JUEVES Ť 31 Ť MAYO Ť 2001
Ť Algunos opinan que la película promete; otros dicen que es sólo una narración común
Predominó la estrellitis en la premiere de la cinta de Cuarón
JUAN JOSE OLIVARES
Si México no tiene una industria y una producción cinematográficas como en Hollywood, sí una parafernalia como tal. Y es que en la premiere de la cinta de Alfonso Cuarón, Y tu mamá también (And your mother too, como ilustraban los subtítulos en inglés que, por cierto, algunos se alejaban del texto original como traducir Real de 14 como hippie town) predominó la fantasía de estrellitis, como colocar una alfombra roja para que pasaran "las luminarias", haciendo distinción de los demás invitados... simples mortales.
Fue el pretexto para que gente del cine, la televisión y la música (como Gabriel Retes, Jesús Ochoa, Alejandro González Iñárritu, Helena Rojo, entre muchas new televition stars) se estrecharan la mano para conpartir la opinión de otro producto más del séptimo arte nacional que se pregona "es la cinta mejor vendida del cine mexicano en todos los tiempos. Con una venta de derechos que ya supera los 3 millones de dólares en Europa y Estados Unidos".
ƑRealmente los valdrá? Claro que eso no se le pregunta a gente como Gail Zappa, viuda del músico, quien se enamoró de la historia narrada; o al realizador Alejandro González Iñarritu, quien mencionó que "es importante apoyar las propuestas nuevas y en estos momentos no me atrevería a decir si funcionará o no"; o al productor Jorge Vergara, que llevó a todo un equipo de invitados que al menor signo de gracia (contenido en toda la cinta) volcaba al teatro Metropólitan a carcajadas.
Hay que decirlo y sin caer en vicios de crítico (como sólo le corresponde a gente como Emilio García Riera) la cinta no fue tan convincente para muchos de los asistentes, que vieron en el largo sólo una narración común "de la vida de unos jóvenes defeños en un fin de semana", según una encuesta realizada.
El hecho es que la parafernalia usada en su promoción, como mencionar que a la premiere asistiría el elenco de la película Frida: Salma Hayek, Geoffrey Rush o Alfred Molina, así como el realizador Joel Cohen, no fue como para que en las afueras del céntrico inmueble se arremolinaran curiosos y medios informativos, que vendría a ser lo mismo, porque tuvieron indistinto trato.
Pero después en el festejo, efectuado en el Salón México, en el cual en cierto momento no cabía ni un alfiler y en el que tocaron algunos diyeis alemanes, apareció la veracruzana más asediada del cine nacional, Salmamita, ataviada con ropa color negro y resguardada por un gorila ídem como de dos metros de alto, que se convirtió en una pared infranqueable para acercársele a la diva. Pero no importó porque por lo menos si no gozamos de realización que dejen huella, sí festejamos como si lo fueran.