LUNES Ť 28 Ť MAYO Ť 2001

Ť Valor incalculable

Violín Stradivarius de 1715 se exhibirá en museo poblano

LA JORNADA DE ORIENTE

Puebla, Pue., 27 de mayo. Il Cremonese 1715, el ejemplar mejor conservado de los escasos violines Stradivarius que aún existen en el mundo, llamados así en honor a su creador, Antonio Stradivari, será exhibido en el Museo Amparo de Puebla, del 28 de mayo al 1o. de junio, proveniente de la Sala dei Violini, del Palazzo del Comune, en Cremona Italia. Al cierre de la muestra, el violinista ruso Sergej Krylov ofrecerá un concierto de gala con Il Cremonese, acompañado de la pianista Stefanía Mormone.

Il Cremonese fue fabricado en 1715, en la época de esplendor de Stradivari -quien fue alumno de Nicolás Amati, otro famoso laudero-. Uno de sus propietarios fue el famoso violinista Joseph Joachim.

Actualmente Il Cremonese está considerado patrimonio de la nación, por lo que su valor es incalculable. De hecho, para salir del museo donde se exhibe se debió solicitar una serie de permisos y tomar medidas de seguridad muy fuertes, entre ellas la contratación de un seguro "de clavo a clavo".

Además, viajará a esta ciudad el cuidador del violín, el profesor Mosconi, que traerá el instrumento esposado a su brazo, indicó Alvaro Vizona, presidente de la Sociedad Dante Alighieri de Puebla, quien en coordinación con el vicecónsul honorario de Italia en la región, Graciano Barboglio, y la directora del Museo Amparo, Angeles Espinoza, hicieron posible que el Stradivarius cruzara el océano Atlántico.

Institución de los lauderos

Según el laudero mexicano Alvaro Escalante Muñoz, fue en Cremona, Italia, en donde se fijaron las características del violín para producir el sonido que hoy en día conocemos; por ejemplo, la longitud del cuerpo, la proporción entre los hombros, la cintura y las "pompas" del violín -ya que tiene forma antropomórfica- son las que permiten que el instrumento tenga una sensibilidad tal para expresar alegría, euforia, dolor, llanto, romanticismo, ensueño y voluntad.

La perfección de forma y sonido del Stradivarius se debe a la especial elección de la madera, la acabada proporción, la altura del puente, la adecuada longitud de las ranuras y la composición del barniz empleado en el ensamble, son algunos de los secretos que le han valido a estos violines el reconocimiento de ser de los mejores del mundo.

La madera con la que está hecho el violín es arce, un árbol emparentado al maple, que es particularmente hermosa porque tiene unas rayas que en México se le llaman flamas o "atigrado"; es una madera estable que no se raja y con el barniz luce aún más, además de que responde bien al sonido. La tapa principal es de pino abeto.

Escalante Muñoz destacó que en México se producen buenos violines, particularmente por una media docena de lauderos que estudiaron en Cremona esas técnicas especiales. Son ellos quienes elaboran los instrumentos de cuerda -violín, viola y cello- para los ejecutantes mexicanos de toda la República y también exportan al extranjero.