DOMINGO Ť 20 Ť MAYO Ť 2001
Ť De 2000 a la fecha se denunciaron más de 600 casos, pero muchos optan por el silencio
Incuantificable, total de secuestros en México: PFP
GUSTAVO CASTILLO GARCIA Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.
Pese a que la industria del secuestro es considerada como la actividad de la delincuencia organizada que en mayor medida lastima a la sociedad, el número de denuncias formales por privación ilegal de la libertad en México se incrementó más de 50 por ciento durante los últimos tres años en relación con 1997, y se estima que ha llegado "casi a igualar" las cifras oficiales de 1996, cuando se denunciaron 569 casos. De 2000 a la fecha suman más de 600.
La ausencia de acusaciones formales ante autoridades policiacas ha permitido que exista "una cifra negra que hace incuantificable el número de plagios", afirma Miguel Angel de la Torre, coordinador de las Fuerzas Tácticas de Apoyo de la Policía Federal Preventiva.
"Es innegable que ha aumentado el número de secuestros en el país. Es una realidad que no podemos ocultar", y "lo que está ocurriendo es que a partir de que las grandes organizaciones perdieron a sus líderes, ahora algunos de los integrantes de aquellas bandas han constituido sus propios grupos dedicados al plagio, sin llegar a grandes estructuras operativas" como las tuvieron, entre otros, Andrés Caletri, Daniel y Aurelio Arizmendi López, los mochaorejas; Marcos Tinoco Gancedo, El Coronel; Juan José Balbontín Bolaños y Alberto Alejandro Mejía Quiñones, El Moncho.
Pero aclara que las actividades de intercambio de información e inteligencia entre corporaciones policiacas federales y estatales han permitido detectar que, "de manera sensible, ex policías y agentes en activo participan en estas actividades, primordialmente en Distrito Federal, Morelos y estado de México".
Cifras e impunidad
De acuerdo con documentos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), entre 1995 y 1997 se denunciaron en todo el país mil 460 casos de secuestro; el año en que más delitos de esta naturaleza se cometieron fue 1996, con 569 plagios, y en 1997 se redujo 34 por ciento el número de denuncias, al documentarse oficialmente 344.
Entre 1998 y 2000, el combate a las organizaciones criminales más importantes dio como resultado la captura de los principales secuestradores que operaban entre Sinaloa, Distrito Federal, Morelos, estado de México, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Guerrero.
Sin embargo, las cifras oficiales no han sido dadas a conocer, principalmente porque el delito de privación ilegal de la libertad, en su modalidad de secuestro, que está considerado como grave en la mayoría de las legislaciones penales estatales, es un acto ilícito del orden común, en el que pocas ocasiones tienen intromisión las autoridades federales.
Según fuentes de inteligencia de la SSP federal, "la baja afluencia de denuncias ha posibilitado un gran estado de impunidad para estas organizaciones, ya que el temor de nuevos actos criminales contra familiares de los secuestrados los inhibe a presentar las denuncias correspondientes, lo que afecta la actuación de las autoridades".
De acuerdo con esas mismas fuentes, "ahora, hasta quienes eran cocineros de las grandes bandas han desarrollado sus propios grupos, una vez que sus líderes han sido encarcelados, o bien, han muerto en enfrentamientos con corporaciones policiacas durante operativos para rescatar alguna víctima. Esto ha generado el surgimiento de banditas que operan casi de manera rudimentaria, pero no menos efectiva en cuanto al daño social que dejan como secuela".
Entre 1995 y 1997 las seis entidades donde mayor número de secuestros se denunciaron fueron Michoacán, Guerrero, Distrito Federal, Morelos, Jalisco y Chiapas, las cuales acumularon en ese lapso 985, es decir, concentraron 67 por ciento de los casos de plagio denunciados.
Miguel Angel de la Torre aseguró, por su parte, que en la actualidad "es aventurado decir que México puede ocupar el segundo lugar en el mundo, luego de Colombia, en cuanto al número de secuestros que acontece actualmente".
Indicó que las entidades federativas donde se registra ahora mayor el mayor número de plagios son: Baja California, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, estados de México, Distrito Federal, Morelos y Guerrero. En Chihuahua, precisó, esta actividad ha descendido de manera notable, pero no se ha erradicado.
El también llamado Jefe Alamo explicó que la industria del secuestro ha disminuido su actividad hacia la zona del sureste mexicano, pero -puntualizó- "en Morelos, el estado de México y el Distrito Federal es donde se han focalizado mayormente este tipo de actos ilícitos, y particularmente en estas entidades se ha detectado que de manera sensible participan en plagios ex policías y agentes en activo".
Secuestros, nueva estrategia
Para contrarrestar el modus operandi de las nuevas bandas de secuestradores, cada semana se realiza una reunión especial en las instalaciones de la SSP federal, en la que participan los responsables de las áreas antisecuestro de cada estado, para intercambiar información sensible de las organizaciones detectadas, y se imparten cursos de capacitación en la materia, "a fin de que se conviertan en multiplicadores de estos conocimientos en sus entidades".
Además, la PFP cuenta con una coordinación especializada, la cual participa en la solución de plagios a petición de las autoridades estatales o municipales donde se perpetran estos delitos.
Sin embargo, las fuentes consultadas señalaron que "el mayor impedimento para actuar en contra de este flagelo social lo constituye el hecho de que el secuestro está clasificado como un delito del fuero común, obstáculo que se podría superar una vez que el Congreso de la Unión apruebe las modificaciones para que este acto ilícito forme parte del catálogo de delitos federales, y se incluya en la lista de delitos graves".
Como parte de una nueva estrategia contra las bandas de secuestradores, se utilizarán los bancos de datos y los contactos interinstitucionales establecidos a través del SNSP para desarrollar mecanismos de identificación de los modus operandi y sus zonas de acción, lo que permitirá una mayor efectividad en las acciones.
Además, la SSP federal buscará una mayor colaboración de la sociedad por medio de denuncias, incluso anónimas, de estos y otros ilícitos como parte del programa Ojo Ciudadano.