Ť Análisis en un foro
Debe el PRD deslindarse del proyecto foxista
MARIA RIVERA
La definición del PRD ante la administración foxista y el aval de los senadores perredistas al proyecto de ley indígena, fueron los principales puntos abordados en el panel El Partido de la Revolución Democrática después de su sexto Congreso Nacional, organizado por La Jornada y Casa Lamm.
Aunque con distintos matices, los analistas coincidieron en la necesidad de que el partido proyecte una clara identidad de izquierda, deslindándose del proyecto de Vicente Fox, y rechazaron el voto de sus representantes en el Senado. En la postura de la directiva actual encontraron la explicación del sufragio de los legisladores. Martí Batres indicó que la decisión es resultado de la visión de que "hay que estar dentro de todos los acuerdos". Gilberto López y Rivas fue más allá, consideró que fue un error consciente, que evidencia el grado de "colaboracionismo" con el gobierno actual al que se ha llegado.
Desacuerdos con la directiva
Crisis fue la palabra más mencionada. Pero más bien de lo que parecían estar hablando era de una suerte de esquizofrenia. El partido aprobó en su sexto congreso una postura, mientras que su directiva sostiene otra. Lo votado habla de una alianza con la sociedad, sus organizaciones civiles y los movimientos populares, y su dirigentes sostienen que el pacto es con las alturas. En su lógica, la legitimidad del gobierno foxista obliga al PRD a asumir una corresponsabilidad en el proceso de transición. Una especie de cogobierno, definió mesuradamente Imanol Ordorika. Cohabitación, precisó el claridoso López y Rivas.
Pero los ataques no tuvieron respuesta. El senador Jesús Ortega mandó un fax excusándose por no poder aceptar la invitación. Tareas en tierras lejanas reclamaban la atención del dirigente. Era imprescindible su participación en el proceso electoral yucateco. ¡Lástima!, dijeron los panelistas presentes. Alguien del público recordó que el senador priísta Natividad González Parás, por lo menos había explicado en un foro anterior las razones de su voto a favor del proyecto de ley indígena. "Estos ya ni se molestan, ¿verdad?".
El partido del sol azteca le queda chiquito a México
El historiador Enrique Semo lamentó que el partido estuviera desaprovechando el momento actual. Con la
caída del régimen priísta, explicó, ha llegado al poder una fuerza claramente empresarial, que expresa posiciones conservadoras. "Las posibilidades de acción para una izquierda inteligente son inmejorables". Superado el problema de la democracia representativa, el tema social, de la desigualdad, se impone como definitorio, sostuvo. Derecha e izquierda quedan claramente confrontadas.
Pero el perredismo no está en condiciones de aprovechar las actuales circunstancias. "El PRD le queda chiquito a México", sostuvo el funcionario del gobierno capitalino; se le ofrecen posibilidades de oro y no sabe aprovecharlas.
También reconoció que el voto perredista está totalmente estancado, casi ha sido el mismo desde que la izquierda se legalizó, con las excepciones de 1988 y de 1997. "Se necesita una reforma interna, sostuvo, pero mientras la dirección no se ponga de acuerdo sobre el problema del poder, seguiremos siendo una fuerza muy por debajo de las enormes posibilidades que nos está brindando el pueblo".
No me siento con ánimo de comprometerme con ninguna corriente, dijo, pero sí con un proyecto de construcción del partido, que no es cosa de una generación, sino de muchas. "Pero actualmente nadie se interesa en esta tarea, sino llegar a la Presidencia de la República, ganar diputaciones o saber cuánto dinero recibirán al final de las elecciones", lamentó.
Actitud precipitada, la de senadores: Martí Batres
El coordinador de los diputados perredistas, Martí Batres, se centró en la definición ante el gobierno de Fox. "Hay quienes piensan que los acuerdos son objetivos por sí mismos, son aquellos que gritan con angustia ¡nos vamos a quedar fuera! ¡Nos van a marginar!, pero ¿de cuál acuerdo están hablando? Ojalá y nos hubiéramos quedado al margen del de la ley indígena", planteó. "Es equivocada la idea de que si el PRD se vuelve más suavecito, más moderado, atraerá más votos, continuó, pero de lo que se trata es de voltear hacia los intereses de la sociedad y los movimiento populares". Con Fox, añadió, sólo puede haber acuerdos circunstanciales, en puntos de coincidencia. "La derecha no tiene nada que ver con nuestro proyecto".
La postura de los senadores la consideró precipitada, al tomar decisiones sin haber abierto la discusión dentro del partido. Concentrados en el congreso de Zacatecas, los perredistas ni se enteraron lo que se estaba cocinando en el Senado. La palabra albazo gravitó en la explicación.
El partido, secuestrado por una corriente: López y Rivas
El jefe delegacional en Tlalpan, Gilberto López y Rivas, no dio concesiones, ni admitió explicaciones. Detrás del voto en el Senado, dijo, hubo una postura criollista. "Demetrio Sodi explicó: eso es lo que se consiguió, total si los pueblos indios ya ni existen. No fue un sufragio aislado, ni una equivocación táctica, sino algo que se enraíza en la estructura misma del partido, en la dirección que va hacia el colaboracionismo, que quiere la cohabitación con el gobierno, que va al arreglo con el régimen foxista".
Preguntó a los senadores por qué no dieron a conocer el dictamen, por qué no lo filtraron como se ha hecho en ocasiones anteriores. "Lo tuvieron cinco días y se conservó como un secreto de Estado", afirmó. ¿Por qué no permitieron que se discutiera en un colectivo más amplio?, insistió. No, no fue una decisión irreflexiva, concluyó.
El partido está secuestrado por una corriente que apuesta a su reproducción permanente en el aparato de poder, indicó con pesimismo, y así no se puede construir nada. "Si tuvieran vergüenza, renunciarían".
Definir qué es ser izquierda: Imanol Ordorika
En la visión pesimista del presente, Imanol Ordorika estuvo de acuerdo, pero abrió un espacio de luz, y dijo ser optimista hacia el futuro.
Recordó que el partido surgió con las demandas de democracia ya, patria para todos. El peso de la lucha por la democracia hizo que se diluyera la demanda de igualdad. El eje central del PRD era alejar al PRI del poder, y lo que logró fue allanarle el camino a Fox. "Ahora tenemos claro que no bastaba con sacar al PRI de Los Pinos, hay que cambiar las condiciones del país".
También enfocó sus críticas hacia la actual directiva perredista y enfatizó la necesidad de que el partido defina su identidad. "La dirección piensa que la única vía de desarrollo para el PRD es asumir un cogobierno, compartir responsabilidades en el proceso de transición". A cambio, propuso avanzar hacia una clara definición de lo que es ser izquierda, donde el tema central sea el de la desigualdad.
El resumen, para los panelistas, la asignatura pendiente del perredismo ?heredero de largos años de lucha de la izquierda mexicana? es convertirse en una opción nacional, que no gire en torno al poder presidencial, vinculado a la sociedad. Algo muy alejado de la "izquierda moderna", que da más peso a los problemas políticos y a la transformación del Estado, que a la desigualdad.