LUNES Ť 21 Ť MAYO Ť 2001
Ť Opinión de José Antonio Morales, hacedor de espectáculos
Toreo y flamenco, amenazados por las garras de lo mecánico
Ť Con la bailarina Rosa Blanes estrenará original montaje de música, danza y palabra
LEONARDO PAEZ
Con la indiscriminada importación de artistas y estrellas de diversas latitudes y talentos, podría pensarse que en México ya no nos queda sino admirar lo de fuera y menospreciar lo propio. Felizmente, todavía algunos espíritus creadores se niegan a aceptar tan falsa disyuntiva y trabajan sin descanso en originales e imaginativas propuestas. Por ejemplo, el espectáculo Ese oscuro objeto del flamenco, que con amoroso ahínco preparan José Antonio Morales y Rosa Blanes, para presentarlo el 25 y 27 de mayo próximos en Tampico y Ciudad Victoria, Tamaulipas, dentro del Festival Janambre.
-ƑY después?
-Y después, šal mundo! -contesta seguro, exhausto y sudoroso José Antonio, tras llevar el ritmo con las palmas durante un prolongado y arduo ensayo en que Rosa ha bailado sin guitarra ni cante ni percusiones, en un tremendo proceso de internalización que incorpora a un flamenco ortodoxo y desenfadado a Paz, Villaurrutia, Sabines, Bataille y Joyce, entre otros.
-Por el título, Ƒse trata de una propuesta de corte buñueliano?
-Para nada -aclara Rosa-; en todo caso sería una respetuosa coincidencia con el espíritu profundo y lúdico de Buñuel. No es el misterio lo que pretendemos develar, sino el misterio mismo lo que queremos abordar a través de la danza, la música y la poesía.
Singulares flamencos incorporados
Esta ocasión director y bailarina han recurrido a textos de un autor tan flamenco como puede serlo Georges Bataille y sus obsesiones por el erotismo y la muerte, sumándolo como pretexto e hilo narrativo a una aventura escénica en la que eros y tanatos son los verdaderos protagonistas.
Y como para ilustrar con un ejemplo muy concreto lo que acaba de decir, se escucha Zarabanda, de Hyden -otro involuntario flamenco que en ningún momento desentona-, mientras una Blanes, enmascarada y vestida toda de negro pero igualmente seductora, se transforma, en un erotismo cuya finura no disminuye la perturbación de quien mira para enseguida admirar braceo, taconeo y meneo, y unos ojos azulísimos que fríos buscan el infinito, como un tiburón tras su presa, como un toro bravo tras la muleta.
-ƑUn erotismo aún más explícito que el que entraña el flamenco, pero a la vez enmascarado?
-Se trata de lograr que un cuerpo no repita gestos aprendidos sino que éstos los lleve a cabo como si fuera la primera vez que los hace en la historia de la humanidad, abriendo ese cuerpo su yo erótico inconsciente, en gestos, desplantes, miradas y silencios que parezcan primigenios. Por otra parte, en este espectáculo utilizamos máscaras más para revelar y mantener expresiones que para ocultarlas. En esta puesta en escena -agrega José Antonio- hay una coincidencia, una complicidad y una aportación de Rosa Blanes, artista que no teme preguntar y preguntarse a través del arte.
-El propósito de Este oscuro objeto del flamenco -abunda Rosa- es comunicar interrogantes y cuestionamientos, pero sobre todo emociones. Incluimos también versos de Miguel de Mañara, sevillano del siglo XVII, que se pregunta: ƑSerá que de este sueño me recuerde?, o lo que es lo mismo: ƑSerá que esta vida la podremos recordar en otra? Mientras tanto, Ƒcómo decides entretener el lapso entre nacimiento y muerte? Es el sentido de vida de algunos con preguntas por hacer, antes que con respuestas para ofrecer, es suplir el miedo, la devoción y las certidumbres con un arte que no teme preguntar.
-ƑDe ahí el carácter predecible del toreo actual?
-Caer en las garras de lo mecánico es el peor peligro que amenaza el arte de torear -se toca José Antonio-, que por esencia es imaginación. Ahora, todo se aprende, incluso el flamenco, así sea en el seno materno en el caso de los gitanos andaluces. Sin embargo, el hombre socialmente relegado tiene mayor capacidad para esta distensión de los sentidos. Flamenco, jazz, blues, ritmos afro-antillanos e incluso el tango, son ejemplo de ello.
Para ahondar en las oscuras raíces de eros y tanatos, Este oscuro objeto... consta de tientos, alegrías, soleá por bulerías y soleá, el baile de Rosa Blanes, el libreto, dirección escénica, iluminación y la palabra de José Antonio Morales, la guitarra de Antonio Muñoz, el cante de Luis Concheso, la asistencia escénica de Miguel Angel Chávez y el vestuario de Rosa, Tere Valiente y Zara, enfrascados todos en demostrar que su país no es sólo tierra de importaciones, sino también de creaciones.