VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001

Ť La isla de Orabá, Sinaloa, acoge al único festival autóctono de gran alcance en el país

Magia, espiritualidad y paganismo de la danza indígena en el tercer Encuentro Yoreme

Ť Apoyo del CNCA para que haya diálogo entre pueblos de Aridoamérica y Mesoamérica

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Culiacan, Sin., 24 de mayo. Ante el éxito de público y de convivencia entre grupos indígenas, el Encuentro Yoreme de Sinaloa, el único gran festival de su tipo en el país, será apoyado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) para que el año próximo se convierta en el ''foro de expresión de las culturas indígenas de México'' y en el espacio de diálogo entre los pueblos de Aridoamérica y los de Mesoamérica.

Ayer, la magia, espiritualidad y paganismo de la danza indígena se integró al entorno silvestre de la isla de Orabá, ubicada en el delta donde confluyen los ríos Humaya y Tamazula para convertirse en el río Culiacán, que da nombre a esta ciudad.

En este tercer Encuentro Yoreme participan grupos de danza de ese tronco etnolingüístico del noroeste de México y suroeste de Estados Unidos ubicados en Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Arizona. Además de invitados de Michoacán, Dakota del Norte, Canadá y Australia.

Con sus prácticas comunitarias, mayos, yaquis, seris, pimas, tarahumaras, purépechas, apaches, tohonos, dakwäkädas y gummilarois ''tomaron'' Orabá. Anfitriones, los mayos-yoremes cocinaron en el claro de la isla su guakabaque (cocido de res y verduras) y sirvieron de comer a quien así lo pedía.

Ante cientos de personas y aún con la luz del sol reflejada en el río, la jornada comenzó a las 8 de la noche de aquí (una hora antes que en el DF) con un desfile no exento de folclorismo y espectacularidad.

Apoyados en un buen sonido y ''música étnica'', dos danzantes indígenas y una bailarina contemporánea se ubicaron en plataformas detrás del escenario y semicubiertos por una gran gasa oscura.

Acompañados de sus cantos y tamborcillos, los tres integrantes de Hoop Pow Wow, de Estados Unidos, danzaron como las águilas, los pastizales movidos por el viento y los animales ''que bailan a la luna''.

Dos culturas, un territorio

Como a las 11 de la noche, cuatro rarámuris bailaban en círculo la danza del Judío. Tiznados de negro sus rostros y cuerpos, además rayados de caliche, con el cual enblanquecieron sus cabellos, estos tarahumaras de Choix, en los límites de Sinaloa con Chihuahua, giraban silenciosos acompañados por suaves melodías de una guitarra y un violín.

Antes de la media noche, ya bajo una de las palapas, los mayos de diferentes comunidades sinaloenses no se cansaban de interpretar danzas como la del coyote, la pascola, la de fariseos o la del venado, siempre diferente y de remotas referencias enraizadas en la naturaleza.

Todo bajo la callada supervisión de don Tirso Jitchimea Buitimea, indígena mayo-yoreme y presidente del Consejo de Gobernadores Tradicionales de Sinaloa. ''Somos dos culturas conviviendo en el mismo territorio'', dijo durante la inauguración y ante el gobernador Juan S. Millán y Sara Bermúdez, presidenta del CNCA.

El festival culminará el domingo y, con un programa alterno de diferentes juegos de pelota indígenas, exposiciones fotográficas y venta de artesanías, se desarrollará además en los municipios de El Fuerte, Los Mochis, Guasave, Sinaloa de Leyva y Mazatlán, varios de ellos asentados en zonas de presencia mayo-yoreme.

Lo regional, más allá de lo estatal

Bermúdez y Millán firmaron acuerdos de colaboración cultural que son el comienzo de un mayor apoyo del CNCA a Sinaloa. A su vez Eudoro Fonseca, director general de Vinculación Cultural y Ciudadanización, informó que el CNCA desarrolla una política para las expresiones culturales cuyo carácter e identidad regional van más allá de lo estatal, como el programa para la Huasteca, que abarca seis estados del país.

Eso, agregó, se pretende hacer con la región y el Encuentro Yoreme, que incluye a tres entidades, las cuales también aportarían recursos. A la vez, señaló, se mantendría la vinculación con la parte yoreme de Arizona, EU.

Griselda Galicia, titular de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del CNCA, reconoció que el Encuentro Yoreme es el único festival indígena de amplio alcance en el país.

Por ello, señaló, se buscará promover el diálogo cultural entre los pueblos indígenas de Aridoamérica y los de Mesoamérica, ''para que este festival se fortalezca, crezca aún más y se convierta en el foro de expresión de las culturas indígenas del país, en intercambio con las de otros países''.

Bermúdez agregó: ''Es el curso natural que debe de tomar. Vimos el gran éxito que tiene aquí y nos encantaría apoyarlo para que se hiciera a nivel nacional e internacional si se pudiera''.

Galicia, indígena de Oaxaca, subrayó que Bermúdez se reunió con 32 representantes de pueblos indígenas en la sede del CNCA ''para poner a su consideración los nuevos programas, líneas y estrategias de trabajo con el empeño de establecer una relación horizontal con los pueblos indígenas.

''No son menores de edad. Saben lo que quieren hacer y cómo lo quieren hacer. Y el CNCA lo único que hace es acompañar el proceso'', indicó Galicia. Y Bermúdez comentó de nuevo:

''Les dijimos: este es nuestro proyecto, necesitamos que ustedes nos ayuden a enriquecerlo. Si ven que nuestro proyecto va mal, ayúdennos, dígannos qué podemos hacer para mejorarlo, porque es de ustedes. Ustedes van a tener que vivir con él, no nosotros.''