MARTES Ť 29 Ť MAYO Ť 2001

Ť Inicia transmisiones el 8 de junio; será conducido por Fernanda Tapia y Mario Iván Martínez

Un Tal Show forma parte de la nueva programación de Canal 11

Ť Su productor Alberto Castro dice que es posible hacer un programa ameno sin ridiculizar

ARTURO CRUZ BARCENAS

Canal 11 ha demostrado con programas como Diálogos en Confianza que pueden realizarse talk show sin amarillismos, sin ridiculizar a la gente, sin pagar a los participantes, quienes se convierten en víctimas. También ha derrumbado el mito del horario de transmisión, pues tales producciones igual las ven los desmañanados que los desvelados.

tapia_canal11aLo anterior lo expusieron Alberto Castro, productor de Un Tal Show del 11 (que comenzará a transmitirse a partir del 8 de junio, todos los viernes, de 22 a 23 horas), y Fernanda Tapia, quien junto con Mario Iván Martínez conducirá este programa que tendrá la característica de ser en vivo y donde se abordarán temas de actualidad, cotidianos, con las opiniones de intelectuales, gente creativa, crítica. Un escultor lo mismo hablará sobre la próstata, que sobre la mariguana o el divorcio.

Esta emisión forma parte de la nueva programación que ayer anunció Canal 11 y con la que pretende modernizarse, sacudirse un poco ese polvo que da la imagen culturizante, "de mármol", para conservar a su público y ganar otros. La víspera de salir al aire, de pasar la prueba de fuego, Alberto Casto se muestra nervioso, pero confiado; da vueltas como león por los pasillos del canal, cerca de la "isla de la libertad", como le llaman ahí a esa Siberia-espacio para los fumadores, rodeado de plantitas.

El género nació e la tv

El reto para Alberto y el equipo involucrado es hacer un buen talk show cultural. Dice Beto, como le dicen sus amigos: "El género nació en la televisión estadunidense y en México ha tenido valiosas aportaciones. Ahora lo retomamos porque creemos que ha habido una perversión del género; la gente lo recibió muy bien, luego se agotó e incluso fue rechazado. Este tipo de programas fueron descalificados.

"Siento que al incorporar a la inteligencia, a los intelectuales, a las personas de pensamiento, a los creadores, a los artistas, fotógrafos, danzantes, músicos, etcétera, escritores, le vamos a dar la vuelta a este género, y lo vamos a convertir en lo que es realmente. Habíamos dejado de lado esa potencialidad de la tv, salvo algunas cosas que hace Cristina (Pacheco), los noticieros y todas estas expresiones. No había un programa que retomara todo este sentido original de la tv, que es la del nervio de hacer algo en vivo", dijo.

No se jacta de estar inventando algo nuevo, pues señala como antecedente lo que hizo Ricardo Rocha (en Para gente grande), donde se combinaban los invitados en vivo, la conversación, la entrevista, pero con la introducción de contexto, a través de cápsulas, reportajes, crónicas.

"Sí -acota- terminó en un programa de variedades, y es lo que nosotros queremos lograr- la fórmula ideal para sostener el talk show del 11 durante algún tiempo es lograr ese equilibrio, entre los contenidos informativos y los espectáculos, los números músicales".

También habrá páneles de discusión integrados con jóvenes creadores y gente con trayectoria. "Va a ser difícil, pero buscaremos que asistan personas de distintos ámbitos, para que se dé lo que realmente ocurre en un talk show: lograr que la gente hable de cosas cotidianas muy humanas. Por ejemplo, que José Luis Cuevas o la viuda de Jorge Ibargüengoitia hablen sobre la viudez; que Juan Villoro o David Martín del Campo hablen de cómo fue su primera novia y cómo es esto del enamoramiento adolescente".

Intentan hacer un programa ameno, pues las emisiones "culturales tienden a ser solemnes, aburridos... huelen a mármol. Aquí desde el título somos juguetones, tratando de recuperar a Rius. Lo difícil es lograr un humorismo prefabricado. Hay expresiones muy deleznables en la televisión, como lo que hace un (Jorge) Ortiz de Pinedo, y otras que son genuinas y valiosas, como lo que realiza Víctor Trujillo.

"Espectáculo de la inteligencia"

"Todas las fórmulas tienden a agotarse. La tv se las come. Lo nuestro es más bien un show de la inteligencia, hablando de manera desenfadada. Pienso que el auditorio va a ser de 30 a 60 años, porque los jóvenes van a estar camino a la fiesta; trataremos de que quienes lleguen cansados al trabajo encuentren un programa interesante, que tenga un poco de todo; vamos tener, por ejemplo, controles remotos desde una cantina, donde no sólo se ofrecen bebidas embriagantes; sino un contexto cultural; llevaremos al público a una exposición de pintura en vivo".

El contrato inicial es por un año y Castro tiene fe en que muchos hablarán de este talk show, "en esta aventura, donde habrá visitantes en el estudio, conexión vía Internet".

--¿Se pueden hacer talk show sin caer en amarillismos?

--Pienso que sí. Nos vamos a alejar del amarillismo y de posturas academicistas, y de la entrevista inquisitiva, tensa.

--¿Y el rating?

--Este programa va a depender de la audiencia; si no la tiene no tendrá razón de ser; requiere de la interacción del público. Sí, hay muchos elementos de riesgo. Los beneficios económicos, si los hay, beneficiarán al canal en su conjunto.

Aclara estar consciente de que está consciente de que la libertad de expresión conlleva un riesgo, y más en un programa en vivo. "Hay temas espinozos, inclusive relacionados con la censura. Es el riesgo de invitar a gente inteligente, pues no debemos detener a gente inteligente ni censurarla, ni es la época para eso".

Nada de periodismo complaciente

Comentó que hubo proyectos para hacer un noticiero cultural, pero "se comprobó que el periodismo que ahí se hacía era complaciente, nunca había un cuestionamiento, una visión crítica; se manejaban con mucha solemnidad y poca investigación. Se atendía sólo a un grupo de creadores. La fórmula se agotó y es muy cara".

Por su parte, Fernanda Tapia platicó a su velocidad normal (muy rápido) sobre la emisión que conducirá con Mario Iván Martínez: "Este programa será entretenido y permitirá a la gente acercarse a algo que rechazaba por la forma como se le presentaba, es decir, muy anquilosada, aculturizada, solemne; los participantes no van a ser irreverentes, sino que van a hablar de cosas que los mostrarán como gente normales".

Además, dijo, el público podrá chatear con los invitados. "El horario -22 a 23 horas- va a tener un público heterogéneo. Ahora que hay chavos que me ven de 5 a 7 de la mañana, los sábados; no creo que vayan a ser sólo viejitos. Es más, que los chavos que no nos vean en vivo que graben el programa, para que lo vean cuando se vayan al antro.

"Me gusta que esté Mario Iván porque yo soy la conductora y él el intelectual. No, no habla tan rápido como yo. No siempre vamos a estar juntos; a veces voy a estar afuera, o viceversa. Ojalá nos veo todo tipo de público, pues los que nos vean les va a gustar, de verdad. Creo que la cultura no tiene estrato social; yo los invito a que vean qué divertidos son los intelectuales, cómo se echan sus chilaquiles y sus chelas los domingos".

Así que ha veremos qué onda con ese tal show.