VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001
Ť Tribunal ordenó a la SRE reargumentar el caso
Podría la SCJN decidir sobre extradición de Jesús Amezcua
Ť EU reclama al presunto capo de las metanfetaminas
GUSTAVO CASTILLO, C. FRIAS Y J. A. CORNEJO REPORTERO Y CORRESPONSALES
En caso de que la defensa de Jesús Amezcua Contreras se inconforme con la decisión del segundo tribunal colegiado, en cuanto a que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) motive y fundamente de nueva cuenta su extradición a Estados Unidos, podría corresponder a la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinar si debe ser enviado a ese país, indicaron fuentes judiciales en la ciudad de México.
El 17 de agosto de 1998, las autoridades de Estados Unidos solicitaron formalmente la extradición de Amezcua Contreras, quien utiliza los alias de Chuy, Chuy Amezcua, Adán Hernández, Obia Kay Rodríguez Garza y Jesse James. La petición se emitió a partir de dos procesos que se le iniciaron en la Corte Distrital Sur de California.
José de Jesús es señalado junto con su hermano Luis como cabecilla del llamado cártel de las metanfetaminas, que supuestamente opera en Guadalajara, Colima y Tijuana, así como en San Diego y Los Angeles.
La embajada de Estados Unidos entregó la solicitud de extradición a la Secretaría de Relaciones Exteriores, y ésta a la Procuraduría General de la República (PGR). En el escrito, con número 01/98, se asienta que varios testigos "han descrito a Jesús como el director de las operaciones de distribución y transporte de la efedrina, mientras a Luis lo señalan como el supervisor de la recaudación de los ingresos, la instalación de laboratorios y la coordinación de las rutas de expedición".
Jesús Amezcua, a quien la cancillería ya colocó en la antesala de la extradición, está sujeto al proceso 93-0163-R, relacionado con una orden de aprehensión que el 11 de febrero de 1993 giró el magistrado de la Corte Distrital Sur de California, que lo acusó de asociación delictuosa para poseer cocaína con intención de distribuirla, y de posesión de cocaína en grado de tentativa con propósito de distribuirla.
Dicha corte también involucra a Jesús en el proceso 93-CRF-1897-R, por el que se solicitó su detención el 2 de junio de 1998, bajo los cargos de asociación delictuosa para manufacturar metanfetamina, asociación delictuosa para poseer efedrina con intención de manufacturar metanfetamina, y operación continua de una empresa con actividades delictivas.
Autoridades de Estados Unidos señalaron que agentes encubiertos aseguraron haber documentado operaciones de tráfico de metanfetaminas que realizaron los hermanos Amezcua Contreras. Se añadió que "entre diciembre de 1996 y junio de 1998, Jesús Amezcua proveyó cantidades enormes de metanfetamina a sus cómplices para su distribución en el área de San Diego, California".
Las trampas de la DEA
Entre las pruebas que la embajada estadunidense presentó en cuanto al primer proceso se señala que entre diciembre de 1992 y enero de 1993, Jesús Amezcua, Bernardo Bonilla Hernández y Arturo Ramírez Mendoza -estos dos ya sentenciados a 151 y 120 meses de prisión- hicieron "un plan para comprar y distribuir grandes cantidades de cocaína a nombre del cártel de Cali".
Sandra Corrales Orihuela, agente encubierta de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), fue presentada en diciembre de 1992 por Bonilla Hernández a Je-sús Amezcua. Conversaron sobre la compra de cocaína que harían los dos varones. En enero de 1993 sostuvieron otra reunión y acordaron que ella les vendiera 50 kilogramos de cocaína en 500 mil dólares.
El 29 de enero de ese año se reunieron de nuevo en Chula Vista, California. Jesús Amezcua dijo a la mujer que sólo le comprarían media carga, porque poco antes les habían decomisado efedrina. El 30 de junio Ramírez Mendoza fue detenido cuando recibía cocaína; en su auto encontraron casi medio kilogramo de efedrina y se le sentenció a diez años de prisión.
En cuanto al segundo proceso, se asienta en la nota diplomática que desde principios de 1989 hasta el 18 de junio de 1998 "Jesús Amezcua operaba una em-presa delictiva que en parte se enfocaba a la fabricación, posesión y distribución de metanfetamina y de su precursor químico, la efedrina".
Como pruebas se indica que a principios de 1989 Jesús Amezcua se reunió con Juan Villanueva, detective de la policía de Los Angeles, para negociar la compra de efedrina. En diciembre de 1992 Villanueva se reunió con la agente Sandra Corrales Orihuela en Chula Vista para intercambiar información.
Mientras, agentes federales mexicanos detuvieron el 25 de septiembre de 1992 a Constantino Tirado, compadre de Jesús Amezcua, cuando salía de una bodega en Tuxpan, Jalisco, dentro de la cual encontraron más de dos toneladas de efedrina.
Craig Hammer, agente especial supervisor de la DEA, declaró que entre enero y marzo de 1993 Luis Amezcua operó en Plascencia, California, un negocio que producía armarios pero también traficaba metanfetaminas.
Se afirma asimismo que en enero de 1994 Jesús Amezcua viajó a Holanda, India y Tailandia para comprar efedrina. En India se entrevistó con Fayez Ahmad Amir, quien le ofreció nuevos cargamentos de la sustancia.
El 31 de julio de 1994 el Departamento de Aduanas de Estados Unidos confiscó en el aeropuerto de Dallas, Texas, 2.3 toneladas de efedrina que envió de India la empresa Sharjah a la Comercializadora y Abastecedora de Occidente, en Guadalajara. Fueron detenidos los empleados de esta última compañía.
En noviembre de 1995 Jesús y Luis se reunieron con varios cómplices en Tijuana, Baja California, "para discutir un re-ciente cambio de proveedores hindúes de efedrina por alemanes y chinos, debido a los recientes decomisos en Estados Unidos y México".
En abril de 1996 agentes de la DEA decomisaron un laboratorio de metanfetamina en el Rancho K, en Creston, California, propiedad de Arnoldo Amezcua Díaz, tío de Jesús y Luis.
En mayo de 1996, Jesús "se reunió con varios cómplices en Mexicali para coordinar la transportación de metanfetamina y precursores químicos de Tijuana, a través de la garita de San Isidro, a varias poblaciones del sur de California". Las autoridades estadunidenses aseveran que entre diciembre de 1996 y junio de 1998 los Amezcua saturaron de efedrina esa zona.
Preparan juicios contra El Mayel y Amezcua
Autoridades federales de Estados Unidos alistan procesos penales en una corte de San Diego contra los narcotraficantes me-xicanos Ismael Higuera Guerrero, El Mayel, considerado el cerebro operativo del cártel de los hermanos Arellano Felix, y José de Jesús Amezcua.
Luego de conocer que la Secretaría de Relaciones Exteriores decidió conceder la extradición de Amezcua, la fiscalía federal estadunidense en San Diego señaló que El Mayel enfrenta cargos federales por narcotráfico que podrían culminar en una sentencia de cadena perpetua.