Ť La especialista ofrece lecturas guiadas de algunas obras de la Décima Musa
Quizá por ser mujer y mexicana no se valora el genio de Sor Juana, señala Margo Glantz
Ť Sus escritos la convirtieron en una figuna no sólo colonial, sino metropolitana, dice
Ť Las siguientes sesiones comprenderán Amor es más laberíntico y El divino Narciso
MONICA MATEOS VEGA
Sor Juana Inés de la Cruz fue un genio y como tal debería ser reconocida en todo el mundo ahora que está de moda conocer la obra de mentes geniales como la de Mozart o la de Einstein; pero ''quizá por ser mujer y mexicana'' no se difunde su historia, a nivel internacional, en ese sentido. No obstante, en el 350 aniversario de su natalicio, la fascinación por la Minerva de América provoca no sólo numerosos estudios sino hasta polémicas.
Lo anterior fue comentado por Margo Glantz en su charla introductoria a la serie de lecturas guiadas en torno a la obra de la Décima Musa que comenzó este miércoles y proseguirá los subsiguientes en el Centro Nacional de las Artes (CNA).
Para abrir boca, la especialista ofreció una amena semblanza de Juana Inés, cuya fecha de nacimiento se ubica entre 1641 y 1648, ''quedémonos con esta última, no sólo para festejarla, sino para hacerla más joven''.
La agudeza literaria de la autora de Primero sueño se manifestó desde temprana edad: a los ocho años escribió una loa eucarística, lo que significa que debió contar con conocimientos teológicos.
Entre los 14 y los 15 años realizó un examen público ante 40 sabios en donde dio muestra de sus conocimientos, fue como presenciar ''la pelea de 40 chalupas contra un galeón real'', se escribió entonces.
Luego de este acto, la joven Juana de Asbaje estaba lista para ingresar al convento, único lugar donde podría seguir estudiando en una época que destinaba a las mujeres a la cocina y la crianza de hijos.
Protegida por las autoridades del Virreinato de la Nueva España, Sor Juana pudo desde el claustro no sólo aprender y escribir, sino publicar, ''algo muy difícil para cualquier autor de entonces porque se requería de permisos eclesiásticos y civiles además de que el papel era muy caro''. Entre 1689 y 1725 se realizaron hasta 20 publicaciones de la monja jerónima, algunas obras incluso tuvieron una segunda edición y circularon varias ediciones piratas, ''fue una gran best-seller''.
Sus escritos trascendieron fronteras ''convirtiéndola no sólo en una figura colonial, sino en un personaje metropolitano''. Cerca de su muerte, Sor Juana fue obligada a callar y a desprenderse de su fortuna: casi cuatro mil libros de su biblioteca personal, diversos instrumentos musicales y científicos, así como joyas, ''incluso en algún momento también el Santo Oficio estuvo tras ella''.
Resurrección en el siglo XX
Glantz explicó que ''probablemente tocaba varios instrumentos, pues en esa época era muy importante la música. Se sabe que escribió un tratado musical que hasta la fecha no ha sido encontrado''.
La celebridad de Sor Juana empezó a apagarse luego de la última edición de sus obras, alrededor del año 1725, ''entonces el barroco parece inútil. Después, en el siglo XIX, tratan muy mal a Sor Juana. Los intelectuales de la época dicen que su obra es 'dudosa', que su escritura es 'menor' y que Primero sueño era una 'obra abominable' por su estilo gongorino que no se entiende a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera''.
Pero el siglo XX es el encargado de resucitar la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, que coincide también con la resurrección de Góngora. Primero Amado Nervo, después Ermilo Abreu Gómez, en 1927, se ocupan mucho de su obra. Posteriormente los Contemporáneos, en particular José Gorostiza al escribir Muerte sin fin, un poema muy similar en muchos aspectos a Primero sueño; ''pero es Octavio Paz, en 1982, quien, al escribir Las trampas de la fe, internacionaliza a Sor Juana''.
También destaca el estudio de José Gaos acerca de la metodología filosófica que la escritora plantea en Primero sueño, único en el mundo, ''no hay ningún otro poema en la historia que se le parezca''.
Sor Juana escribió romances, teatro, loas teológicas, villancicos, siempre siguiendo tradiciones definidas, ''pero innovando''. Por ejemplo, Los empeños de una casa ?obra que fue motivo de la primera sesión de lecturas guiadas de Glantz? sigue el modelo planteado por el más importante dramaturgo contemporáneo de Sor Juana: Pedro Calderón de la Barca. Como toda comedia de capa y espada, esta pieza teatral es un juego de equívocos, con intermedios rellenos de loas y sainetes, en los que la autora expresa, entre líneas, su opinión acerca del teatro en México y datos autobiográficos, por ejemplo, su opinión sobre la fama que ha conseguido. La siguiente sesión de lecturas guiadas impartida porGlantz será el 30 de mayo, con Amor es más laberíntico. Finalmente, el 6 de junio se estudiará El divino Narciso. La cita es, a las 19 horas, en la sala de teleconferencias del CNA (Río Churubusco y Tlalpan).