VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť No hay riesgos al usar biotecnología: Víctor Villalobos

Los transgénicos, absolutamente inocuos para la salud humana

CAYETANO FRIAS Y ANTONIO PEREZ CORRESPONSALES

Los organismos transgénicos son absolutamente inocuos para la salud humana y hay explicaciones técnicas y científicas sobre el tema, dijo Víctor Villalobos Arámbula, subsecretario de la Sagarpa, luego de participar en la inauguración del primer Foro Trinacional sobre Biotecnología en la Agricultura.

El funcionario, en cambio, admitió en Guadalajara que existen riesgos en el cam-po, por "el intercambio natural de material genético y que pudiera haber la posibilidad, si bien remota siempre real, de crear alguna especie que pudiera transformarse en una maleza difícilmente controlable".

Los ecologistas denunciaron que el citado foro, al que acuden los secretarios de Desarrollo Rural de todo el país, así como especialistas de las trasnacionales de Estados Unidos y de Canadá, "fue organizado para convencer a los funcionarios sobre las su-puestas bondades de los organismos genéticamente modificados o transgénicos".

A su vez, el subsecretario de la Sagarpa descalificó la protesta de Greenpeace y aseguró que al gobierno mexicano le preocupa sobre todo la salud humana, por lo que des-de hace 11 años se formó un comité nacional de bioseguridad en el cual participan cinco secretarías de Estado,

Villalobos Arámbula refirió que el año pasado el gobierno mexicano firmó el Protocolo de Biodiversidad y ahora está a la espera de que sea aprobado por el Senado, para posteriormente descansar en ese documento todos los compromisos que se refieren al manejo de los productos transgénicos.

Precisó que el protocolo de observancia internacional no los limita para tomar decisiones en cuanto al etiquetado, que ha sido una demanda de los grupos ecologistas.

"El etiquetado es un proceso que se va a dar, es cuestión de tiempo, de definir lo que la etiqueta debe decir. No quisiéramos que la etiqueta fuera un elemento discriminatorio o que por su leyenda pudiera afectar el desarrollo de la biotecnología y su aplicación en el país, tiene que ser un mensaje informativo que le permita al consumidor tomar la decisión de qué comprar y qué consumir, como ha ocurrido con otros productos", señaló.

Insistió en que no existen grandes riesgos al usar la biotecnología para mejorar el rendimiento de variedades alimenticias o cultivos como el algodón, pues aunque se han registrado mutaciones, de existir una plaga o problema a futuro "somos exageradamente eficientes para matar plantas y animales, y no veo que tengamos problemas".

Villalobos añadió que el consumo de alimentos con organismos transgénicos tampoco ha dejado consecuencias en los humanos, a pesar de que desde hace 20 años se utilizan, y puntualizó: "Es absolutamente remota la posibilidad de que a través de los alimentos se modifique el ADN humano y se pueda trasmitir hacia las zonas espermáticas, y que a través del esperma se pueda fertilizar y tener un hijo transgénico".

Por otra parte, informó que aunque no tiene repercusiones económicas para México el registro de la patente de maíz que solicitó la empresa Dupont en Alemania, ya se contrató a abogados que presentaron una solicitud de inconformidad ante la Oficina Internacional de Patentes para que se le niegue como propia a la compañía alemana una variedad de maíz que contiene 6 por ciento de grasas y 55 por ciento de ácido oleico.

De otra parte, en Saltillo, Coahuila, el mi-nistro agropecuario uruguayo, Gonzalo González Fernández, sostuvo que la agricultura va a la zaga en el proceso de globalización, debido a su naturaleza compleja y a las políticas proteccionistas de varios países, principalmente los más fuertes.

Entrevistado durante la conferencia de la Asociación Latinoamericana de Enseñanza Agrícola Superior, que se celebra en esa ciudad, precisó que en la apertura de los mercados internacionales la agricultura es el sector más difícil de integrar, y lo prueba el estancamiento de la Ronda de Uruguay.

Asimismo, consideró que a los gobiernos latinoamericanos les hace falta "hablar y trabajar más" para lograr la complementariedad de sus mercados en este campo.