VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001

Ť De los 16 sobrevivientes, seis se encuentran en estado crítico y diez están fuera de peligro

Los 14 indocumentados muertos, la mayor tragedia derivada de la migración a EU

Ť El consulado de México en Phoenix reporta la detención de un sospechoso de ser el pollero

Wellton, Arizona, 24 de mayo. Procedentes todos de Veracruz, los migrantes que hallaron la muerte en el desierto de Arizona fueron abandonados a su suerte desde el pasado sábado por la tarde, cuando el pollero, argumentando fallas mecánicas en su vehículo, los dejó en la zona conocida como Cabeza Prieta. Les prometió que regresaría con agua, pero también les aseguró que a dos horas de ahí encontrarían una autopista por la cual llegar a algún poblado. Ni una cosa ni la otra. Los 30 mexicanos iniciaron un camino sin rumbo, pero también sin comida ni agua. Catorce de ellos murieron.

border_deaths_i77_s0En realidad, la carretera más cercana estaba a unos 80 kilómetros de distancia. El desierto de Arizona alcanza en estos días 46 grados centígrados a la sombra lo que, según especialistas, acaba con la vida de cualquiera ?sobre todo si carece de lo elemental para subsistir? en muy pocas horas. Sin embargo, la resistencia mostrada por los caminantes fue mucha y los primeros decesos ocurrieron, según testimonio de los sobrevivientes, hasta el mediodía del domingo.

El hallazgo de los cadáveres se realizó hasta el miércoles, cuando la Patrulla Fronteriza encontró a los primeros cinco sobrevivientes.

Liliana Ferrer, vocera de la cancillería mexicana, informó que de los 16 mexicanos que fueron hallados con vida, seis se encuentran en estado crítico y diez más están fuera de peligro. No mencionó desaparecidos, aunque algunos cables hablaban de dos.

Informes del cónsul mexicano en Phoenix, Rubén Beltrán, señalan que ya se tiene detenido a un hombre sospechoso de ser el pollero que condujo a la muerte segura a los migrantes. La descripción de los sobrevivientes coincide con el perfil de quien fue arrestado ayer mismo en Sonora por agentes de la Policía Judicial Federal (PJF). Se levantarán cargos en su contra por tráfico de personas y asesinato.

Las autoridades mexicanas han calificado a ésta como la mayor tragedia derivada de la migración indocumentada a Estados Unidos, y ubica en 111 el número de connacionales que han muerto en lo que va del año en su afán por llegar a aquel país. La única desgracia de dimensiones parecidas ocurrió en 1980, cuando fallecieron 13 salvadoreños.

El desierto de Arizona ha sido de los más crueles obstáculos para los migrantes. De acuerdo con el diario Arizona Daily Sun, 106 personas murieron en esa región entre septiembre de 1999 y el mismo mes de 2000.

La misma nota recoge, sin embargo, la razón y denuncia del pastor John Fife, de  Tucson, para que tragedias así sucedan: ''Esto es consecuencia de la estrategia mortífera de la Patrulla Fronteriza al obligar a los inmigrantes a cruzar los puntos más difíciles''. El religioso apoya un plan para construir estaciones de agua para los indocumentados que lleguen a Arizona.

Después de la muerte de los salvadoreños, Fife ayudó a fundar el Movimiento Santuario, que llevó a unos 20 mil indocumentados centroamericanos a Estados Unidos, por lo que fue sentenciado ?a mediados de la década de los 80? a cinco años de ''libertad vigilada''.

mexico_border_deaths_s0Diversos testimonios refieren que los veracruzanos ?todos ellos hombres de entre 15 y 42 años? llegaron el miércoles de la semana pasada al poblado de Sonoita, en Sonora, donde contactaron en un hotel al pollero que los cruzaría a Estados Unidos. Cada uno pagó entre mil 500 y 2 mil dólares. El sábado, a bordo de una camioneta tipo Van ingresaron a Arizona, y al caer la tarde, cuando las víctimas estaban dos o tres millas dentro del desierto, el traficante les dijo que a unos 15 o 20 kilómetros, no más de dos horas de camino, hallarían una autopista donde podrían encontrar algún vehículo para proseguir. Y los dejó.

Transcurrieron cinco días hasta que el miércoles, y al punto de la inanición, la Patrulla Fronteriza encontró a cinco inmigrantes insolados que les pidieron ayuda. Ellos mismos dieron las primeras referencias sobre sus compañeros muertos.

Los agentes trasladaron a este grupo a un hospital en Yuma y se inició la intensa búsqueda con helicópteros y vehículos ''todo terreno'', del resto de los indocumentados. De este modo, las brigadas de rescate encontraron a otros seis sobrevivientes y, en el mismo sitio, 11 cadáveres semicalcinados.

Las otras tres víctimas murieron cuando eran trasladadas a la clínica.

En los primeros reportes, Maurice Moore, vocero de la Patrulla Fronteriza en Yuma, describió que algunos cadáveres fueron encontrados a cinco horas del sitio donde se había encontrado los primeros cuerpos.

De acuerdo con la agencia Afp, los hombres fueron engañados y creían que tendrían que andar sólo unas cuantas horas, pero lo real es que más de 80 kilómetros por el desierto de Yuma, donde sólo hay rocas, cactus y matorrales, separan el punto donde fueron abandonados y el destino que perseguían.

''Con estas temperaturas, una persona puede quedar totalmente desorientada en pocas horas. Para caminar por estos lugares son necesarios casi cuatro litros de agua por hora y esta gente no tenía nada de agua, según nuestros datos''', declaró a la misma agencia René Noriega, vocero de la Patrulla Fronteriza en Tucson.

Los agentes fronterizos informaron además que todavía mantendrán el patrullaje durante las próximas 24 horas, ante la posibilidad de encontrar a más personas extraviadas o muertas. Dijo también que esto prueba la crueldad de los traficantes de indocumentados, que manejan las vidas humanas como una mercancía.

En Jalapa, Veracruz, donde la noticia provocó gran impacto, el director de Atención al Migrante de la Oficina Presidencial, Omar de la Torre ?quien estaba ahí casualmente para ofrecer una conferencia?, dijo que entre los muertos primero se encontró a una familia completa, la que permaneció unida para esperar lo que ya era inevitable.

El grupo de los 30, que se conformó para viajar a Estados Unidos, provenía de diversas zonas de la extensa geografía veracruzana. Algunos viajaron desde Las Choapas, en el sur de la entidad; otros de la región de Los Tuxtlas, y algunos más de Coatepec y la propia Jalapa.

A su vez, la cónsul de México en Calexico, Rita Vargas, informó que ya fueron identificados los 14 muertos y que están esperando que se realice la autopsia de ley para que los cuerpos sean entregados a las autoridades consulares, mismas que se encargarán de trasladar los cadáveres a sus lugares de origen. La operación se realizará en coordinación con las autoridades de Veracruz, y dijo también que ya fueron notificados los familiares de los migrantes.

Otro religioso de Tucson, Robin Hoover, señaló que las personas que llegan a esta zona no están preparadas en lo absoluto para entender las distancias y los riesgos a sus vidas. Muchos de los que cruzan no tienen idea de lo que se encontrarán en el camino, dijo el ministro, quien también instala estaciones de agua para migrantes que cruzan el desierto.

Y en efecto, de nada de esto fueron advertidos los 30 hombres que el pasado sábado iniciaron una aventura sin regreso. Pero quienes los abandonaron sí sabían que los entregaron a una muerte segura.

(ROSA E. VARGAS, GEORGINA SALDIERNA; GUADALUPE LOPEZ Y CRISTROBAL GARCIA, CORRESPONSALES; AP, REUTERS, AFP, PL)