Ť Volumen de la antología publicada por Ediciones El Milagro-CNCA
El nuevo teatro II incluye ''once visiones'' para tomar el pulso de ese arte en México
Ť Los tiempos actuales exigen una novedosa tensión espiritual, dijo Gutiérrez Vega
MONICA MATEOS-VEGA
Ediciones El Milagro presentó la noche del pasado martes, en una velada que se efectuó en el bar Milán, el segundo tomo de El nuevo teatro, colección editorial que se ha dado a la tarea de antologar las obras dramáticas contemporáneas, en coedición con la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. En esta ocasión, el libro incluye once obras, ''once visiones del fenómeno teatral, once maneras de enfrentar los problemas del lenguaje, el diálogo, la composición de los personajes y las sugerencias a los directores y actores para la planeación del trabajo de mesa y de la puesta en escena'', explicó durante la presentación del volumen el poeta Hugo Gutiérrez Vega, autor del prólogo incluido en El nuevo teatro II.
''Documento vivo''
La antología incluye a los siguientes autores y sus obras: Antonio Armonía, con Acto para un maniquí; Elba Cortez, Dominó; Ximena Escalante, Fedra y otras griegas; Flavio González Mello, 1822; Elena Guiochins, Plagio de palabras; Humberto Leyva, Naturaleza muerta y Marlon Brando; Gerardo Mancebo del Castillo, Mamagorka y su Pleyamo; Carmina Narro, Ay, mi vida, qué tragedia; Silvia Peláez, Velorio; Víctor Weinstock, Púrim, la fiesta de las suertes; y Gabriela Ynclán, Cuarteto con disfraz y serpentinas.
Gutiérrez Vega señaló que ''son muchas y muy buenas las influencias que enriquecen estos textos. Los autores, que se mueven con soltura y notable información por los terrenos de los movimientos artísticos del absurdo, del nuevo naturalismo y de la interpretación de la historia, tienen como rasgo común el conocimiento del espacio escénico y del lenguaje teatral''.
En este sentido, Gabriel Pascal agregó que los autores se han liberado del realismo a ultranza de hace años. En su turno, Sandra Félix señaló que este libro ''lleno de teatro'' ha tenido la fortuna de que varias de las obras que contiene han sido escenificadas, pero que todavía puede ser motivo de múltiples montajes; expresó su deseo por que el texto llegue no sólo a las escuelas teatrales, sino a todos los colegios, ''que se realicen lecturas dramatizadas porque El nuevo teatro II es un documento vivo''.
La antología, según Gutiérrez Vega, implica una ruptura. ''Las once obras tienen una relación remota con el teatro mexicano de los últimos años, y está bien que así sea, pues los tiempos actuales exigen una nueva tensión espiritual y una nueva forma de aproximarse a su interpretación.
''Leyéndolas y llevándolas a escena tomaremos el pulso de nuestro teatro más reciente y constataremos que ahora más que nunca es un reflejo dialéctico de nuestra realidad sociopolítica y, a la vez, una tarea artística independiente de su entorno.''