VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001
Ť Putin promete ayuda a damnificados; se aleja el peligro de inundación en Yakutsk
En Yakutia 43 mil personas quedan sin hogar
Ť Comisión gubernamental evaluará las pérdidas económicas por las lluvias en Siberia
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 24 de mayo. Tras días de incertidumbre y permanente esfuerzo para destruir el hielo que desbordaba el río Lena, cada vez es menor el peligro de que se inunde Yakutsk, la mayor ciudad de Siberia oriental.
Junto con la buena noticia, un balance preliminar indica que en la república de Yakutia las inundaciones dejaron sin hogar a cerca de 43 mil personas y ocasionaron muy grandes pérdidas económicas. Después de sobrevolar este jueves la zona de desastre en helicóptero, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo estar impresionado por el panorama desolador y prometió ayudar a los damnificados.
Camino a la capital de Armenia, donde asistirá a una reunión de jefes de Estado de los países ex soviéticos miembros del Tratado de Seguridad Colectiva, Putin estuvo unas horas en la ciudad Lensk, una de las más afectadas por el desbordamiento del Lena.
El mandatario ruso estimó que ahí será necesario construir diez mil departamentos, para lo cual se mostró dispuesto a firmar un decreto que autorice a la empresa estatal ALROS, uno de los principales extractores de diamantes del país, a vender parte de su colección de brillantes, piedras preciosas y piezas de oro, consideradas como patrimonio nacional, pero sólo después de que una comisión gubernamental elabore un plan detallado de cómo se gastaría ese dinero.
De acuerdo con Putin, el daño causado por el desastre natural asciende a una cifra que va del equivalente de 750 millones de pesos a 1,200 millones de pesos. "No es extraño, dado que las autoridades locales inflan las pérdidas y los expertos del ministerio de Finanzas, por el contrario, las minimizan", explicó el titular del Kremlin y anunció que el próximo 29 de mayo una comisión gubernamental deberá presentarle una estimación de las pérdidas reales.
En un breve encuentro en las calles de Lensk con gente desesperada, Putin pudo oír que el año pasado las autoridades locales dieron como compensación a los damnificados, también producto de inundaciones de menor envergadura, el equivalente a 200 pesos, suma que, según mencionó uno de los que tuvieron la oportunidad de ser escuchados por el presidente, "apenas alcanzaba para tres latas de pintura o unas cuantas botellas de vodka".
Por primera vez, Putin formuló en público una pregunta que se hacen los rusos de modo cada vez más insistente: Ƒcómo fue posible que las autoridades de Yakutia no previeran las inundaciones, un problema que por las condiciones climatológicas, se presenta cada año, en mayor o menor medida?
El presidente de Rusia, por lo pronto, se enteró que en los últimos diez años, alegando carencias de presupuesto, en Yakutia no se realizó ningún trabajo preventivo, como la medición regular del espesor de los bloques de hielo que permite pronosticar el nivel que subirá el río, ni tampoco labores de mantenimiento de los muros de contención en Yakutsk. De último momento, arrasado Lensk, se empezó a levantar un improvisado dique de arena.
La situación en otras zonas de Siberia y del Extremo Oriente, conforme a una reciente evaluación del ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, sigue siendo preocupante y todavía es alto el riesgo de inundaciones, si bien -y por fortuna- no se vaticinan desbordamientos tan devastadores como los de Yakutia.
Fuera de ésta, en regiones colindantes, están inundadas más de 4 mil casas y tuvieron que ser desalojadas 17 mil 500 personas.