Ť Historias de cacicazgos
En 96, Hendricks huyó de QR por amenazas de Mario Villanueva
JOSE GALAN
En mayo de 1996, el presidente del PRI en Quintana Roo, Joaquín Hendricks Díaz, y el delegado del Comité Ejecutivo Nacional tricolor, Antonio Castellanos -hijo del general Abasalón Castellanos-, abandonaron Chetumal de una manera insólita: ocultos en la cajuela de un automóvil Grand Marquis.
Enojado porque Hendricks Díaz no se avenía a su línea política y no se le cuadraba para hacer del partido lo que le venía en gana, el entonces gobernador Mario Villanueva Madrid primero le organizó una campaña política: mítines, plantones y protestas de todos los sectores; luego le cortó los fondos.
Harto de que su estrategia no funcionara, decidió obligarlo a dejar el cargo y de paso correr al delegado del estado. Pero quería darles primero un susto.
Sin embargo, los líderes priístas recibieron el pitazo. Las versiones en Chetumal hablaban de que Villanueva Madrid buscaba "secuestrar" a Hendricks Díaz para obligarlo a firmar su renuncia. El presidente estatal del PRI se comunicó con la líder María de los Angeles Moreno, quien le sugirió viajar de inmediato a la ciudad de México "para arreglar este asunto".
Hendricks Díaz y Antonio Castellanos, advertidos de antemano, se metieron en la cajuela del coche y huyeron a Mérida para luego viajar a México, donde fueron recibidos por María de los Angeles Moreno, presidenta del PRI. A la postre, Hendricks Díaz se vería obligado a dejar el cargo.
Lo hizo en parte por el consejo de sus amigos, entre ellos el general Rafael Macedo de la Concha, entonces procurador de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Hendricks Díaz, con grado de teniente coronel y título de abogado, había trabajado bajo sus órdenes en la dirección jurídica del Estado Mayor Presidencial a mediados del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado.
Ahora Hendricks Díaz gobierna Quintana Roo, Rafael Macedo de la Concha es procurador general de la República y Mario Villanueva está en la cárcel acusado de narcotráfico.