MARTES Ť 22 Ť MAYO Ť 2001
Ť Nunca hice canción-protesta, sino que hablaba de la falta de libertad, expresa
"El amor es la trampa que inventamos para olvidarnos de la muerte": Aute
Ť La de Marcos, una buena causa, porque abraza a los miserables; "es una novedad histórica"
ERNESTO MARQUEZ /II Y ULTIMO ESPECIAL
Dos de los temas concurrentes en la obra de Luis Eduardo Aute son el amor y la muerte. "Nada sorprendente", dice en esta segunda parte de la entrevista. "Esta relación de Eros y Thanatos viene desde los antiguos griegos: Sexo y muerte suelen ser las dos caras de la misma moneda Ƒno? Todos procedemos del mismo agujero del sexo y acabamos en otro agujero igual de orgásmico que es la muerte.
-El amor y la muerte es probablemente la síntesis de contrarios más brutal que pueda haber.
-Sí, el amor, como apoteosis de lo que llamamos vida, y la sublimación de la vida que es la muerte. Luego, el amor y la muerte son las dos caras de la vida...
"El amor es aquella trampa que nos inventamos para olvidarnos de la muerte; puesto que sabemos que vamos a morir, vamos a inventarnos la euforia de vivir que es el amor y agarrarnos a eso. Nos movemos entre dos polos, entre una presencia constante de la muerte, puesto que sabes que vas a morir, y, por otro lado, la muerte en cuanto a que las cosas se deterioran, a la incomunicación, a la represión, a todo tipo de cortapisas que ponen en la vida; incluso la cultura llega a ser muerte en un momento determinado, cuando a veces nos dicen que la cultura es redentora. Es decir, todo puede ser un arma mortal, incluso el lenguaje, pero no tenemos más que ese material para ir por la vida y habría que buscarle también el lado positivo a ese material".
-ƑTe obsesiona el amor reivindicativo?
-Como todo ser humano: queremos que nos quieran, que nos amen para sentir de una forma justificada nuestro paso por este planeta, porque no amar es no existir y queremos existir. Mi interés no es mayor o menor que cualquier otra persona.
-Hubo un tiempo en que te relacionaban con la canción-protesta Ƒpor lo que se protestaba en aquel momento se protesta ahora?
-Yo soy enemigo de las etiquetas de todo tipo. Nunca jamás proclamé que yo hacía canción protesta. Eso fue un sello que nos pusieron a determinados autores de canciones, porque a través de las mismas hablábamos de una realidad que estábamos viviendo, evidentemente más para denunciarla que para alabarla, en un régimen dictatorial. En fin, yo nunca hice canción-protesta sino que hablaba un poco del ser humano en su condición impedida de desarrollo, de falta de espacios, de falta de libertad...
"Desde que empecé a escribir y hacer canciones el gran protagonista de mi obra ha sido el ser humano en sí, por sí mismo y en relación con los demás El ser humano es mi paisaje casi exclusivo. Me atrae porque desde principios de los tiempos es casi el mismo, un bicho extraño que sufre, goza, odia, ama... Es generoso, es egoísta es tan santo como demonio.
-ƑPiensas que se puede dar hoy una actitud militante en la canción?
-Militante entendido como se entiende políticamente no. Sí en cuanto a que la canción debe reflejar las inquietudes más íntimas y más colectivas. Pero la canción utilizada como herramienta política no, al menos ese es mi parecer. Ahora, la militancia, al menos la militancia exigible para el artista, es la de no renunciar a sus convicciones.
-ƑHa influido en tu comportamiento artístico el cambio político en tu país?
-No esencialmente, porque, como te decía antes, quien tiene el deseo de expresar lo que siente lo hace siempre bajo cualquier situación. En eso estriba la libertad. Evidentemente, es mejor trabajar en libertad que sin ella; yo creo que hubiera hecho lo mismo, mejor o peor bajo cualquier tipo de situación política.
-Eres un hombre de izquierda
-Si llamamos "izquierda" a esa unidad que defiende a los más débiles evidentemente sí. Mi apego ha sido siempre con aquellos que padecen la historia y no con quienes la ejercen.
-ƑCrees en la revolución?
-Yo sólo creo en la involución.
-ƑQué piensas de los movimientos marginados?
-Que son síntomas del descontento de este momento en las sociedades desarrolladas que mientras más desarrolladas están más bolsas de marginación procuran. Es, para decirlo de otra manera, los síntomas de una enfermedad cuya fiebre va en ascenso y no es atendida por un médico capaz.
-ƑCómo ves la causa de Marcos?
-Como cualquier causa que abrace a los miserables: una buena causa. El hecho de que esta lucha contenga todas las reivindicaciones indigenistas es una novedad histórica que no hubo antes, por lo menos yo no recuerdo una historia en la que se contemplara un movimiento indigenista como un fenómeno revolucionario y, bueno, se está dando este caso... Ya veremos qué es lo que ocurre.
Hegemonía
-Como sabrás, la lucha de los zapatistas trata de la dignidad, respeto, autonomía... En fin, de que se les reconozca y reconozcan sus derechos. Esto parece un tanto difícil por cómo razona el poder establecido. ƑNo es más fácil encontrar rosas en el mar?
-šJa! Fácil no debe de ser, porque de serlo no existiría el problema. De todas maneras hay que insistir, porque es muy injusto seguir en esta situación, motivada por exigir respeto y vivir con la mínima dignidad. La solución, yo pienso, está ahí, pero existe un temor a dar el paso ya que se puede perder (según el poder) cierta hegemonía.
La plática prosigue. Uno atiende atento sus juegos verbales, desvaríos mentales y obsesiones estéticas: "šPintar una iglesia!", dice un tanto frenético. "šSí! Pintar una iglesia es mi mayor ilusión. Trabajar en los andamios sobre las paredes blancas. Lo he intentado en la parroquia de mi barrio madrileño, la Colonia de Fuente del Berro, pero el párroco no se fía de mí, piensa que será una catástrofe... Aún tengo tiempo para persuadirlo. Ahora... švamos a cantar!"