VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť En Zacatecas, legisladores del blanquiazul rompen quórum por temor a derrota

Diputados de PAN y PRI aprueban la reforma indígena en Campeche, Guanajuato y Querétaro

Ť Los representantes de las bancadas priístas estatales votan de manera diferenciada

Ť En Michoacán, someten la ley al juicio de nahuas, otomíes, mazahuas y purépechas

DE LOS CORRESPONSALES

Panistas y priístas ratificaron ayer la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas en las cámaras de Diputados de Querétaro, Campeche y Guanajuato, en medio de manifestaciones de protesta y gritos de "traidores" y "judas" contra representantes que cambiaron el sentido de su voto, al menos en la primera entidad.

Para lograr los votos suficientes, en Guanajuato los panistas cabildearon durante cinco horas y convencieron a siete priístas de sumarse a su causa, mientras el gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola Vera, reconoció haber hecho lo propio. En Zacatecas, en cambio, los panistas rompieron el quórum cuando calcularon que perderían la votación.

Por 14 votos contra 11, el Congreso de Querétaro aprobó la reforma en una sesión plenaria que, luego de la decisión, se tuvo que declarar en receso para calmar el ánimo de los asistentes, varios de ellos indígenas otomíes, quienes gritaban "traidores" a dos priístas que en una semana cambiaron el sentido de su voto.

Y es que mientras el jueves anterior los priístas Patricio Aragón Chávez y Alberto Herrera Moreno rechazaron las enmiendas legales con el argumento de que no respondía a las necesidades de los grupos indígenas locales, ayer su decisión fue para aprobarla, después de "analizar mejor la ley".

El jueves pasado, la votación quedó empatada 12 a 12 y sólo faltó el voto de la diputada ecologista, que faltó a la sesión y que aseguraba que votaría en contra, y así lo ratificó hoy.

El resto de los diputados se mantuvieron en el mismo sentido, es decir, los 12 diputados del PAN la aprobaron (a ellos se sumaron dos del PRI que cambiaron de decisión); mientras seis del PRI, dos del PRD, uno del PT, otro del PVEM y uno independiente la rechazaron.

Con gritos de "judas, judas" y de "traidores" por parte de indígenas otomíes y representantes de 33 organizaciones sociales que asistieron a la sesión y que al final les arrojaron monedas, Aragón Chávez y Herrera Moreno aseguraron que su decisión fue totalmente "personal" y a favor de todos los mexicanos, no sólo de una parte de los grupos indígenas.

Aseguraron que esto no tenía nada que ver con el gobernador Ignacio Loyola Vera, quien desde la semana pasada anunció que estaba en pláticas con los diputados priístas con el objeto de que aprobaran la ley.

El mandatario aclaró que platicar con los diputados "no implica intromisión y no rompe la división de poderes, sería romper con esto si les mandara un oficio dando órdenes, pero eso ya pasó a la historia".

El coordinador de la fracción legislativa del PRI, Marco Antonio Rojas Valladares, informó que decidirá con el dirigente estatal del partido, Miguel Calzada Mercado, y con la Comisión de Honor y Justicia, qué sanción se aplicará a sus compañeros, aunque subrayó que si esta se consideraba una falta grave, serían expulsados.

El único diputado indígena que integra la 53 Legislatura, Maximino Pérez García, también del PRI, calificó a sus dos compañeros de deshonestos y se dijo traicionado. "No entiendo por qué se dio esta decisión de última hora cuando ellos ya se habían integrado a favor del dictamen (para rechazar la ley) que nosotros emitimos".

Al término de la sesión, que concluyó en forma privada, ambos diputados salieron por una ventana de la oficina de Comunicación Social del Congreso que da a una calle lateral, para evitar encarar a las organizaciones sociales que continuaban esperándolos en la entrada principal para reclamarles su actitud.

Protestan chichimecas

En medio de protestas de más de cien indígenas chichimecas y grupos de enlace del EZLN, 29 legisladores de Guanajuato aprobaron la minuta para modificar la Constitución y validar la reforma indígena.

Después de cinco horas de cabildeo, los del PAN convencieron a siete legisladores, entre ellos el líder de la bancada tricolor, Francisco Arroyo Vieyra, de aprobar la ley conjuntamente.

Los que permanecieron en su posición de votar en contra fueron los priístas Martín Ortiz y Miguel Montes García; los perredistas Antonio Rico y Miguel Luna; los legisladores del PAS Luis Enrique Torres León y Luis Fernando García Arias, y la pevemista Beatriz Manrique.

Desde temprano, más de cien manifestantes se apostaron afuera del Palacio Legislativo, donde el procura- dor de Derechos Humanos, Manuel Vidaurri Aréchiga, rendía su informe de actividades.

Al terminar, y en medio de rechiflas, salió el gobernador Juan Carlos Romero Hicks, quien esquivó una lata de refresco, no así los gritos de "fascista" y "nazi" que proferían los manifestantes. Entonces se determinó que el Palacio Legislativo permanecería cerrado y bajo el resguardo de las fuerzas de seguridad, hasta que concluyera la aprobación de la ley.

En Campeche, 29 diputados de PRI y PAN aprobaron en el pleno del Congreso la reforma a la ley indígena en una sesión que transcurrió con absoluta calma, pese a que diversas organizaciones anunciaron protestas. Sólo votaron en contra tres legisladores del PRD y uno del PT, quienes consideraron la reforma indígena "como una traición a los más pobres de México".

Al argumentar su voto a favor, la panista Yolanda Valladares Valle sostuvo que las aspiraciones del pueblo indígena "no se reducen a un marco meramente normativo, ni se agotan en él, sino a la necesidad de ser atendidos y que el Estado cumpla con su responsabilidad histórica de abatir rezagos y elevar niveles de bienestar".

El perredista Martín Castillo Valenzuela sostuvo que el PAN preten- de "incorporar a los indígenas a la base tributaria, esto es, que si los indígenas no aportan impuestos, para el Estado no son importantes". Luego lamentó que el PAN haya decidido apoyar a Diego Fernández de Cevallos y no al presidente Vicente Fox, mientras el PRI perdió su oportunidad de impulsar una legislación que reivindique las demandas de quienes menos tienen.

La petista Ana María López Hernández acusó a panistas y priístas que así como validaron el Fobaproa, al que calificó como "el robo del siglo", ahora aprobaron la ley indígena, "que no nos extrañe que estos mismos partidos el día de mañana terminen de manitas sudadas, aprobando una reforma fiscal que aplique el IVA a los alimentos y medicinas".

Expuso que la ley refleja, más que un reconocimiento de derechos, un programa de asistencia social que por técnica jurídica no debía estar en la Constitución, sino en los planes y programas de desarrollo.

En Zacatecas, la fracción del PAN boicoteó la sesión legislativa del Congreso local, al calcular que la iniciativa de decreto enviada por el Congreso de la Unión sería votada en contra con el sufragio mayoritario de PRD y PT. Antes, tres panistas, otros tantos del PRD y dos del PT argumentaron sus posiciones, unos a favor, otros en contra.

Edith Ortega, del PRD, dijo que la reforma propuesta por el Congreso de la Unión no responde a las demandas de los pueblos indios y consideró que la decisión de los legisladores federales de PRI y PAN "es un nuevo factor de desestabilizador no sólo en el sureste, sino en todo el país".

El panista Moisés García Ríos dijo que "no es cierto que la Organización Internacional del Trabajo especifique que haya de brindarse un trato privilegiado a los pueblos indios en materia de medios y tampoco que promueva la recuperación histórica de la tierra, ya que provocaría más conflictos que los que quiere resolver".

Cuando estaba por concluir el último orador, el perredista Gerardo Romo Fonseca, Arturo Ramírez Buccio, coordinador de la bancada panista, comenzó a recorrer las curules de sus compañeros y las de varios priístas. El motivo: que era preferible romper el quórum, según confesó Ramírez Bucio ante la prensa.

A las 19 horas los panistas abandonaron la sala de sesiones junto con el priísta Francisco Javier González Avila. Sólo se quedó el panista Moisés García Ríos, obligado por pertenecer a la mesa directiva. Roto el quórum no hubo más remedio que declarar suspendida la sesión y se citó, para continuarla, el próximo martes.

Resistencia en Chiapas e Hidalgo

En Michoacán, la Comisión de Asuntos Indígenas presidida por el purépecha Alejandro Avilés comenzó la consulta sobre la ley indígena en cuatro regiones de la entidad. Salvador Castillo Núñez, líder del Congreso local, informó que después de consultar a los alcaldes y población nahua, otomí, mazahua y purépecha, la próxima semana presentará al pleno la minuta de reformas.

En Hidalgo, unos 200 militantes del PRD se manifestaron frente a la sede del Congreso para pedir a los 29 legisladores locales su voto contra la ley de derechos y cultura indígenas aprobada por el Congreso de la Unión. Advirtieron que mantendrán su plantón hasta que los escuchen.

En Chiapas, representantes de al menos 20 organizaciones advirtieron de una "nueva ofensiva neoliberal", por lo que anunciaron movilizaciones. Exigieron a la Legislatura local que rechace la ley indígena aprobada por el Congreso de la Unión, la reforma fiscal y el Plan Puebla-Panamá. ALEJANDRO GONZALEZ, LORENZO CHIM, MARTIN DIEGO, ALFREDO VALADEZ, ANTONIO ROBLES, CARLOS CAMACHO Y ANGELES MARISCAL