VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť La reforma entraría en juego con el plan neoliberal, dice

Posible, cambiar la Ley Orgánica de la UNAM: González Casanova

Ť Propone una institución de alta calidad no excluyente, que no sea de masas; presentó La universidad necesaria en el siglo XXI

KARINA AVILES

Pablo González Casanova, ex rector de la UNAM, expresó que la Ley Orgánica de la institución puede ser modificada. "El problema sería el siguiente: se habla de reformar la Constitución, y obviamente allí van a entrar en juego el proyecto neoliberal de la Carta Magna y el proyecto neoliberal de la Ley Orgánica".

En la presentación de su reciente libro La universidad necesaria en el siglo XXI, González Casanova planteó su propuesta alternativa sobre el tipo de universidad que se requiere, y que consiste en una institución de alta calidad no excluyente, pero que tampoco sea de masas; con una democracia donde la educación no sea para una elite y luche contra el autoritarismo, la arbitrariedad, la falta de respeto y contra aquel diálogo en el que se acuerde lo que el poder quería que se hiciera, y que sólo sirve para legitimar lo que ya se había decidido antes de éste. Es decir, plantea que "la educación para todos" no sólo se quede en una frase retórica.

Sobre la reforma en materia indígena expresó: "esperamos que la ley no se apruebe en las legislaturas de los estados, porque significaría cerrar la puerta al diálogo y crear dificultades muy serias para lograr la paz".

Acompañado por los investigadores de la UNAM Guadalupe Valencia, Octavio Rodríguez Araujo y Sergio Zermeño, así como por Teresinha Bertassi y Francisco Villalpando, de la UPN, y por la estudiante Margarita Hernández, quienes comentaron su obra, González Casanova afirmó ayer en la Universidad Pedagógica Nacional que no es posible hablar del proyecto de democratización de las instituciones educativas sin considerar el respeto a las autonomías de los conocimientos de alta calidad y, por lo tanto, a los especialistas.

El ex rector planteó un sistema que consiste en entidades autónomas con redes para evitar que suceda lo que el maestro español José Gaos advertía: "El peligro de que la universidad se convierta en un conjunto de escuelas separadas entre sí, y en donde serpablo-gonzalez universitario no signifique nada".

"Debemos considerar dos problemas: no estamos hablando de una universidad de masas; siempre he estado en contra de las masas y de las universidades de masas.

"Estamos pensando en instituciones no excluyentes que hagan todo lo posible por ayudar a los estudiantes a superar sus dificultades para aprender algo, en donde los exámenes no sirvan para excluir, sino para detectar lo que no se sabe y para orientar a quien tiene ese problema.

"La caricatura de este objetivo consiste en decir que queremos hacer una universidad de masas. Pero sí estamos a favor de no dejar en una frase retórica y demagógica la idea de la educación para todos que sigue sosteniendo la UNESCO hasta el día de hoy", pese a que se han incrementado las dificultades para acceder a la enseñanza en sus distintos niveles, destacó.

Otro de los puntos se refiere a la necesidad de reformular la toma de decisiones en muchos aspectos de la vida de la UNAM, refirió. "Y si abrir la universidad y no reducir la educación a pequeñas elites es un proyecto democrático, también lo es hacer efectiva la autonomía de la institución, muy vinculada a la libertad de cátedra y de investigación".

En referencia a la reforma de la UNAM, dijo que por parte de los universitarios se ha puesto a debate toda la estructura institucional, jurídica, legislativa, estatutaria y reglamentaria, y además, está a discusión la formulación del proyecto de cultura general y de especializaciones, el cual "no podemos ignorar ni tomar una decisión muy clara al respecto, porque está amenazado.

"Quieren enseñarnos tecnologías a un nivel mediano, y nosotros no debemos descuidar la cultura en las ciencias naturales y en las ciencias humanas... Ahí se nos plantea un problema de luchar por que nuestros egresados tengan un nivel para el análisis de la sociedad del mundo en que viven, que les permita cierto rigor en sus juicios y sus razonamientos. Este sería el otro gran punto de una buena reforma universitaria".

Vamos a poner las cartas sobre la mesa

Dijo que la Ley Orgánica puede ser modificada. "El problema es que se habla de reformar la Carta Magna. Y, obviamente, allí van a entrar en juego el proyecto neoliberal de Constitución y el proyecto neoliberal de Ley Orgánica". Es decir, apuntó, "vamos a poner las cartas sobre la mesa y decir cuál es nuestro plan, porque allí nosotros tenemos problemas muy importantes. Y es justamente no pasar de la toma de decisiones de una Junta de Gobierno, cuyas determinaciones y juicios han sido cuestionados, a procesos de tipo electoral en donde realmente no se respeten las finalidades más importantes de la universidad".

Al comentar la obra del científico social, Guadalupe Valencia expresó que el inicio del libro sitúa al conjunto de ensayos en un momento en que dar "mejor educación para más es un problema de seguridad nacional". Esta provocativa idea, añadió, sólo puede entenderse en el marco de un proceso y de un proyecto: el neoliberal, que se encamina a la privatización de todos los derechos sociales y a la conversión de los servicios públicos en mercancías. Por ello, dijo que la lucha por la enseñanza se convierte también en una lucha inseparable de todas las luchas que tratan de impedir "la catástrofe nacional y mundial a que nos está llevando el neoliberalismo".

En su turno, Octavio Rodríguez Araujo subrayó que el libro de González Casanova sale a la luz en un momento decisivo para el futuro, en principio, de la UNAM, y quizá también para el de las demás universidades públicas del país. La obra, agregó, será una importante influencia para mantener las banderas de gratuidad y autonomía como condición básica de todas las instituciones de educación superior públicas de la nación.

Francisco Villalpando destacó la importancia de que la obra señale el proceso de exclusión social y las "mentiras estructurales" que se desarrollan al aplicarse un modelo. Sergio Zermeño sostuvo que La universidad necesaria en el siglo XXI es, "ni más ni menos, una argumental para la reforma de la universidad en México y la defensa de la educación gratuita".

Frente a un auditorio lleno, González Casanova habló del peligro que significa pensar que ya todo está determinado y no hay nada que hacer. Y se refirió a la esperanza: "es una virtud, es una fuerza político moral muy vinculada al cambio histórico. Es posible que ahora nosotros no veamos un México en donde se tenga este tipo de educación, pero el tiempo va a ir pasando y se van a ir acentuando las características inhumanas del neoliberalismo".