Ť El Presidente encabezó en Veracruz la celebración del Día de la Marina
Se compromete Vicente Fox a modernizar la Armada y dar mejor nivel de vida a sus miembros
Ť El mar, oportunidad de crecimiento para México, dijo Ť El Grupo de Fuerzas Especiales efectuó vistosos ejercicios, con apoyo de helicópteros artillados y lanchas interceptoras
JESUS ARANDA ENVIADO
Veracruz, Ver., 1o. de junio. Al conmemorarse el Día de la Marina, el presidente Vicente Fox se comprometió, "en la medida de los márgenes presupuestales", a realizar un "esfuerzo nacional" para mejorar las condiciones de vida de los miembros de la Armada, modernizar la institución y mejorar la tecnología y recursos con que cuenta ésta.
En el marco de la vistosa ceremonia que se desarrolló en alta mar frente a las costas del puerto de Veracruz, Fox -quien iba a bordo del buque insignia E-50 de la Armada- señaló que su gobierno llevará a cabo "un esfuerzo adicional" para mejorar las percepciones salariales de los hombres de mar, porque "sé que es mucho lo que ustedes le entregan a la nación, tenemos la obligación de responder con justicia a sus requerimientos". Al respecto señaló que la seguridad nacional descansa "en gran medida" en el desempeño y eficacia de los marinos del país.
Acompañado por los secretarios de Marina, almirante Marco Antonio Peyrot González, y de la Defensa Nacional, general Ricardo Clemente Vega García, el comandante supremo de las fuerzas armadas encabezó por primera vez en su administración un acto conmemorativo de la Armada de México.
A bordo del buque insignia, Fox y la comitiva que lo acompañó lanzaron una ofrenda floral al agua en memoria de los marinos -de guerra y mercantes- muertos en el desempeño de su labor. Posteriormente el presidente Fox presenció una exhibición del Grupo de Fuerzas Especiales de la Armada, cuyos elementos, apoyados en helicópteros, aviones y lanchas interceptoras, desarrollaron acciones anfibias "de ataque violento", que incluyeron descensos en paracaídas, así como disparos de "fuego real" desde helicópteros rusos artillados, así como desde las lanchas interceptoras y embarcaciones grandes y medianas.
Fue la "presentación en sociedad" del recién creado Grupo de Fuerzas Especiales de la Armada, que cuenta con casi 450 elementos, quienes apenas han cumplido la fase inicial de su entrenamiento- que consta de un año en total-. Aunque este grupo de elite ha cumplido apenas con una etapa inicial de preparación, las acciones de comando causaron grata impresión entre los miembros de la comitiva presidencial y el público en general que seguía las incidencias de la acción a bordo de dos buques de transporte.
En su discurso, Fox dijo, en alusión a la iniciativa de la Armada de participar en la construcción de buques para impulsar el desarrollo económico del país, que "los marinos de México saben, mejor que nadie, que el mar encierra grandes, grandes esperanzas para nuestro progreso". Y añadió que "con visión de futuro y pleno respeto a la naturaleza vamos a trabajar unidos gobierno y sociedad para hacer del mar una oportunidad de crecimiento con calidad para México".
Revista naval y ejercicios de fuerzas anfibias
La tradicional revista naval que realiza el Presidente de la República en alta mar -en esta ocasión fueron nueve buques y seis lanchas interceptoras- se engalanó en esta ocasión con la demostración de los infantes del Grupo de Fuerzas de Reacción. Según oficiales consultados, con estos ejercicios los infantes de marina demostraron "lo que en realidad es la actuación de un cuerpo anfibio, que va del mar a tierra"; esto en clara alusión al Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales del Ejército, creado en 1998.
De inicio, los infantes llevaron a cabo un ejercicio de "inserción por soga" desde un helicóptero a un blanco determinado de manera "veloz y sorpresiva". Esta técnica se utiliza para el descenso de soga rápida sobre plataformas petroleras, buques, edificios, fábricas y áreas boscosas. En el ejercicio participaron cuatro grupos de asalto de las fuerzas especiales, para un total de 32 elementos.
El espectáculo aéreo y marítimo continuó con la operación de "inserción acuática", en la que desde un helicóptero se lanzó una lancha al agua. Estas acciones tienen el propósito de infiltrar personal en costas enemigas de manera sigilosa y con el máximo grado de sorpresa para destruir obstáculos o instalaciones, o bien, para la extracción de personas de un blanco preseleccionado.
Posteriormente se desarrolló un ejercicio de inserción de un comando anfibio desde una embarcación a alta velocidad, operación que tiene como propósito la instalación clandestina en terreno hostil, para obtener información, confundir al enemigo, capturar material o personal enemigo y destruir instalaciones.
Más tarde, el lanzamiento de casi 100 paracaidistas sobre las costas de Antón Lizardo, lugar ubicado a unos metros de la Heroica Escuela Naval, mostró las acciones de asalto que permiten destruir instalaciones, efectuar reconocimiento de terreno enemigo, controlar temporalmente un determinado teatro de operaciones (salto táctico); así como la infiltración de personal en áreas hostiles, "cuando otras técnicas de penetración no sean posibles", constituir un medio alterno de infiltración en apoyo a las operaciones anfibias.
Pero faltaba la cereza del pastel, el ejercicio de tiro de fuego real desde helicóptero y embarcaciones a un blanco fijo.
El estruendo de los disparos de las piezas de artillería de 40 mm de los buques iba acompañado de "pequeñas fuentes" que se formaban al impactarse los tiros en el mar.
Llegó el turno de dos helicópteros MI-8 artillados, los cuales se aproximaron al blanco en vuelo rasante para disparar tiros de cohetes de dos pulgadas.
Pese a la espectacularidad no hubo mucho que celebrar, todos los disparos fallaron. Un oficial de alto rango reconoció que la falta de precisión se debe a que aún son insuficientes las prácticas de fuego real del personal. Pero el problema es que no hay presupuesto para municiones, y cuando se solicitan más recursos, la respuesta es que la compra de parque no es considerada como una prioridad por el Congreso al momento de aprobar el presupuesto de la Armada.
Recorrido por Expomar
Antes de la ceremonia en alta mar, Vicente Fox y su comitiva visitaron la Escuela Náutica Fernando Siliceo para recorrer la exposición marítima Expomar, mientras que afuera un grupo de manifestantes le gritaba al Presidente consignas en contra de la reforma fiscal, aunque otro grupo de simpatizantes del PAN hacía lo propio pero con consignas a favor de sus acciones gubernamentales.
El incidente no pasó a mayores, y Fox únicamente los observó de lejos a su llegada al plantel, para después pasar a la Expomar, en donde le fueron obsequiadas unas botas de piel de robalo "del número 11", hechas con una novedosa técnica para curtir piel de pescado.
Ahí mismo entregó condecoraciones de perseverancia a marinos mercantes y entregó reconocimientos a los familiares de los elementos de la Armada fallecidos en el hundimiento del remolcador XXXII durante el rescate del buque patrulla P-21.
De ahí se trasladó en helicóptero al buque insignia para encabezar la ceremonia conmemorativa del Día de la Marina.
Veracruz, Ver., 1o. de junio. El secretario de Marina, almirante Marco Antonio Peyrot González, reconoció la posibilidad de que las comunicaciones de otras instituciones involucradas en el combate al crimen organizado sean "vulneradas, decodificadas o rastreadas".
Entrevistado al término de la ceremonia conmemorativa del Día de la Marina, Peyrot aceptó que de confirmarse esta intercepción de las comunicaciones de instancias oficiales, se "vulneraría la actividad" de los órganos encargados de combatir a la delincuencia organizada y al narcotráfico.
Sin embargo, el funcionario se apresuró a señalar que en el caso de las comunicaciones que utiliza la Armada, éstas sí están protegidas (encriptadas) y que los estándares militares "nos dan una garantía muy cierta de que estamos protegidos".
Por otra parte, Peyrot adelantó que "pronto" habrá anuncios y resultados sobre la iniciativa de la Armada para que el gobierno federal incentive la construcción de barcos en México. Y aunque consideró que no constituye un problema de soberanía el que la inmensa mayoría de las exportaciones nacionales se transporten en barcos extranjeros, lo cierto es que los empresarios mexicanos pierden la oportunidad de participar en ese negocio y el país pierde una importante cantidad de divisas por la necesidad de fletar naves extranjeras para transportar sus exportaciones.
JESUS ARANDA, ENVIADO