SABADO Ť 26 Ť MAYO Ť 2001
Ť El gobierno sospecha de los grupos paramilitares de extrema derecha y de guerrilleros
Cuatro muertos y 32 heridos, saldo de dos bombazos en Colombia
Ť La política de paz de Pastrana no da resultados, alerta el rebelde ELN y se deslinda de los hechos
Ť Jefe de grupo armado se atribuye la responsabilidad de un carro-bomba desactivado el lunes
DPA, AFP, PL, AP Y REUTERS
Santafe de Bogota, 25 de mayo. Cuatro muertos y 32 heridos provocaron hoy dos bombazos en esta capital de Colombia, en una oleada de atentados que el gobierno sospecha sería obra de los paramilitares de extrema derecha, y que obligó al presidente Andrés Pastrana a cancelar un viaje a Europa.
Los estallidos ocurrieron en horas de la mañana en las inmediaciones de la Universidad Nacional, en una concurrida zona residencial, con pocos minutos de diferencia uno del otro. La policía dijo que los primeros informes indican que cuatro sujetos, con ropas oscuras y pasamontañas, colocaron las bombas y huyeron en un automóvil.
El primer artefacto, con ocho kilos de explosivos, estalló a las 8.15 hora local, cuando centenares se estudiantes se encontraban en el área. El saldo fue de cuatro muertos, incluyendo un policía y una persona que se cree formaría parte de los terroristas, ya que testigos dijeron haber visto que cargaba el paquete que estalló.
Minutos después explotó la otra bomba, con siete kilos de dinamita a pocos metros de distancia, en momentos en que reinaba la confusión y cuando llegaban los agentes de los organismos de seguridad. En este caso se reportó inicialmente que hubo 23 heridos, entre ellos dos policías y algunos periodistas de los canales de televisión CityTv y Caracol.
Informes posteriores indicaron que la cifra de muertos se elevó a cinco y el de heridos a 32.
Las explosiones sacudieron la zona en un radio de 50 metros a la redonda, causando la destrucción de vidrios en edificios y comercios. La policía aisló la zona y los agentes antiexplosivos detectaron y desactivaron un tercer artefacto, con el apoyo de perros entrenados.
La policía dijo que tras las explosiones se desató una escalada de "terrorismo telefónico, lo que obligó a los expertos a dirigirse a otras áreas vecinas, en un ambiente de intranquilidad y nerviosismo que incluso repercutió en el mercado cambiario en detrimento del peso colombiano.
Desactivan dos petardos cerca de la embajada de EU
Pero las inspecciones policiales tuvieron resultados, porque fueron desactivados dos petardos más de bajo poder cerca de la embajada de Estados Unidos y de la Fiscalía General. Esto obligó nuevamente a la policía a acordonar otras zonas adyacentes y continuar las inspecciones en oficinas y áreas peatonales.
El jefe de las bandas paramilit ares, Carlos Castaño, dijo que su organización es responsable de la instalación de uno de los carros bomba que fue desactivado el pasado lunes.
El ministro del Interior, Armando Estrada, condenó los atentados y dijo que de momento, la hipótesis más importante atribuye la autoría a los paramilitares de derecha de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en lo que sería su reacción a los operativos emprendidos por las autoridades contra sus fuentes de financiamiento en Montería y Medellín.
Indicó que los bombazos de este día en Bogotá y la desactivación ayer de otros artefactos en Barrancabermeja, donde se ha asentado el paramilitarismo, parecería tener una relación directa con el combate que se está llevando a cabo contra esos grupos, que últimamente se han convertido en el mayor obstáculo en el proceso de paz.
No obstante, Estrada dijo que el gobierno estaba manejando también otra hipótesis, "que está tomando mucha fuerza", en el sentido de que en los atentados podría estar implicado un presunto grupo disidente de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda insurgencia del país en importancia.
El máximo líder del ELN, Nicolás Rodríguez (Gabino), rechazó de inmediato en una entrevista radial la implicación de su grupo en los ataques, y los atribuyó a los paramilitares y a los narcotraficantes.
El segundo comandante del ELN, Antonio García, fue más contundente, al afirmar que la política de paz del presidente Andrés Pastrana podría estar al borde de la crisis al no presentar resultados, voluntad o alternativas claras, por lo que el país estaba a las puertas de "una serie de hechos" en los que la insurgencia no tiene nada qué ver.
Aunque García no precisó a cuáles hechos se refería ni aludió directamente a los bombazos, sostuvo que hay sectores interesados en afectar la estabilidad de los procesos de paz, y que "esa es la consecuencia de un desgobierno, de una falta de fuerza para cimentar y liderar un proceso de paz".
Los dirigentes del ELN se referían implícitamente al hecho de que el gobierno no ha podido establecer la zona desmilitarizada en Bolívar, acordada ya entre las partes, ante la oposición de las AUC y habitantes de la región.
Gabino aseveró que la extrema derecha está intentando "imponerse por el terrorismo" para obstaculizar las aproximaciones de paz. Con todo, el dirigente rebelde agregó que el ELN está dispuesto a continuar los acercamientos con el grupo de países amigos y la sociedad civil, pese al congelamiento del diálogo con el gobierno.
El presidente Pastrana suspendió una gira de trabajo a Francia y Mónaco y encabezó un consejo extraordinario de seguridad, en el que ordenó el fortalecimiento de las medidas de control en las principales ciudades del país, que de inmediato se reflejó con un despliegue de 12 mil efectivos en Bogotá y expertos en explosivos e inteligencia.
Pastrana ratificó que la Copa América de futbol se efectuará del 11 al 29 de julio, como está previsto, ante la preocupación de la gente de ese medio. Al efecto, otros 10 mil efectivos fueron desplegados en Medellín, Cali, Barranquilla, Armenia, Pereira y Manizales, que además de Bogotá, serán sedes del acto deportivo.
En otro asunto, se culpó a las FARC de la muerte de siete indígenas en Córdoba y del rapto de otros ocho por paramilitares en la misma zona.