VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť En libertad, las dos personas que fueron detenidas

La agresión contra sus escoltas se debió a un intento de robo, dice Bátiz

RAUL LLANOS Y ANGEL BOLAÑOS

El procurador general de Justicia del DF, Bernardo Bátiz, afirmó ayer que no hay ningún elemento que lleve a la conclusión de que la agresión que sufrieron los guardias asignados a la seguridad de su esposa fue un atentado o signifique un "aviso" por parte de la delincuencia organizada; reiteró que se trató "simplemente de un intento de robo".

Entrevistado al término de la reunión de los integrantes del gabinete de gobierno y seguridad pública, el funcionario precisó que las dos personas que fueron detenidas después de los hechos quedaron ayer en libertad, toda vez que la agente judicial que enfrentó a los delincuentes no las reconoció y la prueba de Harrison para detectar residuos de pólvora en sus manos por haber disparado algún arma resultó negativa.

Comentó que a pesar de esa situación, su esposa pidió que no se reforzara su seguridad, aunque no descartó esa posibilidad. Y ante la pregunta de si no teme por su vida, respondió: "Bueno, la verdad es que no; yo soy de esta ciudad, he andado en ella por todos lados, por todos los rumbos, y toda mi vida sin escolta. Ahora que tengo escolta, pues menos temo por mi seguridad".

Dijo que no tiene mucha seguridad, "y creo que así voy a seguir, porque es más estorbo; es muy buena la seguridad y la aprecio mucho, pero no quiero tener demasiada gente, que causa ante la opinión pública una mala impresión, por una parte, y por otra, porque también se quita movilidad, moverse pocos es más rápido que moverse más, pero veremos, los expertos en seguridad serán los que me digan".

Más adelante, dijo que la camioneta que presuntamente pretendían robar estaba estacionada afuera con los dos escoltas, Israel Palomino y María Concepción Manríquez, y confirmó que ninguno de sus familiares estaba en el momento de la agresión, y su esposa, al oír los disparos, recibió la orden de no asomarse.

Agregó que por el momento ya declararon dos personas que estaban cerca, vecinas, así como la policía judicial María Concepción Manríquez, e Israel Palomino, debido a que sigue en recuperación, aún no da su testimonio.

Reconstrucción de los hechos

Desde el asiento del copiloto en la camioneta Suburban, Manríquez, cuando leía el periódico vio pasar en varias ocasiones a uno de los sujetos contra los que ella y su compañero se enfrentaron a balazos momentos después.

La camioneta, estacionada fuera del domicilio del funcionario en la colonia Villa de Cortés, tenía los cristales de las puertas delanteras abajo y los seguros arriba, mientras que los vidrios polarizados ocultaban a la vista desde el exterior al segundo escolta, sentado en el asiento posterior al del conductor.

Sorpresivamente, el mismo sujeto que estuvo pasando a un lado de la camioneta abrió la puerta de atrás y comenzaba a introducirse cuando se percató de que la mujer estaba armada. "šEs la tira!", gritó y salió huyendo.

Sincronizadamente otro de los sujetos abrió una de las puertas de atrás, pero no se detuvo y enfrentó al agente Palomino, disparándole en varias ocasiones. De otra camioneta, una Cherokee estacionada más adelante, los otros dos escoltas se dieron cuenta de lo que pasaba hasta que escucharon los disparos.

Uno de ellos descendió rápidamente del vehículo y comenzó a disparar hacia el sujeto que vio salir de la Suburban y a otros dos que corrían en la misma dirección que el agresor. Vecinos declararon ante el Ministerio Público que observaron que varias personas huyeron en una camioneta Caribe y una motocicleta.

La agencia 8 del Ministerio Público, que continúa las investigaciones del caso, ayer no había recibido aún el parte médico del hospital Mocel, sobre el estado de salud del policía Israel Palomino, por lo que se desconoce si las ocho lesiones que presenta corresponden a igual número de disparos. Trascendió que su estado mejoró pero aún no está en condiciones de rendir su declaración ministerial.