VIERNES Ť Ť JUNIO Ť 2001

Ť Analizan expertos avances y límites de la legislación

El convenio 169 de la OIT, más completo que la ley indígena

Ť Defiende abogada la iniciativa original de la Cocopa

VICTOR BALLINAS

El primer visitador general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Víctor Manuel Martínez Bullé-Goyri, sostuvo ayer que en el país no se pueden resolver las crisis sociales "a base de normas o con reformas constitucionales", se debe "resolver el problema social", y sostuvo que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es mucho más completo que la reforma constitucional en materia indígena.

El problema, abundó, es que la legislación internacional, los acuerdos y tratados que se firman con otras naciones, no se conocen en el país. "Pero ese acuerdo ya es norma vigente, (y) el derecho internacional está por encima de las leyes federales y locales", manifestó al participar en la mesa redonda Reforma constitucional indígena y derechos humanos. Avances y límites. Insistió que esa reforma no es una ley indígena como tal, sino un paquete de reformas a la Constitución.

La abogada Carmen Herrera García, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, aseveró que el convenio de la OIT es ley en el país y es más avanzado que la reforma constitucional, pues precisa los conceptos pueblo, comunidad, tierra, derechos, hábitat y autonomías. Manifestó que la reforma constitucional no garantiza la vigencia de ese convenio y que aún existen rezagos en el reconocimiento de los derechos indígenas. Defendió la propuesta de la Cocopa que, aunque más limitada que el convenio de la OIT, sí avanzaba en el reconocimiento de los indígenas como sujetos de derecho y abordaba el usufructo de sus recursos naturales.

En tanto, el doctor José Ramón Cossío Díaz, investigador y jefe del Departamento de Derecho del ITAM, dijo que la iniciativa de reforma que envió el presidente Vicente Fox al Congreso no identificaba a los indígenas como sujetos de derecho, y con la modificación que hicieron los senadores se lograron avances que se deben reconocer.

El problema, precisó, es que en la iniciativa presidencial se identificaban tres sujetos: pueblos, comunidades e indígenas en lo individual, pero, "Ƒqué quiere decir pueblo?, Ƒqué comunidad?, ahí estaba el problema, por eso se decidió hacer modificaciones, para darle sentido, congruencia y práctica".

Dijo que habría sido muy aceptable que los legisladores hubiesen dejado que los indígenas decidieran su propio orden jurídico, pero no fue así. Explicó que se deben ver los cambios y reformas constitucionales en la lógica de que se avanza en una normatividad de la Constitución y "en la disputa por ésta se está llegando a su normalización".

Puso como ejemplo las reformas sociales de los setenta, muy distintas y distantes de la Constitución de 1917, que aunque introdujeron derechos sociales como los de salud, vivienda y trabajo, no eran obligatoriedad, por lo cual no se cumplían cabalmente y conforme se ha ido avanzando se han ido regulando, reglamentando y haciendo obligatorios.

Martínez Bullé-Goyri fue presentado como primer visitador general de la CNDH, pero precisó que su intervención sería como investigador, porque no representa la opinión de la institución en la que labora, que corresponde al presidente del organismo, José Luis Soberanes.

Afirmó que la reforma constitucional no prevé plazos para su cumplimiento, y hubiese sido deseable que se estableciera, por ejemplo, un año de plazo para que en los estados actualizaran las constituciones locales en lo que se refiere a la definición de pueblos y comunidades indígenas.

Si no se definen, no se hará realidad que los indígenas tengan acceso a mejores condiciones de vida, a políticas públicas y que tenga efecto el uso y destino de sus recursos naturales. Cuestionó el párrafo tres del artículo segundo, y preguntó: "Ƒqué es lo indígena, quién es indígena? pareciera que la Constitución es esquizofrénica pues por un lado parece que se quiere dar reconocimiento a los gobiernos indígenas y por otro resultan un problema".

Consideró que la discusión de la reforma indígena debe darse en el sentido de si hay avances o no, y lograr consensos, y urgió a sacar el mejor proyecto posible.