SABADO Ť 19 Ť MAYO Ť 2001

Ť Las autoridades colombianas creen que es una guerra entre paramilitares y sicarios

Provoca atentado dinamitero en Medellín la muerte de ocho personas; 137, los heridos

Ť Llama el presidente Andrés Pastrana a formar "un frente común" contra la delincuencia

REUTERS, DPA, AFP Y AP

Santafe de Bogota, 18 de mayo. Ocho muertos y 137 heridos provocó un atentado dinamitero en la ciudad de Medellín en las últimas horas, en lo que sería una "guerra" desatada entre los paramilitares de extrema derecha y una banda de sicarios, de acuerdo con las primeras hipótesis manejadas por las autoridades colombianas.

Al condenar el atentado, el presidente Andrés Pastrana instó a los habitantes de Antioquia, el departamento del que es capital Medellín, a formar "un frente común" contra la delincuencia, y llamó a los colombianos a manifestarse en rechazo al terrorismo y la violencia.

Pastrana, quien expresó su solidaridad y "profundas condolencias" a los familiares de las víctimas, presidía en Medellín un consejo de seguridad para analizar los informes de los cuerpos de seguridad, sobre los eventuales responsables y adoptar las medidas pertinentes.

El comandante de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, abogó por la urgencia de adoptar una legislación antiterrorista severa, y afirmó que sólo así se pueden contrarrestar este tipo de atentados, al calificar el más reciente como "brutal y criminal acto".

Una carga de unos 25 kilos de dinamita, colocada en un automóvil, estalló durante la noche del jueves en la llamada zona rosa de Medellín, en el elegante barrio El Poblado, que a esas horas se encontraba atestado de jóvenes que se divertían en bares, discotecas y restaurantes.
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Esta es la tercera explosión con coche-bomba en lo que va del año 2001, pues la primera ocurrió en enero en un centro co-mercial de Medellín con un estallido que causó la muerte de una mujer y 50 heridos, y la anterior tuvo lugar el 4 de mayo con un atentado dinamitero en Cali que provocó cuatro muertos y 36 heridos.

La explosión de las últimas horas destruyó siete vehículos, 44 locales comerciales, fachadas y ventanales de vidrio y abrió un boquete en la calle de un metro y medio, al estremecer un radio de 200 metros a la redonda, con pérdidas calculadas en unos 500 mil dólares.

De 43 heridos bajo observación hospitalaria, 27 de ellos fueron sometidos a cirugía y cuatro convalecen en estado grave.

La alcaldía de Medellín, ciudad que su-frió la guerra del narcoterrorismo entre 1985 y 1993, ofreció una recompensa para dar con el paradero de los criminales, en tanto que la policía tenía desde anoche a cuatro sospechosos bajo investigación.

Las hipótesis

El subdirector de la Policía Nacional, general Alfredo Salgado, estimó que "la hipótesis más valedera" puede ser la de una represalia de la banda de sicarios La Terraza por el asesinato durante la madrugada del jueves de uno de sus jefes de nombre Ronald de Jesús Arroyave a manos de los paramilitares de Carlos Castaño.

De acuerdo con los informes de las autoridades policiales, las banda La Terraza y los paramilitares de las ultraderechistas Au-todefensas Unidas de Colombia (AUC) se declararon la guerra en agosto pasado, en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de pactos criminales y que se refleja en los tres atentados dinamiteros en lo que va de este año.

La Terraza es un grupo de sicarios que durante años ha cometido una serie de secuestros y asesinatos de líderes políticos, sindicales y humanitarios, conforme al me-jor postor y al servicio indistintamente de narcotraficantes, las guerrillas izquierdistas o las AUC, hasta antes del rompimiento con estas últimas.

Tres presuntos miembros de la banda de sicarios aparecieron hace un par de meses en la televisión, en donde se declararon dispuestos a denunciar los crímenes y secuestros cometidos por el grupo por órdenes de Castaño, a cambio de que la Fiscalía Nacional les brindara protección.

No obstante, las autoridades colombianas manejan varias hipótesis más sobre el atentado de la víspera, entre las que se cuentan el hecho de que también podría tratarse de una represalia de la delincuencia común ante los más recientes golpes asestados, co-mo el arresto de 30 peligrosos pandilleros de la banda Los Conejos.

Otra línea de investigación sería que las bandas de sicarios habrían sido contratadas por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Re-volucionarias de Colombia (FARC) para li-quidar a Castaño, el máximo líder de las AUC, que mantiene una feroz guerra contra la mayor insurgencia mediante matanzas de campesinos.

No se descarta tampoco que el atentado dinamitero haya sido una acción de los narcotraficantes, que se oponen a la extradición a Estados Unidos de los mafiosos co-lombianos reclamados por Washington.

El presidente Pastrana ha autorizado en los últimos meses varias extradiciones de criminales, y ante la justicia se hallan va-rios casos pendientes.

Una hipótesis más, a decir del alcalde de Cali, John Mario Rodríguez, es que el atentado habría sido cometido por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, en una venganza porque los dueños de uno de los edificios afectados se negaron a pagarles el llamado "impuesto de guerra".

Mientras, se reportó hoy que unos 30 mil campesinos e indígenas culminaron una marcha de cinco días en Cali en repudio al asedio que sufren por parte de los paramilitares y de las guerrillas.

Otro informe dio cuenta del asesinato por presuntos rebeldes del periodista Edgar Ta-vera Gaona, de 38 años, en Santander, una región controlada por las FARC.

Por último, organizaciones de la plataforma Terre des Hommes, integrada por grupos indígenas, de mujeres, religiosos y líderes humanitarios, distribuyeron internacionalmente un comunicado en el que pidieron a organismos internacionales la solidaridad para ese departamento ante las recientes matanzas de campesinos perpetradas por el grupo paramilitar conocido como Autodefensas Unidas del Cauca.