CIUDAD PERDIDA
Ť Miguel Angel Velázquez
Ť Deslealtad, otro signo del cambio
Ť Los miedos de Pablo Salazar
Hay quienes aseguran que la única forma de derrotar al PRI en estos tiempos es la unión de los partidos, la creación de frentes opositores construidos a partir de la divisa única de sacar al tricolor de los centros de poder que aún conserva y con ello desalentar a sus militantes.
Y ASI ha sido, el Revolucionario Institucional acumula derrotas y los gobernadores avanzan, en la "democracia", embarrados de las ideologías de uno y otro signos, pero sin acogerse a un ideario que perfile sus formas de gobierno.
DE ESA manera los matrimonios entre signos tan diferentes como el de Acción Nacional y PRD se pueden ver ya por varias partes del país y no causan ni asomo de vergüenza a sus militantes.
MAS BIEN, se han creado enormes cobertizos en donde el gobernante va de un lado a otro en el espectro político, sin necesidad de rendir cuentas a los militantes de los partidos que los postulan.
LA SITUACION es cómoda porque sin duda ensancha la banda de movilidad para quienes tienen que dirigir los destinos de alguna entidad y porque, además, parecería que la alianza entre partidos los vacuna contra la traición.
ANTES, CUANDO la democracia no existía, la traición política era un pecado capital que se pagaba con un infinito desprecio. Era un entendido general: quien traiciona una vez, siempre será traidor y nadie perdonaba al fementido.
AHORA LA deslealtad no es más que otro atributo del cambio, de los aires nuevos, de los tiempos de hoy y los políticos, no todos afortunadamente, cargan con el cuchillo de infidelidad para procurarse mejores horizontes.
UN CASO que podría ejemplificar todo esto es el del gobernador en Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, quien ni tardo ni perezoso dejó sin trabajo --despidió-- a algunos de sus colaboradores por el delito de ser rosaristas y canceló el contrato con Publicorp, empresa de publicidad que supuestamente trabajó en cuestiones de difusión por lo menos un año en el gobierno de Chiapas.
LA HISTORIA oficial dice, muy a lo panista, otras cosas, por ejemplo, que el trabajo de la empresa de Luis Kelly, la misma Publicorp, había concluido porque sólo sería ocupada durante 100 días, pero la verdad, o para decirlo mejor, la neta, la platica en corto el propio gobernador: "la gente asocia" y como Kelly estaba a la mitad del affaire Robles pues lo mejor es quitar de enfrente todo lo que oliera a ese asunto.
DE CUALQUIER forma la decisión del gobernador se da, claro, coincidentemente, en el momento en que Publicorp aparece asociado a las denuncias en contra de la ex jefa de Gobierno. Así, el 21 de mayo se ventila públicamente que Kelly producía los trabajos de televisión del Gobierno del DF; el 22, Muna Dora Buchaín, directora de comunicación social del gobierno chiapaneco, anuncia el término del contrato con la agencia de publicidad y un días después desaparece el departamento de información y análisis, en donde laboraban algunos ex colaboradores de Rosario Robles.
Y EN todo esto, el multicolor, multisabor gobernador, entiende que más que la asociación de Robles con su gobierno por los contratos de trabajo, su preocupación, si así se le puede llamar, parte de que en ciertos círculos políticos hay constancias de que Salazar prestó oídos a la perredista para crear su propia campaña de difusión.
¡LE TEMBLARON la corvas! Eso sí, porque sucedido el encontronazo PAN-PRD, en las más altas esferas de la política no caería bien saberlo aconsejado por la enemiga principal de los panistas.
Y ENTONCES, lo mejor era echar mano a su sabiduría priísta y sin más, lo mejor sería decir: Sí, señor Presidente, sí, ya me sospechaba yo, fue en un momento de debilidad. Las mismas palabras que hubiera usado si, en este caso el Presidente fuera perredista. Total, de lo que se trata es salvar el pellejo.
PERO ÉSTA no es la única historia. El PRD nacional, tan inmóvil, tan inocuo, de pronto se acuerda que tiene una cuenta pendiente, ya que fue Rosario Robles y sus allegados quienes le impidieron hacer una alianza vergonzosa con Vicente Fox, y cobran su factura.
DE ESA manera, antes de defender como organización partidista ante la calumnia a su militante y seguramente próxima presidenta, deciden hacerla sujeto de juicio.
En fin, en esto del cambio: ¡Que viva la traición!
¡Que viva la democracia!
ciudadperdida-[email protected]
[email protected]