MIERCOLES Ť 23 Ť MAYO Ť 2001
Ť Se necesitan coaliciones, por sí solos, los latinos no podrán ganar, señalan analistas
La campaña de Villaraigosa en Los Angeles transforma la manera de hacer política en EU
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 22 de mayo. La campaña electoral de Antonio Villaraigosa para alcalde de Los Angeles, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, marca el surgimiento a nivel nacional de una generación de políticos latinos que están construyendo una base de poder que trasciende sus propias filas mediante la conformación de nuevas y amplias coaliciones, multiétnicas con sindicatos y movimientos progresistas.
"La positiva e incluyente campaña de Villaraigosa está empezando a transformar la política en Los Angeles", comentó Antonio González, presidente del Willie Velazquez Institute. La posibilidad de que los votantes elijan, el próximo 5 de junio, a un hijo de padre mexicano y madre mexicana-estadunidense, como primer alcalde latino de Los Angeles en más de un siglo, ha generado esperanza y entusiasmo en la comunidad latina, declaró González en entrevista vía telefónica.
González, quien encabeza una organización dedicada a la promoción y capacitación del voto latino a nivel nacional, vincula la campaña de Villaraigosa con un fenómeno más amplio, y cita el reciente triunfo de un latino como alcalde de San Antonio y la presencia de otro fuerte aspirante latino en las próximas elecciones para alcalde en Nueva York.
En Los Angeles, Villaraigosa goza de varias ventajas, la principal es que los latinos son el sector de mayor crecimiento -46.5 por ciento de la población- y ya numeran, o lo harán pronto, más que los blancos. Además de haber obtenido el respaldo oficial del alcalde saliente, Villaraigosa también cuenta con el apoyo de la central obrera municipal de 700 mil agremiados y del Partido Demócrata estatal. Pero a pesar de estas ventajas, durante los dos últimos meses las encuestas han registrado un empate técnico entre Villaraigosa y su opositor, también demócrata y ex miembro del concilio de la ciudad, Jimmy Hahn.
Ventaja, según encuestas
Con todo, González apunta que en las últimas semanas las encuestas indican, por primera vez, que Villaraigosa avanza con cuatro puntos de ventaja, y que a dos semanas de la elección, varios factores indican su triunfo. Entre éstos, tal vez el más importante fue el reciente apoyo de Richard Riordan, el alcalde republicano que concluirá ocho años al frente del gobierno.
Sin embargo y a pesar del apoyo electoral latino y del respaldo de algunas importantes figuras políticas de diversos sectores, nadie se atreve a pronosticar el triunfo de Villaraigosa.
En la primera ronda electoral celebrada en abril -cuando el elenco de cinco aspirantes fue reducido a dos-, los latinos representaron 21.2 por ciento de los votos emitidos. Aunque el número de votantes latinos fue más o menos el doble del que participó en la última elección hace tres años, aún es un porcentaje bajo del potencial voto latino. Además, hay un gran número de latinos en Los Angeles que no tienen derecho al voto.
"No hay manera de que los latinos ganen esta elección por sí solos", explicó Raúl Hinojosa, analista político de la Universidad de California en Los Angeles. La clave para la campaña de Villaraigosa, comentó Hinojosa a este diario, es precisamente no identificarse sólo como un candidato "latino". "No está haciendo campaña como latino. El representa a una nueva generación de políticos latinos que entienden que para ganar necesitan construir coaliciones progresistas".
Prueba de esto, según González e Hinojosa, se manifiesta en el apoyo que obtuvo Villaraigosa de la confederación laboral de Los Angeles, central obrera local que representa a sindicatos con un total de 700 mil agremiados, así como de diversas organizaciones progresistas locales --mujeres, ambientalistas y de derechos civiles-- tanto en la comunidad blanca como en la negra. "Esta es la nueva agenda progresista latina. Se dice que tenemos que hablar de temas de interés para la clase trabajadora para captar una base más amplia del electorado y, Ƒqué creen?, en ese mismo proceso se cubren lo que se llaman los temas latinos", explicó Hinojosa.
Pero construir esa base más amplia también tiene sus riesgos. El desafío para Villaraigosa es cómo atraer el voto más allá de la comunidad latina, pero sin perder, con ese mismo esfuerzo, su propia base cuya alta participación en las urnas es clave para su triunfo.
Gaspar Rivera, profesor de sociología en la University of Southern California, declaró a La Jornada que Villaraigosa ha sido muy talentoso en el manejo simbólico para presentarse ante la comunidad latina y la de los inmigrantes como "uno de nosotros". Durante sus conferencias de prensa siempre intercala comentarios en español (con traducción para los que no entienden), y participó en lo que podría haber sido en primer debate electoral en español trasmitido en vivo por la cadena Telemundo y copatrocinado por el diario La Opinión.
Pero Rivera señala también que lo simbólico no es suficiente, ya que los inmigrantes y los latinos están demandando propuestas electorales concretas. Según Rivera, Villaraigosa está respondiendo. En su campaña "se tocan directamente los temas que más afectan las vidas de los inmigrantes: educación, salud, relaciones con la policía, vivienda. Todos estos temas cruzan con los de mayor interés para los inmigrantes, ya que éstos son la clase trabajadora pobre". Con ello, añade, esos temas también transcienden la comunidad latina, y son la base para la coalición más amplia con otros sectores, como los sindicatos. Sin embargo, Rivera advierte que si Villaraigosa busca extenderse demasiado en búsqueda de ampliar sus bases, corre el riesgo de perder parte de su base latina.
Pero este acto político de cuerda floja es particularmente difícil en una ciudad tan diversa, y donde los niveles de participación determinarán el destino político de este experimento para Villaraigosa. Esta dinámica es muy notable en la comunidad negra, donde segmentos de lo que antes era la principal minoría en Los Angeles enfrentan, con algún resentimiento, el creciente poder político de los latinos. "Las encuestas indican que los negros mayores de 50 años están votando abrumadoramente a favor de Hahn", indicó el politólogo Hinojosa. Particularmente entre los negros mayores, añadió, hay cierto temor y sospecha por los cambios demográficos en Los Angeles. En los años 50, la comunidad latina representaba menos de 5 por ciento de la población angelina; hoy los latinos, y en particular las comunidades mexicanas, han desplazado a los negros, incluso físicamente en colonias negras famosas como Watts.
Esta dinámica se convierte en un factor político clave en las próximas elecciones, ya que el opositor de Villaraigosa, Jimmy Hahn, goza de amplio apoyo entre la comunidad negra en gran medida por el legado de su padre, una figura política casi heroíca por su larga lucha por la igualdad racial. En la primera ronda, Hahn gano 71 por ciento del voto negro, y ahora cuenta con el apoyo de figuras importantes de esa comunidad como la legisladora progresista Maxine Waters y el legendario basquetbolista Magic Johnson.
Pero aún en este rubro, analistas como González e Hinojosa detectan cambios que podrían indicar una nueva era política en esta ciudad. Señalan que las propuestas progresistas de Villaraigosa han atraído el apoyo de líderes negros nacionales y locales, como el reverendo Jesse Jackson y el miembro del consejo de la ciudad Mark Ridley Thomas, importante clave en la reciente lucha para reformar la policía después de escándalos de brutalidad, racismo y corrupción.
"Esto representa nada menos que la transformación de la dinámica étnica, racial y de clase en Los Angeles", insistió Hinojosa. "Por primera vez, los latinos están funcionando como el eje de una coalición que empieza con una base en la comunidad latina trabajadora pero que logra armar una coalición multiétnica".
En dos semanas se sabrá si este experimento resultará ser sólo tema para estudiosos o si gobernará una de las principales ciudades de este país.