VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť Se presenta esta noche en el Auditorio Nacional

Paulina Rubio: canto porque necesito mucha atención y me gusta ser amada

JUAN JOSE OLIVARES

Paulina Rubio es una artista, un dínamo de energía femenina que no para y que se enciende con el goce de ser cantante. Un ente de sensibilidad independiente y rebelde que "pagaría por cantar" pero sobre todo, una mujer que ha descubierto la filosofía y su principio para pararse arriba del proscenio: "Necesito mucha atención; me encanta que me arropen, que me cobijen, aunque sea una persona independiente y esté sola, me gusta que me consientan (que haya una flor, un incienso, un recadito), me gusta sentirme amada''.

En una charla intensa con La Jornada con motivo de su presentación en el Auditorio Nacional esta noche -''dedicada a todas las mujeres mexicanas que siempre hemos sido luchonas, peleoneras, con canciones autobiográficas''- en la que se sigue promoviendo su exitoso álbum Paulina, y luego de retornar de una gira por España, EU y América Latina, la cantante se sincera: ''No es que no me gusten las entrevistas, sino que cuando es una conversación me siento más libre... por el contrario de cuando me hacen preguntas, cumplen y se van. Yo no me quiero defender porque yo no he hecho nada. Y es que así soy, me da igual si toman las cosas bien o mal. Todo depende de cómo llegues, o por tu forma, intelectualidad o esencia".

-ƑCómo controlas esa rebeldía en un medio tan hostil como la farándula?

-Hay que manejar esa energía para que no sea una obsesión. La gente te tiene que querer como eres. Llevo haciendo cosas diferentes, cosas que gustan y otras que no, pero al final soy honesta conmigo y con mi gente, con esa rebeldía que puede cambiar en una conversación si tú me convences de algo.

''Tengo una lógica que me ha hecho más pasiva, cauta, madura, y la rebeldía ha sido el luchar por lo que yo creo, por lo que yo quiero (cantar), o como el luchar contra un sistema de compañías que te dicen lo que hagas. A mí me gusta más cómo me ves pero el hecho que me veas de una forma no quiere decir que así sea; eso me da la oportunidad para decir cuándo quiero que se me respete, cuándo escucho y cuándo necesito que no me ensucien el ambiente''.

-Eso tiene que ver con el feminismo que expresas en algunas de tus canciones como El último adiós, Lo haré por ti...

-Ahora hay todo un nuevo movimientopau1pau5de mujeres, un espacio para nosotras. Y es que la verdad un hombre se siente frustrado cuando ve a una mujer preparada, segura e independiente, pero no quiere decir que no haya hombres feministas que nos entiendan. Mi mamá me puso todas las armas para luchar en este medio. Y como me comentó mi papá: tú estás vacunada para eso. Las mujeres ya no somos las víctimas. Por ejemplo yo vengo de una familia de mujeres fuertes, trabajadoras. El feminismo comienza por una intelectualidad sin sacrificar al sexo opuesto.

''Soy más yo arriba del escenario''

Paulina se ha destacado como una vendedora innata de discos; sus éxitos Y yo sigo aquí, No soy esa mujer, Lo haré por ti se ubican en la cima de las listas de popularidad en toda América Latina. Pero eso no la sobresalta. "Tengo un equilibrio bien definido en cuanto al espíritu, eso me hace manejar la presión de la compañía de discos -que es la más grande en el mundo-. Las compañías de discos tienen que dejar al artista ser como es, dejarlos desarrollar la seguridad en sí mismos para que reflejen algo positivo".

-Dijiste que el microfono era tu motor y el grupo lo que te cobija, Ƒdónde eres más Paulina, cuando estás en un reventón con tus broders o en el escenario?

-La verdad es que siempre me hace falta un micrófono para que me oigan; entonces cuando más soy yo es arriba del escenario, porque aunque esté en un fiesta o rave con mis amigos, me hace falta la bocina para que me escuchen.

Con voz segura, aduce: ''Me gusta mi vida, que es de contrastes. No puedo tener una vida comun y corriente. Desde mi infancia han habido contrastes, como el hecho de criarme en el DF y en Los Angeles. Mis papás creían que era necesario que Paulina se fuera también a otro país para equilibrarme. Desde pequeña no era normal, me desadaptaba fácilmente, pero mi mamá me adaptaba. De hecho, en el estudio de Benny Ibarra, con otros amigos (Yolanda Andrade, Aureo Baqueiro, entre otros cuates), nos pusimos a analizar que realmente eramos gente muy rara, pero eso es muy bueno porque mucha gente quisiera ser como uno, diferente, pero no loco".

''Vivo para mi público, no para los chismes''

Paulina es una estrella que tiene bajo control el hecho de ser un foco de atención para el desarrollo de los "chismes de farándula". "He conocido a la gente más grande (desde Juan Gabriel, Plácido Domingo, Vicente Fernández) y ninguno se cree, por eso son grandes. A los que les da el mal del boxeador (dinero y fama rápida) es porque tienen una falta de esencia".

Agrega: ''Pensé hasta los ocho años que todo el mundo era famoso; pero descubrí que no, y es por eso que me manejo muy bien en este medio porque aquí crecí, porque en mi casa los domingos estaban desde Cantinflas hasta los artistas que ni te imaginas. Por eso tengo sensibilidad, pero también tengo un temperamento fuerte que saco en mis conciertos... es el modo de enfocar mi energía. Cuando era adolescente no lo sabía hacer".

Pero no puede dejar de refutarle a los sensacionalistas: ''A cierta prensa le gusta desequilibrarte para que pongas cara de guat, pero no puedes permitir que la gente te desequilibre. En eso de los chismes la solución es que no te lo tienes que tomar personal".

"Nunca me he sentado para hablar de mi vida privada con nadie, pero si vas con actitud de informador y no de chismoso puede que te conteste algunas cuestiones. Los escándalos los hace la prensa no uno mismo. Vivo para mi público, pero no para los chismes que se publican por ahí".

No obstante, "si alguien me ataca, lo entiendo porque le pagan por atacarme y a mí por hacer feliz a la gente". Y si pudiera hablaría por varias horas porque como se dijo es una esteta hiperactiva. "La fatiga constante en las nuevas generaciones, es porque no tienen el gozo de disfrutar lo que hacen. Si gozas lo que haces, ese es tu mismo regenerador de energía. Yo me regenero porque disfruto lo que hago: vivir para cantar".

"Lo que más me gusta es que las niñas de 14 años quieran cantar conmigo, que los de 30 quieran tener el poster, que los de 40 se identifiquen con temas más profundos como los de Manzanero. Para mí lo más importante es que me estoy escuchando, como se oye mi banda, como improviso, cantar, eso es lo que me llena".

Sobre su concierto dice: "Estoy en un momento en el cual disfruto mucho de hacer conciertos; disfruto mucho de las letras de las canciones y la oportunidad que tengo de hacer la fusión de estos ritmos".

"El Auditorio es un escenario que me trae buena suerte; son imponentes su audio, sus luces. Sobre todo con las sorpresas que se puedan dar".