado, aseguran priístas
ANDREA BECERRIL
El cambio en la estrategia presidencial de negociación relativa a los proyectos de reforma fiscal y hacendaria hace viable la posibilidad de que se llegue a un acuerdo en el Congreso de la Unión antes de septiembre, cuando se inicie el nuevo periodo ordinario de sesiones, consideró el coordinador de la fracción del Partido Acción Nacional en el Senado de la República, Diego Fernández de Cevallos.
"Espero que los acuerdos preliminares, que, se dice, han tenido algunas fuerzas políticas y el gobierno, puedan ayudar a que se avance en una reforma fiscal que sea muy buena para el país", agregó en breve entrevista, luego de una reunión con profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
No quiso precisar si la decisión del presidente Fox de retirar la campaña promocional de su reforma fiscal elimina la presión a los legisladores. "Lo importante es que ya se está llegando a acuerdos respecto a la publicidad y como consecuencia de ello se podrá también llegar a acuerdos de fondo."
Fernández de Cevallos comentó que el PAN formulará sus propias propuestas en materia fiscal, una vez que lo hagan las demás fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión.
Por separado, el senador Alejandro Gu-tiérrez Gutiérrez, del Partido Revolucionario Institucional, consideró que era "obligado" que Fox retirara la "costosísima" campaña propagandística con la que pretendía forzar al Congreso a aprobar su reforma fiscal. Haber llegado a una decisión así, agregó, posibilita que el Poder Legislativo cumpla de manera responsable con su cometido de aprobar una reforma fiscal en beneficio del país.
"El PRI va a seguir en la misma ruta, que es trabajar en los diez grupos que analizan igual número de temas sobre la reforma fiscal, en coincidencia absoluta con los diputados", precisó Gutiérrez.
Según otros legisladores del PRI, el Ejecutivo federal se vio obligado a variar su estrategia a partir del rechazo casi generalizado a su propuesta, pues tanto gobernadores como representantes sectoriales y los congresos locales le expresaron abiertamente el desacuerdo con buena parte del contenido de su propuesta hacendaria, sobre todo la pretensión de gravar medicinas y alimentos con el impuesto al valor agregado.
Críticas de la IP sudbajacaliforniana
A la Comisión Permanente del Congreso de la Unión siguen llegando escritos de las legislaturas locales y de organizaciones productivas para rechazar la reforma fiscal foxista. Ayer se dio entrada a oficios de cámaras de comercio, de industria y otros organismos empresariales de Baja California Sur.
En un escrito firmado por los presidentes locales de la Coparmex y la Canacintra, así como de las cámaras de comercio de La Paz y Los Cabos y la Asociación de Empresas Hoteleras y Turísticas, entre otras, advierten al Congreso de la Unión de las graves repercusiones que tendría para Baja California Sur la aprobación de las iniciativas fiscales de Fox, en especial los puntos referidos a estados fronterizos.
"Aumentar el IVA cinco por ciento sería la puntilla para muchas empresas y un grave atentado contra nuestra economía. Debemos continuar integrados a la Franja Fronteriza Norte", expresan. Se oponen además a que se graven las prestaciones sociales hoy exentas, porque ello encarecería aún más la mano de obra e impulsaría despidos y reducción de personal.
Resaltan que gravar medicinas y alimentos repercutiría en forma severa, porque la población autoempleada en Baja California Sur es muy numerosa. "Sólo un 40 por ciento de la planta laboral del estado es derechohabiente del IMSS o del ISSSTE y el resto adquiere los medicamentos directamente", explican.
Felicitan luego al Congreso por haber decidido someter a consulta ciudadana el proyecto de reforma fiscal, a fin de que la nueva ley hacendaria que se apruebe "estimule y no obstaculice el desarrollo de las regiones". La propuesta de Fox, insisten, no cambia el criterio tributario centralista, ya que la Federación continuaría captando 96 por ciento de los impuestos, contra 68 por ciento que capta el gobierno de Estados Unidos.