VIERNES Ť 25 Ť MAYO Ť 2001
Ť En el país escandinavo, empresas como Shell y Conoco participan en la exploración
El modelo petrolero noruego, opción para México, opina un analista estadunidense
Ť Aplicarlo no violaría la Constitución, que identifica al Estado, pero no a Pemex: Baker
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 24 de mayo. Desde el inicio del gobierno de Vicente Fox, los funcionarios mexicanos han repetido lo que parece una contradicción: el petróleo continuará en el ámbito exclusivo del Estado, pero se requiere inversión extranjera y nacional privada para desarrollar el sector energético. ƑCómo lograr esto sin violar la Constitución?
''La respuesta es una sola palabra: Noruega'', explicó George Baker, experto de la industria petrolera, quien encabeza el México Energy Intelligence, en Houston, y es considerado como uno de los principales analistas privados del sector petrolero mexicano.
En entrevista telefónica con La Jornada, Baker dijo que la experiencia de Noruega, donde empresas privadas como Shell y Conoco participan en la exploración petrolera, ofrece un modelo para México de cómo incorporar la participación de empresas privadas extranjeras en la exploración petrolera y de gas natural sin violar la Constitución.
''Una forma bajo consideración es el modelo noruego, donde concesionarios privados operan simultáneamente con la empresa estatal de petróleo, Statoil SA'', escribió Baker en un reciente artículo en Oil & Gas Journal (la publicación especializada más importante).
El gobierno mexicano está considerando tal modelo, declaró el especialista a este diario, y señaló que el presidente de la paraestatal noruega Statoil visitó las oficinas de Pemex en México, a principios de marzo.
''El modelo noruego brinda transparencia'', declaró Javier Estrada, jefe de la Comisión de Regulación Energética de México, al concluir la visita del ejecutivo de Statoil.
Una ''mala interpretación''
Baker sostuvo que la mayoría de los países comparten el principio del gobierno mexicano de mantener el control estatal de sus recursos naturales. ''En torno al tema de la Constitución (mexicana) hay una mala interpretación, aunque menor, tanto en Estados Unidos como en México", explicó a La Jornada.
''La Constitución de México dice que el desarrollo de los recursos de hidrocarburos será realizado exclusivamente por el Estado''. Debe quedar claro, indicó, que la Carta Magna mexicana identifica al ''Estado'', pero no a Pemex, y aquí está el punto crítico.
Primero, explicó Baker, que el Estado tenga el control exclusivo de los recursos naturales no es algo excepcional. ''Esa es la norma en el mundo fuera de Estados Unidos'', y ''aun en Canadá, los hidrocarburos son propiedad de la corona'', dijo.
Baker, quien cree que se podrían desarrollar más reservas de petróleo y gas natural en México si se logra establecer un mecanismo para una mayor participación de empresas privadas en la exploración, señaló que la diferencia -de la norma en otros países- es Pemex. ''Lo que el gobierno mexicano optó por hacer en su ley petrolera es establecer que la manera en que el Estado ejercerá su derecho exclusivo para desarrollar estos recursos de petróleo y gas será a través de Petróleos Mexicanos'', explicó. Pero, dijo, esto está estipulado por legislación, no por la Constitución.
Aquí es donde entra el modelo del país escandinavo. El Estado noruego, a través de Statoil, controla la exploración y desarrollo de los recursos naturales, pero también ha declarado que se puede realizar en asociación con empresas privadas, como Shell y Conoco, si éstas están dispuestas a asumir los riesgos de invertir en la exploración.
México, argumentó Baker, podría establecer un arreglo parecido si logra reformar las provisiones sobre inversión en la ley. Por el momento, según su colaboración en Oil & Gas Journal, el artículo 6 de la Ley de Petróleos de 1958 prohíbe pagos indiciados a resultados de la exploración y desarrollo de proyectos petroleros. Pero tales contratos son la norma en la industria.
''La clave son los pagos indiciados a inversionistas para que quien se ocupa de desarrollar (un campo petrolero o de gas) reciba pagos por un contrato indiciado a los resultados económicos de ese campo'', dijo Baker.
''Este es el modelo para los contratos en la mayoría del mundo''. Tal arreglo, insistió el especialista, rendiría beneficios inmediatos para México, ya que abriría la posibilidad de desarrollar recursos petroleros que el país ni ha contabilizado en su inventario nacional de reservas.
En una reciente presentación en Washington, Othón Canales Treviño, director cooperativo de Competitividad e Innovación de Pemex, informó a líderes empresariales -convocados por la Cámara de Comercio México-Estados Unidos- que México tenía reservas comprobadas de petróleo de 24 mil millones de barriles. Agrego que al sumarse las reservas comprobadas, probables y posibles, el total de las reservas petroleras del país equivale a 41 mil millones de barriles. Pero Baker insistió en que no es la suma total, sino sólo las que están dentro del inventario de Pemex. ''Una reserva es algo sobre lo cual alguien puede ganar dinero, y éstas son reservas de petróleo y gas calibradas a costos de producción por Pemex''.