JUEVES Ť 31 Ť MAYO Ť 2001
Ť Realizadora de Deeply
La sencillez, difícil de lograr en el cine de hoy: Elwood
ANGEL VARGAS
Desentrañar la esencia humana, así como la posibilidad de la esperanza, es la propuesta cinematográfica de la directora Sheri Elwood, cuyo primer largometraje, Deeply (Profundamente), fue proyectado el pasado martes dentro del Festival de Cine Canadiense, que culminará el 2 de junio en la Cineteca Nacional.
La joven realizadora, egresada de la Universidad de Ryerson en Toronto, plantea ''un drama oscuro, pero contado como un cuento de hadas. Es una historia de amor, pero también del dolor por su pérdida y sobre el despertar adolescente".
La trama aborda dos historias ocurridas en una isla de pescadores en épocas distintas. El pasado y el presente se entrecruzan para contar cómo dos jóvenes mujeres quedan marcadas tras la pérdida de sus respectivas parejas en circunstancias crueles. Ello, producto de una ancestral maldición de una pareja de amantes vikingos que pereció al hundirse su embarcación.
''Estructuralmente es un juego de memoria", dice Elwood. ''Deeply es una historia de amor mítica acerca del poder, la majestuosidad y la magia del mar. Un lamento fílmico por el deceso de la fantasía y el mito frente al cinismo moderno".
La influencia de Pedro Almodóvar
Para la también guionista, el factor de género es un aspecto inherente al arte. Y sostiene, en ese sentido, que cualquier trabajo que emprenda será siempre bajo la óptica femenina, sin soslayar el aspecto autobiográfico, también indisociable.
Abunda: ''Siempre hay diferencias entre los discursos femeninos y masculinos en cualquier expresión del arte. Por ejemplo, las películas que he visto dirigidas por mujeres desarrollan bien los papeles masculinos, mientras que los directores varones no hacen lo mismo con los roles femeninos, salvo excepciones".
Entrevistada, señala que sus inquietudes artísticas están enfocadas hacia ''el cine humano" y considera como película ideal la que contiene un balance entre elementos de comedia y tragedia:. ''Lo más difícil es hacer una cinta que mueva al espectador y lo emocione, pero que al mismo tiempo sea lo suficientemente humana como para que lo divierta".
Su apuesta, aclara, es hacer también por un cine de narrativa fuerte: ''Historias que sean pequeñas joyas que puedan verse incansablemente y que el público salga de la sala después de tener un viaje emocional y se quede con la incertidumbre de si las historias son reales o no".
Sheri Elwood califica su trabajo de marginal, ya que, explica, ''tradicionalmente hay dos tipos de películas en Canadá: la de comedia absurda y la de disfunción sexual y oscura, como las de (David) Cronenberg. En mis filmes hay esperanza, no son tan oscuros y por eso las personas empiezan a sospechar de ellos".
''Existe la convicción de que entre menos se entienda una película, ésta tiene mayor calidad. Soy partidaria de la sencillez, muy difícil de encontrar en el cine de hoy", señala Elwood, quien asume que el realizador español Pedro Almodóvar es una de sus principales influencias, cuyas ''películas, a las que veo como una avalancha de personajes trágicos, me hicieron entrar a la escuela de cine".