JUEVES Ť 31 Ť MAYO Ť 2001
Ť Talento innovador y protagonista de la cultura proyectada desde Europa del este
Krzysztof Penderecki fue galardonado con el Príncipe de Asturias de las Artes
Ť El prestigiado compositor polaco mantiene una relación muy estrecha con México
Ť La música, para mí, siempre se trata de algo abstracto, dijo alguna vez a La Jornada
PABLO ESPINOSA
El compositor polaco Krzysztof Penderecki fue distinguido ayer en España con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes con 5 millones de pesetas (unos 26 mil dólares). ''El talento innovador de Penderecki en todos los géneros, impuesto en situaciones sociales y políticas adversas, junto con su capacidad integradora de diferentes elementos de la música de la segunda mitad del siglo XX, le convierte en protagonista de la cultura proyectada desde el Este de Europa al resto del mundo", dijo el jurado.
A sus 68 años, Penderecki es una de las referencias culturales del siglo XX. Junto a Witold Lutoslawski (1913), personifica el máximo pensamiento musical polaco, en un paisaje sonoro variopinto y sumamente rico en el cual destellan otros autores contemporáneos, entre ellos Kotonski, Serocki, Shaeffer y Pacewicz, herederos de la gran tradición que conoce el mundo, la Chopin, Paderewski, Szymanowski.
De manera similar a como aconteció con José Saramago, quien se hallaba en pleno vuelo cuando se dio a conocer que había ganado el Nobel, en el caso de Penderecki el avión que había abordado en Helsinki estaba por aterrizar en Puerto Rico, de manera tal que su esposa, Elzbieta, no había podido comunicarle la noticia al nuevo Premio Príncipe de Asturias de las Artes, quien superó a grandes finalistas, como el escultor y pintor estadunidense de origen español Richard Serra y el arquitecto japonés Tadao Ando, según informó el presidente del jurado, José Lladó.
Identificado con la corriente cultural y política que irrumpió en el mundo en el papado de Karol Wojtyla y la emergencia del Sindicato Solidaridad, Krzysztof Penderecki es asociado también con el pensamiento cristiano. No obstante, en primera persona desarrolla una serie de argumentaciones cuya pertinencia derriba los referentes anteriores, al menos en su carácter inmediatista.
Este creador ha mantenido desde hace décadas una relación estrecha con México. Aquí estrenó una de sus obras maestras, la primera a la que se hace referencia en las enciclopedias, revistas y programas de mano: La pasión según San Lucas. Con la Orquesta Sinfónica de Xalapa (integrada por cierto por un buen número de músicos polacos) mantiene actividad constante y significativa. Por ejemplo, en junio de 1998 festejó su cumpleaños 65 dirigiendo a ese agrupamiento en otro estreno mexicano, la premiere mundial de su Segundo Concierto para violín. En esa ocasión también estrenó aquí el Credo de su Missa y presentó su libro Laberyrinth in Time: Five Essays at the end of the Millennium.
La música, indefinible
En la más reciente de las entrevistas que concedió a La Jornada durante sus últimas visitas a México, Penderecki declaró lo siguiente:
-Messiaen se proclamaba compositor católico, Ƒusted?
-Eso ya no importa mucho. Escribí música religiosa porque era yo diferente, al principio de mi carrera. Escribí partituras como Utrenja, que era en realidad una obra muy ortodoxa. Escribí también obras a partir de textos bíblicos. Pero en cuanto a una manera específicamente católica de escribir, no más, quizá sí lo fui, al principio.
-ƑAcerca del Te Deum para Juan Pablo II?
-Lo escribí simplemente porque conozco muy bien a Karol Wojtyla, desde los años de Cracovia, desde antes que fuera Papa.
-ƑY su involucramiento con Wojtyla y con Solidarsnoc?
-Claro que estuve muy involucrado con ese movimiento, inclusive escribí una partitura para Solidaridad, antes de los ochenta, titulada Lacrymosa. Había un gran involucramiento generalizado con ese movimiento, fueron épocas sumamente definitivas para nuestra historia, y yo de tiempo en tiempo hacía cosas para apoyar a Solidaridad, como escribir obras para las víctimas de Auschwitz... pero, espere, para mí la música es siempre algo abstracto. Yo puedo tomar un texto como punto de partida o bien dedicar una obra a alguien o a algo, pero para mí, la música siempre se trata de algo abstracto que tiene que ver con la forma... abstracta. No creo que alguien sea capaz de definir la música es esto o aquello, algo.