SABADO Ť 26 Ť MAYO Ť 2001
Ť Es la pista de mayor reto; se correrá este domingo
En el GP de Mónaco, la prudencia es el máximo mandamiento
Montecarlo. 25 de mayo. El Gran Premio de Mónaco, a correrse este domingo, es la pista más odiada y temida, pero al mismo tiempo, la de mayor reto para los pilotos de Fórmula Uno que por nada del mundo se la perderían.
En esta prueba la prudencia es el máximo mandamiento, incluso para un maestro del volante como Michael Schumacher "naturalmente, sé en todo momento que hay mucho peligro", dijo el cuádruple vencedor de esta carrera, que se realiza en un estrecho circuito encajonado entre viviendas y rodeado de yates, lujos y el Mediterráneo como telón de fondo.
Además, es un recorrido que hace ya mucho tiempo no corresponde a los modernas reglas de seguridad: faltan zonas para desviarse, las barreras de protección están peligrosamente cerca y los carros atraviesan el túnel Loews, que en una parte queda totalmente oscuro con carros que van incluso a 260 kilómetros por hora.
En realidad, el circuito de Mónaco ya no debería existir debido a los bólidos demasiado rápidos y al poco espacio para la excesiva cantidad de personas que toman parte en la Fórmula Uno.
La famosa descripción del ex campeón mundial brasileño, Nelson Piquet, está más actual que nunca : "Disputar carreras en Mónaco es como volar un helicóptero en la sala de estar".
Ralf Schumacher, víctima el jueves de un accidente sin consecuencias pero que lo puso en observación médica para establecer si está apto para la competencia, resumió: "Apretar el acelerador por la ciudad es en realidad muy divertido, pero excesivamente peligroso".
Entre las medidas de seguridad se cuenta con barras protectoras, 13 mil metros cuadrados de vallas, 3 mil ayudantes, más de mil médicos, 150 bomberos, más de 600 ayudantes de carrera y con ayuda de grúas los autos averiados serán izados y sacados de la calzada en pocos minutos.
En la historia de la competencia sólo se ha registrado un percance mortal. En 1967, el italiano Lorenzo Bandini falleció cuando su auto chocó contra una barrera de balas de paja que se incendiaron con el choque.
El Gran Premio de Mónaco tiene un gran valor publicitario para la Fórmula 1 y para el Principado, donde se pagan hasta 45 mil dólares por un balcón, con lo que se explica que no se haya suspendido a pesar de su complicada y peligrosa ruta.