DOMINGO Ť 20 Ť MAYO Ť 2001

Jenaro Villamil Rodríguez

Telenoticieros: imágenes más que información

En su libro La televisión sensacionalista, John Langer reproduce la siguiente anécdota, que viene a cuento ante los recientes cambios en el área de noticieros de Tv Azteca con el objetivo de recuperar credibilidad y rating frente a la competencia:

"Te voy a contar una historia y, después de contártela, sabrás todo lo que hay que saber respecto a las noticias televisivas... Una noche, los ejecutivos de una cadena (en Nueva York) estaban viendo los tres noticieros al mismo tiempo. Se había producido un incendio en un orfanato católico en Staten Island. Uno de los ejecutivos se lamentaba de que la cadena rival tuviera una mejor cobertura en imágenes. 'Sus llamas son más altas que las nuestras', dijo. Pero otro ejecutivo replicó: 'Sí, pero nuestra monja llora más fuerte que las otras'".

En efecto, entre llamas más altas o llantos más fuertes, la competencia entre los noticieros televisivos se concentra en un asunto de imágenes espectaculares en búsqueda de audiencias y no en una mejor oferta informativa. De la competencia por imágenes exclusivas, "en directo", las televisoras mexicanas han pasado en estos días a la competencia por los conductores de los noticieros, por su estilo peculiar de leer noticias: el grito o lo críptico, reduciendo el problema de la credibilidad a un asunto de formas y no de fondo.

La línea editorial parece estar definida así por el conductor que sale a cuadro y no por propuestas noticiosas distintas. Se cree en la renovación a partir de las caras o nombres conocidos en el mundo mediático --y, por supuesto, con mayor profesionalismo a partir de su experiencia en la radio-- y no de una transformación real en el estilo de editar, reportear y contextualizar la información en la televisión.

Mientras esta discusión sobre la renovación informativa se produce, en Televisa Monterrey despidieron a 40 personas, incluyendo al director de noticias, Hugo Gutiérrez, y al jefe de información, Zenón Escamilla, al tiempo que Multivisión también anunció recortes de personal frente a la recesión que impacta a prácticamente todas las empresas televisivas.

Evadiendo esta "nota" sobre la recesión en ese medio de comunicación, esta semana los conductores de noticieros le entraron al protagonismo. Junto con la incorporación de José Cárdenas a Hechos del Domingo, y la posible contratación de Javier Solórzano y Carmen Aristegui para el equipo de Fuerza Informativa Azteca, se abrió un debate paralelo entre Joaquín López Dóriga, Javier Solórzano, Raúl Sánchez Carrillo, Sergio Sarmiento y Pedro Ferriz de Con que está en la línea del llamado "telenarcisismo", es decir, el vicio mediático que convierte a los trabajadores de la industria de la televisión en los protagonistas de su propia información.

El titular de Noticiero con Joaquín López Dóriga salió a "la defensa" de su competidor de la noche, Javier Alatorre. Según López Dóriga, Alatorre no merece el trato que le está dando Tv Azteca al someterlo a "presiones emocionales" debido a la especulación de la llegada de otros periodistas, y en un spot involuntario consideró que los noticiarios de la empresa del Ajusco no se pueden imaginar sin la presencia de Alatorre (Reforma, 17 de mayo de 2001). Ni tardo ni perezoso, Alatorre reaccionó en el tono de un "no me defiendas compadre" y declaró en el mismo periódico que "nadie es dueño de los espacios en Tv Azteaca", que su puesto "no peligra" y que le daba mucho gusto la incorporación de José Cárdenas (Reforma 18 de mayo de 2001).

Quien abandonó el barco antes fue Raúl Sánchez Carrillo, al renunciar el martes 15 de mayo a Tv Azteca con una declaración salomónica: "ni me indemnizaron ni me corrieron, yo decidí cerrar este capítulo". Sergio Sarmiento intentó frenar las especulaciones sobre los cambios y el desplazamiento real que ha vivido ante el ascenso de José Ramón Fernández como director general de Noticias, al subrayar que son "los mejores" los que se incorporarán a Fuerza Informativa Azteca.

Pedro Ferriz de Con adoptó la personalidad de mercader en esta especie de draft de conductores y declaró que Carmen Aristegui y Javier Solórzano, sus socios en Imagen Informativa, no pueden negociar como periodistas solos su incorporación a Tv Azteca, porque "tenemos ligas con Imagen, que no son de un millón de dólares, sino de mucho más". En el colmo y en su peculiar estilo, Ferriz de Con declaró: "es como si fuéramos, en una analogía, un inmueble... Entre Carmen, Javier y José Ramón Fernández ya hay pláticas, pero faltan las conversaciones de las empresas" (La Jornada, 16 de mayo de 2001, p. 8-A).

En medio de estas especulaciones y del peculiar juego de vanidades, es paradójico que periodistas como Ricardo Rocha, que han dado muestras de profesionalismo y de compromiso con la información, a pesar de los intereses del marketing televisivo, no cuentan con espacios propios en la pantalla comercial. Al informar su reciente convenio con el IMER, el titular de la agencia Detrás de la Noticia declaró algo que no parece estar en el script de los cambios en los telenoticieros: "no lo sabemos todo, nos podemos equivocar; buscamos, sí, tener un compromiso con un periodismo que informa, reseña, pero que también investiga, denuncia y ofrece una diversidad de opiniones" (La Jornada, 16 de mayo de 2001, p. 8-A).

En otras palabras, pluralidad, investigación y profesionalismo periodístico no son los valores que se discuten actualmente en los telenoticieros mexicanos que le apuestan a las llamas más altas o al llanto más fuerte.