JUEVES Ť 31 Ť MAYO Ť 2001
Ť Hoy se celebra el Día Mundial de no Fumar
Abrirán Ssa e IMSS 60 nuevas clínicas contra el tabaquismo
Ť Superan 68 millones de dólares al año los costos relacionados con ese hábito Ť Nicotina, casi tan adictiva como la coca: experto
CAROLINA GOMEZ MENA
Los costos anuales relacionados con el tabaquismo en México exceden los 68 millones de dólares (poco menos de 680 millones de pesos), y si a ello se suma el hecho de que los afectados son personas en edad productiva, el impacto es aún más importante, pues repercute en las esferas económica y social del país.
Según un estudio piloto realizado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), un paciente que se hospitaliza 15 días en un nosocomio de características similares a las del INER, por padecer una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), paga en promedio 10 mil pesos, ello calculando que, tan sólo por día de cama, desembolse 225 pesos.
El costo se eleva de manera considerable si el padecimiento se atiende en un hospital privado. Así, si es uno accesible para la clase media, el fumador pagaría por esas dos semanas hasta 30 mil pesos, pero si es uno de elite, el gasto puede elevarse hasta 242 mil pesos, manifiestan Jaime Villalba-Caloca, director del INER, y Raúl H. Sansores, jefe de la Clínica Antitabáquica del mismo instituto.
Por lo anterior, en el marco del Día Mundial de no Fumar, y como parte de las estrategias para combatir esta adicción, la Secretaría de Salud (Ssa), en coordinación con el IMSS, abrirá en el país 60 nuevas clínicas hospitalarias contra el tabaquismo, en el segundo semestre del año, con lo que prácticamente se triplicará la cifra actual, informó el doctor Horacio Rubio Monteverde, vocal ejecutivo del programa contra el tabaquismo del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic).
En entrevista, el especialista detalló que para tales efectos se está adiestrando a grupos de médicos y sicólogos a fin de que cuenten con las herramientas prácticas y teóricas para combatir esta adicción, que a decir del galeno es una de las más difíciles de dejar debido al poder de la nicotina, pues sólo de 2 a 3 por ciento de las personas que intentan dejar de fumar se mantiene en la abstinencia durante un año.
En lo que se refiere a los que por primera vez quieren dejar el hábito, la tarea también requiere de mucho convencimiento personal y fuerza de voluntad, pues la "nicotina es casi tan adictiva como la cocaína". De ahí que alrededor de 40 por ciento de quienes se proponen dejar el cigarro "recaen una o dos veces" antes de dejarlo por completo, o bien retomarlo, de ahí la importancia de la correcta aplicación de la terapia de reconstrucción cognoscitiva y conductual que será impartida por los médicos en los nuevos espacios que se crearán.
Puesto que la dependencia del cigarrillo es tanto física como sicológica, los equipos de salud presentes en estas futuras clínicas, así como en las 32 ya existentes en las áreas hospitalarias y de consulta externa, darán apoyo continuo a quien desee dejar el vicio.
Ello será realizado por grupos multidisciplinarios de expertos, quienes trabajarán a través de sesiones individuales y grupales de información y de educación para la salud, y aplicarán a los pacientes tratamientos de sustitución, entre los que destacan el uso de goma de mascar, parches e inhaladores de nicotina. En todas estas clínicas (20 de ellas se localizarán en los Centros de Integración Juvenil) la atención será gratuita y para población abierta.
De absorción rápida
El cigarro posee "más de 4 mil elementos dañinos, de los cuales algunos son irritantes y otros cancerígenos, entre ellos los benzopirenos y el alquitrán". Pero sin duda es la nicotina -el principal alcaloide del tabaco- la más peligrosa, no por ser condicionante en la generación del cáncer, sino por su potencial de acostumbramiento y su rápida absorción.
Rubio Monteverde destacó que en promedio, por cada cigarro una persona realiza 10 inhalaciones, por lo que quienes consumen una cajetilla del producto al día por lo menos se llevan 200 veces el cigarro a la boca, lo que da como resultado gran cantidad de asociaciones o reforzadores, los que al cabo de dos décadas de adicción, por ejemplo, propiciarán que un fumador tenga más de un millón de circunstancias personalizadas que lo impulsarán a recurrir al cigarro.
Según establecen los expertos, una vez dada la primera inhalada del humo del cigarro, tan sólo entre 9 y 19 segundos después la nicotina llega al cerebro mediante la circulación sanguínea pulmonar y persiste en niveles elevados hasta 6 u 8 horas después de haber acabado de fumar, por lo que con tan sólo cuatro cigarros al día -espaciados por el tiempo señalado- pueden mantenerse niveles considerables del alcaloide en la sangre.
Rubio Monteverde indicó que pese a que en México los adictos al cigarro tienden a ser fumadores de baja proporción, pues a diferencia de otros países, en los que uno de estos sujetos consume una cajetilla al día, la mayor parte de los fumadores locales sólo consume seis cigarros en el mismo lapso.
No obstante, las consecuencias para la salud no dejan de ser importantes, pero esto parece no determinar el que los adeptos al cigarro lo dejen, ya que lo que buscan en él es la sensación de placer derivada de la liberación de una enzima denominada endorfina, indicó Rubio Monteverde.
Terminar con la publicidad
La publicidad del tabaco es uno de los elementos principales que determinan tanto la iniciación como el mantenimiento y la recaída de los fumadores. Y es que cada anuncio televisivo, o en cualquier otro medio, contiene importantes mensajes implícitos y explícitos que tienen como único propósito que el individuo empiece a fumar, siga haciéndolo o lo retome, y si a ello se suma que "sabemos que es un producto que mata", parece irracional que se le permita publicitarse.
Derivado de esto -reveló el galeno-, se valora la posibilidad de erradicar totalmente la publicidad, lo que, admitió, es muy difícil de lograr, debido a que se atentaría contra "los intereses de las tabacaleras". Lo que sí es más probable es que la Secretaría de Hacienda grave con un impuesto especial estos productos, pues "está demostrado que el alza de precios desalienta, particularmente entre los jóvenes, el consumo del cigarro", concluyó.