DOMINGO Ť 27 Ť MAYO Ť 2001
Ť Eliminar la "lista de control" elevará la moral, afirma
Positivo, aumentar vacaciones al personal militar: Garfias Magaña
Ť Falta transparencia en la forma de otorgar los ascensos
JESUS ARANDA
Para el general retirado Luis Garfias Magaña, la decisión del alto mando del Ejército -aumentar los días de vacaciones a los militares, y que además tengan mayor tiempo libre- fue "muy positiva". Señaló también que la falta de reglamentación en materia de ascensos y comisiones permite la discrecionalidad y la falta de claridad en el ascenso de coroneles y generales de las fuerzas armadas.
Garfias destacó que, por primera vez "en muchos años", un secretario de la Defensa Nacional (el general Ricardo Clemente Vega García) haya informado sobre el estado que guarda la dependencia; aunque comentó que sigue sin cumplirse la obligación que establece la Ley Orgánica del Ejército para que su titular acuda al Congreso de la Unión a informar sobre leyes o asuntos de importancia, cuando así lo requieran los legisladores, lo cual por cierto no ha ocurrido en la historia moderna del país.
Uno de los asuntos que contribuirán a que se eleve la moral de los soldados y oficiales, añadió, es la eliminación de la "lista de control" que durante años obligaba a todos los militares a reportarse los domingos por la mañana en su unidad. Había comandantes, comentó, que liberaban a los soldados después de dos o tres horas de tenerlos sin hacer nada, lo cual era una injusticia.
Incluso el innecesario pase de lista motivó un sinnúmero de actas por deserción en contra de quienes aprovechaban el fin de semana para visitar a su familia en una población cercana a su unidad, pero que por algún contratiempo no llegaban a pasar lista de control, aun cuando teóricamente estuvieran "francos".
El incremento de las vacaciones y del tiempo libre, así como la desaparición de las citadas listas, constituyen "un beneficio directo al personal militar", dijo Garfias, quien confirmó y agradeció a nombre de sus compañeros la decisión de incrementar de mil a dos mil pesos mensuales el apoyo económico a los generales retirados.
Sin embargo, de los más de 70 mil soldados pensionados, sólo un reducido número -los generales- son acreedores a ese apoyo mensual extra.
En el reciente e inédito informe, el general Vega García afirmó que una comisión se encarga de garantizar que los ascensos se den por puntos, no por "sensibilidad", lo que demuestra que "no es un antojo ascender, como a veces se comenta".
Sin embargo, destacó Garfias, mientras no se reglamente la comisión encargada de verificar la puntuación para que un oficial ascienda y se transparente la forma en que el alto mando asigna comisiones de manera discrecional a quien considera pertinente, lo que se traduce en ventaja para los beneficiados -para pasar desde teniente coronel hasta general de división-, no se puede hablar de que se hayan acabado las irregularidades.
Recordó que se ha utilizado a completa discreción el artículo 28 de la Ley de Ascensos del Ejército, el cual permite al alto mando otorgar un grado superior al autor de inventos importantes para las fuerzas armadas o bien de un acto heroico.
Otro artículo en que se basa la "injusticia" es el 29, el cual -según Garfias- establece que "los ascensos conferidos a los grados de coronel, general brigadier, general de brigada y general de división, serán conferidos por el Presidente de la República atendiendo preferentemente al mérito, aptitud y competencia profesionales, calificados a juicio de dicho funcionario".
Sostuvo que, después del general Manuel Avila Camacho, ningún presidente de la República ha conocido al Ejército, y menos a la Fuerza Aérea, lo que ha permitido al secretario de la Defensa en turno presentar al presidente la lista de prospectos, y en esas listas "van los recomendados, los favoritos, los parientes, amigos, etcétera, o bien, algún militar en el cual el presidente tiene interés y desea ascenderlo, aun cuando no tenga derecho para ello".
Pocas han sido las ocasiones en que legisladores se han negado a aprobar el ascenso de un militar. Siendo presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados en la LVI Legislatura, el propio Garfias no ratificó el grado de general de brigada al brigadier Roberto Miranda, jefe del Estado Mayor Presidencial con Ernesto Zedillo, y actual director del archivo militar.
Posteriormente, legisladores del PAN y del PRD en la Comisión Permanente del Congreso votaron en contra de la ratificación del ascenso del general brigadier Domiro García Reyes a general de brigada. El mismo Garfias calificó este ascenso como "un insulto para el Ejército".
Mientras que los miembros del Ejército y la Fuerza Aérea sigan supeditados a "un pequeñísimo círculo de personas, que son quienes deciden el futuro y la carrera militar, deciden su ascenso, la comisión o el cargo, que lleva aparejado dinero", estarán inermes, desprotegidos "y expuestos a injusticias. Y el honor y la dignidad serán meras palabras sin sentido" en el instituto armado, indicó.
Señaló que el Colegio Militar debe convertirse en "el espejo" del Ejército ante la sociedad y que desde el director del plantel hasta los profesores sea personal con probado profesionalismo, pero también con probada honestidad y capacidad, para que estén en condiciones de formar las futuras generaciones de militares.