VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001
Ť El instituto deberá cubrir intereses por más de 50 mil millones de pesos este año
Di Constanzo: el interés de los banqueros extranjeros no es el mercado sino los réditos de pagarés del IPAB
ANTONIO CASTELLANOS
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) cubrirá este año intereses a la banca extranjera por los pagarés de saneamiento o capitalización, por casi 50 mil millones de pesos. El débito interno prácticamente ya es foráneo. Con Banamex y Citibank tiene además una deuda de 60 mil millones de pesos a través de dos empréstitos que pagan TIIE más 0.40 y TIIE más 0.60.
Según indicadores oficiales, el instituto tiene obligaciones por concepto de pagarés de descuento con la banca extranjera de 250 mil millones de pesos que generan los intereses mencionados. Con la creación del IPAB en 1998 se abrió la posibilidad de la extranjerización de la banca que ahora ya alcanza el 90 por ciento.
En la compra de Banamex por parte de Citigroup, precisó Mario Di Costanzo, consultor privado y ex secretario técnico de la comisión para investigar el funcionamiento del IPAB, es claro que de los 12 mil 500 millones de dólares involucrados no servirán para resolver el grave problema de capitalización del sistema bancario, en virtud de que la operación será por 6 mil 500 millones de dólares en efectivo para Roberto Hernández y el resto un intercambio accionario para garantizar la participación de aquel en el consejo de administración.
Eso demuestra, agregó, que el gran negocio de la extranjerización de la banca y el interés de los banqueros foráneos no es el mercado, sino más bien los réditos que ofrecen los pagarés a los que el IPAB da servicio.
Así, por ejemplo, en el grupo financiero Bilbao Vizcaya (Probursa, Banpaís, Cremi) y ahora Bancomer, encontramos que la deuda que el IPAB tiene con este banco por concepto de pagarés asciende a 121 mil 618 millones de pesos, que representan 35 por ciento de sus activos y le generan 19 mil 535 millones de pesos de intereses anuales, cifra muy superior a sus utilidades de 1999.
La situación en el caso de Santander, donde la deuda del IPAB con el grupo financiero es de 94 mil 625 millones, incluyendo el pagaré de Serfin, representa 38 por ciento de los activos de ese banco y le generan intereses anuales por 15 mil 214 millones de pesos.
En el caso de Banamex-Citibank la nueva institución será dueña de un pagaré a cargo del IPAB de 51 mil millones de pesos, que le generarán intereses por más de 8 mil millones de pesos.
Además, está la deuda que el IPAB tiene con Banamex y Citibank producto de dos créditos otorgados por 30 mil millones de pesos cada uno a una tasa de TIIE más 0.40 y TIIE más 0.60. Es decir, la deuda total del instituto con la institución resultante de la compra será superior a los 100 mil millones de pesos, cifra equivalente a la recaudación proyectada por aplicar el IVA generalizado en la reforma fiscal.
Señaló que ninguno de los objetivos que se expusieron en el acuerdo presidencial del 5 de septiembre de 1990 emitido para la desincorporación bancaria, se ha logrado. Entre otros destacaban asegurar que la banca nacional fuera controlada por mexicanos. Eso ya no es posible porque sólo queda Banorte como la institución bancaria de capital nacional y con la alta probabilidad de que sea vendida a capital extranjero, al igual que Bancrecer, que está en la mira de Nova Scottia Bank, uno de los principales postores.
También se planteaba la necesidad de conformar un sistema financiero más eficiente y competitivo; garantizar una participación diversificada y plural en el capital, impidiendo fenómenos indeseables de concentración, y propiciar las sanas prácticas financieras bancarias.
Después de casi diez años, dijo Di Costanzo, podemos observar que prácticamente ninguno de los objetivos se alcanzó y después de sufrir una crisis financiera que prácticamente quebró al sistema bancario nacional y generó una deuda para los mexicanos de más de 800 mil millones de pesos, las autoridades gubernamentales han facilitado la extranjerización del sistema de pagos.