VIERNES Ť 1Ɔ Ť JUNIO Ť 2001
Ť Rechazan oferta de 8.5% de aumento salarial; temen que gobierno aplique requisa
Sobrecargos comienzan huelga en Aeroméxico
Ť "Participación tardía" de Abascal: Barrales; denuncia amenaza de subsecretario de STPS
FABIOLA MARTINEZ
Los sobrecargos de Aeroméxico estallaron la huelga el primer minuto de hoy, en rechazo a la oferta de 8.5 por ciento de aumento salarial y por violaciones al contrato colectivo de trabajo.
Hasta el último momento de la negociación, los directivos de la aerolínea mantuvieron el porcentaje referido y el reconocimiento parcial del pliego petitorio de los mil 500 sobrecargos que encabeza Alejandra Barrales.
En las primeras horas de la madrugada se informó a la asamblea de sobrecargos, mientras que en el recinto sindical se esperaba una eventual comunicación de requisa por parte del gobierno federal, ejecutada a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En tal caso, el gobierno aplicaría esta figura bajo el argumento de proteger la soberanía y la economía nacionales.
Barrales calificó la actitud de la empresa como "una abierta provocación", y denunció ante los medios que recibió una "amenaza" del subsecretario del Trabajo, Fernando Franco, en el sentido de que no había unidad en torno a la decisión de estallar la huelga.
También dijo que fue lamentable "la participación tardía" del secretario del Trabajo, Carlos Abascal, al llamarla a dialogar 30 minutos antes de estallar la huelga.
Hasta el cierre de la edición no había noticias de requisa ni de una convocatoria para continuar la negociación.
En tanto, los pilotos manifestaron su solidaridad con los sobrecargos, y afirmaron que no volarían con personal que careciera de la acreditación y licencia correspondientes. En la asamblea de sobrecargos se tenía que definir en las primeras horas de hoy si se contratan, como ocurrió en 1998 y en el año 2000, con la requisa.
A su vez, el director de Mercadotecnia de Aeroméxico, Alejandro Iberry, dijo al filo de la medianoche que el sindicato mostró una postura "inflexible e intransigente", y que la oferta de Aeroméxico "en definitiva es la última". Es decir, dos puntos por arriba de la inflación programada para este año y en coherencia con las condiciones adversas por las que atraviesa el sector aéreo.
En ningún momento la empresa aceptó haber cometido violaciones al contrato, y aseveró que por cada día de huelga esta aerolínea podría perder entre 30 y 40 millones de pesos. El directivo aseguró que la requisa es una decisión exclusiva del Ejecutivo y, como suele suceder, interpondrían de inmediato una demanda para que se declare inexistente el movimiento de huelga en la aerolínea.
La decisión de estallar esta huelga, la tercera en los últimos cuatro años, no fue fácil, ya que la asamblea general de sobrecargos mostró una clara división de opiniones y grupos.
Con el paro se afectan 250 operaciones diarias y a por lo menos 25 mil pasajeros de los 48 destinos nacionales y 20 internacionales que maneja Aeroméxico, una de las dos aerolíneas más importantes del país por su número de operaciones, personal ocupado (7 mil empleados) y flota (asciende a más de 100 unidades).
Después de varias semanas de intensas negociaciones que derivaron en acusaciones mutuas y en la advertencia de los ejecutivos de que una votación a favor de la huelga representaría la quiebra de la aerolínea, finalmente la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación ratificó los emplazamientos al filo de las 22 horas de ayer.
El primero, correspondiente a revisión salarial, y el segundo por violaciones al contrato colectivo relativas a una jornada excesiva de trabajo en la ruta México-Lima-México, así como la omisión del pago a los sobrecargos cuando van en calidad de pasajeros para trasladarse al lugar en el que habrán de iniciar labores, retribución que sí se concede a pilotos y sobrecargos de Mexicana.